Epilogo

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-Quiero un gato- habló Phoenix hacia Draco quién negó lentamente.

-¿Más gatos?-preguntó Delphini desde un asiento observando el techo- No te basta con los que tienes.

Un mes ya había pasado desde que Delphini vivía con ellos, era extraño para ella pues nunca antes le habían deseado los buenos días ó buenas noches y ahora que lo hacían le hacía feliz ello. Se sentí a querida, una sensación que nunca había tenido.

-¿Acaso no te gustan los gatos tia Delph?-preguntó la rubia hacia ella.

-Me gustan, pero me da miedo cuando voy a tu casa y tus gatos me observan, es como si supieran mis oscuros secretos-contestó y río.

Víctor entró a la sala donde ambas chica estaban, su hermana estaba tendida en el sillón.

-Siéntate bien- habló el pelinegro hacia la chica.

-Tu no me ordenas- contestó Delphini con una sonrisa.

-Soy mayor que tu- atacó Víctor.

-Sólo un minuto- contestó la chica y sonrio- Además yo no recibo ordenes tuyas ni de nadie

Narcissa entraba con los adornos para el arbol de Navidad junto con Molly, ambas vieron a la chica.

-Delph, mi vida, baja los pies del sillon- pidió ma rubia y le sonrio.

De golpe cayeron los pies de la chica al piso.

Víctor observo a su hermana y luego a su tia, ¿Como era posible que ella si le hizo caso y a el no?

-Pero...Como...-murmuró y observó Delphini quién le enarco uma ceja- ¿Por que a ellas si les hace caso y no a mi?

La chica a encogió de hombros.

-Les tengo respeto- contesto.

Ella y Ethan, los gemelos Black corrían lejos de su madre quién les gritaba. Ambos rubios se escondieron detrás de Delphini.

-Puedes ayudarnos- les murmuró Ethan con una sonrisa

La chica sonrió y se movió para esconder a ambos gemelos, esos se reían cuando su madre paso.

-¿Has visto a mis hijos?-le preguntó la rubia está  nego con una sonrisa.

-Niños del demonio-murmuró Víctor y salió de la casa.

Los gemelos Black salieron de su escondite con una gran sonrisa.

-Eres la mejor tia- habló la niña.

Delphini lanzó su cabellera blanca de un lado como diva y sonrió.

-Lo se, mejor que Draco- contestó y el rubio alzó la vista y río.

-Quisieras prima- contesto- Pero nadie nadie supera a esta hermosa.

El rubio se toco el rostro y saco un espejo del baño y se observó. Phoenix rodo los ojos y nego divertida.

-Ni que estuvieras tan bonito- murmuró la rubia  y Draco la miro.

-Cállate subproducto de la fealdad- contestó Draco, se alejó junto su espejo y salió de la casa.

Narcissa salió de la cocina con una sonrisa.

-¡Hora de comer!- gritó y Ron corrió hacia la mesa dispuesto a ayudarle, la  rubia la miro con ojos entrecerrados.

-¿Cómo se que no empezarás a comerlo?- preguntó Narcissa observandolo.

Ron alzó la mano y habló.

-Juro solemnemente que mis intenciones  no son buenas.

Narcissa sonrió y le tendió la comida para que la acomodara.

Los gemelos Weasley terminaban de poner el famoso arbol de Navidad junto sus hijos quienes no paraban de reir por tonterías.

-Pato- habló Fabiola y Gabriel río.

Fred observó a George.

-¿No han pensado en madurar?- preguntó George hacia los chicos quienes alzaron una ceja.

-¿No piensan ustedes en madurar?- preguntó Gabriel- Si ustedes tienen 45 años no lo han hecho, menos nosotros que tenemos 20.

Fred asintió. Era un buen punto.

Draco entraba a la casa junto con Marcos; el rubio rodaba los ojos mientras hablaban.

-¡Delphini, Delphini!- gritó como loca Ginny hacia la rubia, esta se giró y sonrio- Quiero presentarte a Newt Scamandes II, hijo del señor Scamander.

Delphini sonrió y estrecho la mano con el chico quien la acepto con una sonrisa.

-Un gusto conocer a una de las hechizeras mas poderosas de el mundo magico- habló y le sonrió.

La chica hizo una mueca.

-No es algo que me enorgullece- contestó.

Newt sonrio.

-Debería, pues es fácil ser el villano, pero mas difícil terminar siendo el héroe y reconociendo los errores que se ha cometido- contestó.

Delphini sonrió. Jamás había tratado con un chico.

-No Marcos, no- hablaba el rubio- Es imposibles que exista un gato-araña.

El pelinegro se cruzó de brazos observandolo.

-¿Qué me dices del puerco-araña? ¿Acaso es falso?- preguntó.

-Papa- habló Alina detrás de el-Dame dinero.

-Espera Alina...- contestó y volvió a ver al rubio- ¿O que me dices de gatubela ó Batman, eso tampoco existe?

-No- contestaron al mismo tiempo Alina y Draco

Marcos se cruzó de brazos con indignación.

-He vivido engañado todo este tiempo- murmuró.

-Papá, voy a salir un momento, será rapido- habló Alina y señaló la puerta.

Draco y Marcos se observaron, esa fueron las palabras que dijo Alina meses antes de que desapareciera.

-No lo se- contestó Marcos- Tal vez te vayas de nuevo.

-No lo hare- aseguró.

Marcos apretó la boca, no estaba de acuerdo que su hija saliera a altas horas de la noche y en Navidad.

-De acuerdo- respondió y observó a Draco- Sólo cinco minutos.

La rubia sonrió y salió de la casa, al abrir la puerta la frialdad le golpeó la cara como la vez que se escapó.

Camino lejos de la casa hacia un arbol enorme donde se paró a observarlo. De su mochila sacó fotografías y las acomodó una por una. Luego sonrió.

Era una foto familiar.

-Huir de casa- murmuró para si misma y rio- ¿Para que? Tengo mas aventuras con ellos que sola.

-¡Alina!- gritó Agatha- ¡Ya entra!

La rubia sonrió y dejó la foto al lado del gran árbol. Corrió hacia la casa donde ya todos se hayaban comiendo.

A veces crees que te sientes sola y que tu familia no te entiende. No te sientas mal por ello, yo lo sentí muchas veces, pero déjame contarte un secreto, la familia siempre se mantiene unida y pase lo que pase siempre se apoyarán.

Solamente si te pido un favor si ya leíste mi historia. No permitas que la primer pregunta de tu padre cuando desaparezcas sea "¿Donde está Alina?" 



HP| ¿Donde esta Alina? ⁵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora