Un Nuevo Comienzo

Juicio

Narró Yo

Tras la captura de Alexander y Meghan, así como de su antiguo escuadrón se convocó a un juicio público donde serán llevados los acusados, Astrid sólo podía ver los preparativos desde la habitación de su casa pues ella había sido confinada, solo se le permitiría salir para presenciar el juicio y castigo de sus compañeros o si Hipo lo deseaba.

-Lady Astrid, el Jefe Hipo la espera en el comedor- dijo uno de los guardias mientras abría su puerta.

-Dile al idiota de mi marido que puede empezar solo, que no quiero verlo- se defendió la Hofferson mientras se volteaba para seguir con su mirada hacia la plaza.

-Temo que debo insistir My Lady- dijo el jefe mientras entraba a sus aposentos.

-Lárgate Hipo, no quiero verte- dijo su esposa molesta mientras se preparaba para pelear.

-Calma solo quiero que disfrutemos de un desayuno juntos- dijo Hipo mientras levantaba las manos en señal de rendición.

-¡¿Como me pides eso cuando tus amigos están encerrados esperando su juicio?!- gritó la rubia ante la actitud del castaño.

-Son criminales, merecen ese juicio, transgredieron nuestras leyes y merecen un castigo- dijo su esposo molesto ante la actitud de la rubia, pues, el no entendía cómo es que defendía a los asesinos de Valka.

-¿A ojos de quien?, Hipo ellos no la mataron, pelearon para defender este lugar y tú simplemente los exiliaste, si ellos pierden la guerra dime ¿qué lugar atacara Drax después he?- dijo la rubia empujando a su marido con lágrimas en los ojos- Vuelve Hipo, no te ahogues en este mar de rabia y enojo, tú no eres así, incluso ya casi no vuelas con Chimuelo, tú solo apartó a todos de tu lado, no eres el único que sufre por la muerte de alguien querido, pero tú decidirás que es bueno para el pueblo...jefe- dijo la rubia mientras salía para bajar a desayunar con el.

El castaño solo suspiro agotado ya llevaban así una semana, él intentaba volver a enamorarla pero ella siempre lo rechazaba argumentando su falta de empatía con la causa.

-¿Hasta cuando seguirá esto Astrid?- preguntó el castaño mientras desayunaban.

-¿Vas a liberar a Alexander y su grupo para después mandar ayuda a nuestros aliados?- preguntó la rubia mientras pinchaba un pedazo de carne para después ver a su marido.

-Son delincuentes...no puedo- dijo calmado

-Ahí tienes tu respuesta, hasta que mi verdadero amor vuelva seguiré oponiéndome a ti y a las estupideces qué haces- dijo la rubia mientras enterraba el cuchillo en la mesa.

-Entiende que esto es por su bien, no dejaré que Drax o que Eragon destruyan nuestra forma de vida, prepárate que tendremos el juicio y es mi última palabra, escolten a mi esposa a sus aposentos- dijo el jefe mientras se levantaba y haciendo ondear su capa salió rumbo a la aldea para atender sus labores.

-Lady Astrid andando- dijo Gustav aterrado por el duelo que tenía ese par.

-¡Ahh! Te odio Hipo Haddock III- gritó Astrid mientras se levantaba de la mesa.

-Cuñada obedece por favor- dijo Patan mientras la tomaba del brazo.

-Patan, hijo de troll nos traicionaste...yo solo...- dijo mientras daba leves golpes al pecho de su cuñado.

-Astrid lo sé pero era lo mejor...Hipo...amenazo con hacerle daño a Brutilda y a mi hijo...el está fuera de si- dijo Patan mientras la abrazaba ordenando así que él se haría cargo de la guardia de Astrid hasta el Día del juicio.

-Entiendo lo de tu familia pero ahora mismo necesitamos ayudar a Alexander y a los demás a escapar, fui la única a la cual no encerraron y haré que lo lamente- dijo Astrid mientras se limpiaba las lágrimas y ponía un rostro fiero.