Berck a la Lucha

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Narro Yo

Los gritos y el clamor de la batalla se escuchaban de los atacantes quienes trataban de hacer retroceder al ejercito defensor, hace ya muchas horas que la puerta fue destruida por una maniobra osada de los jinetes de dragón quienes volaron la entrada al estrellar a uno de los dragones del ejercito de Drax y asi la lucha se había traslado por el control de la entrada, en la cual se encontraban los cadáveres apilados de ambas partes.

La lucha era cruda y sin cuartel, las maquinas de guerra no lo hacian fácil pues de ambos lados llovían piedras, jabalinas y arpones,mientras que la brea hirviendo caía sobre los atacantes quienes intentaban subir pero el terreno era tan escarpado que las pocas escaleras volvían inútil esa táctica.

Sin contar que los defensores recibieron ayuda de un clan enano asi como de los numerosos Ra'zac los cuales inclinaron la frágil balanza a su favor, ahora empujaban a los atacantes de regreso a su campamento.

-Cuida tu derecha Eragon no quiero que mueras, aún debes entrenar a tu sobrina- dijo Roran Martillazos mientras quebraba el cuello de el soldado el cual casi asesina a Eragon por la espalda, varios cortes se asomaban en su cara mientras que su confiable martillo estaba lleno de sangre y sesos.

-Gracias, pero se supone que tu cuidarías el flanco derecho, tu lugar es lejos de aquí- respondió jadeante el lider de los jinetes pues el estaba igual que su primo, pues desde hace ya varias horas sus defensas calleron haciendo que herirlo fuera mas fácil.

-El flanco derecho es un caos nos replegaremos al campamento, parece ser que esta vez sera el final- dijo su primo mientras aplastaba huesos y craneos.

-Si lo será, haremos que sea digno de recordar, ¡al campamento!- grito Eragon mientras buscaba como loco a sus compañeros.

Orik estaba siendo rodeado por los enemigos al igual que Arya quienes se abrían paso para hacer retroceder a sus ya mermadas huestes.

-Asesino de Sombra, Asesino de Sombra necesitamos su ayuda Lady Nasuada esta rodeada y requerimos que la ayude- dijo un mensajero ahora debía elegir ayudar a su Señora o a sus amigos.

-Eragon yo salvo a Lady Nasuada, tu salva a los demás, la situación aquí arriba es caótica, estamos perdiendo- transmitió Alexander mientras su dragón pasaba volando para detenerse unos doscientos metros mas adelante para asi dejarse caer y empezar a cortar cabezas, cuellos asi como separar partes de sus cuerpos a la vez que su dragón liberaba un torrente de flamas para asi liberar a los pocos Halcones de la Noche que quedaban vivos asi como a la lider de Los Vardenos.

-Lady Nasuada es momento de irnos el flanco derecho cayó, el flanco izquierdo esta por caer, nos reagruparemos en el campamento- dijo Alexander mientras se preparaba para la retirada.

-¡Replieguense al campamento, atrás!- grito Nasuada mientras emprendía la retirada, lo mismo hacian Arya y Orik con sus tropas.

-Alexander te necesitamos arriba la situacion esta mal...- dijo Caroline, sus pensamientos parecían confusos, temerosos y aterrados.

-Ya vamos en camino- dijo el azabache mientras montaba a su amigo para levantar el vuelo y regresar al caos que era arriba, algunos arpones impactaban en los dragones atravesando sus membranas o sus pechos, los Ra'zac en sus monturas eran una fuerza abrumadora, varios jinetes habían caído ya al igual que sus dragones.

-Nos retiramos, todos al campamento será la última defensa- transmitió el jefe de los escuadrones mientras su amigo se estrellaba con otro jinete y ahora descendían de manera abrupta juntos usando sus garras y dientes para acabar con el otro mientras que sus jinetes se lanzaban mortíferas estocadas, una de ellas dio en su blanco y el resultado fue un torrente de sangre de parte de su contrincante, el cual cayó al suelo mientras su dragón trataba de levantaba el vuelo y un grito de agonía surgió de su boca.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora