Otra vez su mundo se había puesto de patas arriba. Los últimos encuentros con el joven Agreste estaban convirtiéndose en una montaña rusa de emociones para Marinette, dejándola con el corazón latiendo frenéticamente y sus pensamientos sin sacar agua en claro.
Tras la repentina marcha del rubio en la velada anterior, ella no pudo más que preguntarse el porqué de su reacción tan extremista; por más que intentara encontrar una respuesta que tuviera sentido respecto a su comportamiento, lo único que acudía a su cabeza era la misteriosa llamada que había recibido.
Fue desde ese preciso instante que todo se fue al traste, dejándola con una inusual sensación de desasosiego por lo que pudiera haber alterado en desmedida a su compañero.
« ¿Por qué te preocupas? Ese idiota no es nada para ti. »
Se recriminó internamente, odiándose por no poder quitarse aquel desazón que no hacía más que atormentarla y que probaba qué tan errada estaba; pese a detestarlo, era evidente que entre ellos había surgido una innegable atracción, creando así un especie de vínculo del que no lograba desentenderse.
¿Era posible odiar y desear?¿Podía algo así sentirse tan intenso y abrumador como ella lo estaba experimentando?
La verdad es que ya no sabía ni qué pensar. Lo único que sabía del cierto, era que el nombre que acudía a su mente en las últimas noches era el de Adrien.
Mientras se arreglaba para ir al instituto, la azabache se quedó inmóvil delante del espejo de su habitación; acicalándose la melena mientras sus ojos se perdían en su reflejo, luego tomando una de las gomas para atarse una de las coletas hasta que...
- ¡Será gilipollas!- exclamó entrando en cólera, aproximándose al espejo y apartando los cabellos de su cuello para apreciar una notable marca rojiza-. No me fastidies, ese maldito me ha marcado...- rozó la zona con las yemas de los dedos y la exasperación dibujándose en sus facciones-. ... ¿Y ahora qué se supone que tengo que hacer?
- Cariño, ¿va todo bien?- preguntó su madre al irrumpir en el cuarto de la menor, observándola de hito en hito a la vez que la señalaba con el dedo- ¿Qué te ha pasado en el cuello?
« Nota mental: colocar un pestillo en la puerta. »
- Es-este...- dejó que su cabello cayera en cascada, tapando así la marca-. ... Es alergia.
- ¿Alergia? ¿A qué?- se interesó aún perpleja.
- A-al... ¡Perfume!- improvisó nerviosa, sin poder evitar que una risita ansiosa se escapara de sus labios.
- Pero si tú no usas perfume, cielo.- murmuró la mayor con extrañeza.
« Y aquí nos vamos al cuerno... »
- N-no, claro, quería decir que... ¿Es el nuevo gel con esencia a perfume de lavanda?
Su mentora torció el gesto, no muy convencida de los argumentos con los que se excusaba la muchacha al tratar salir airosa del comprometido panorama.
- Entonces... ¿Eres alérgica al gel?- la chica ni se molestó en repensarlo, asintiendo reiteradamente con nerviosismo-. Vaya, pues será mejor que no lo vuelvas a usar.- se acercó a ella, intentando inspeccionar la rojez a la par que la ojizarca se hacía a un lado de forma esquiva.
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||+18|| ▪TURN ME ON ▪ ➤ ADRINETTE
FanficDefraudado por su madre, Adrien Agreste se convierte en un casanova sin ningún tipo de aprecio hacia las mujeres; aprovechándose de su atractivo para acostarse con ellas sin sentimientos ni lazos de por medio. Su máscara de perfecto insensible parec...