11. UN PASO MÁS

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Tras dejar a su compañero de pupitre en el aula, Marinette se apresuró en dirigirse hacia los vestidores, correteando por los pasadizos del centro hasta que en su campo de visión divisó una silueta que se le hacía familiar de espaldas a ella.

- Luka.- murmuró con una sonrisa naciendo en sus labios.

El susodicho se volteó al oír la voz de la fémina, sonriendo ampliamente al ver con qué alegría se acercaba y se lanzaba a sus brazos.

- ¡Wow! Deduzco que alguien me ha echado de menos.-se regodeó correspondiendo a su abrazo.

- ¿Qué haces tú aquí?- preguntó ella sin rebajar el entusiasmo, separándose brevemente para mirarlo con interés-. ¿Es que no tienes clases a las que asistir?

- Hoy no.- alardeó encogiéndose de hombros-. Además, la Uni es muy aburrida sin mi dulce fresita.

La muchacha le propinó un golpe amistoso en el brazo, sin borrar esa sonrisa que solo él conseguía sonsacarle desde que sus vidas se cruzaron.

- No deberías ausentarte.

- ¿Ni para venir a visitar a mi mejor amiga?- inquirió con un puchero.

- Si pretendes darme lástima, no lo estás consiguiendo.- advirtió cruzándose de brazos.

- ¿Por qué eres tan malvada?

- Yo no soy malvada, solo so...

- Marinette.

Un escalofrío recorrió su espina dorsal al oír aquella inconfundible voz, sintiendo como su cuerpo quedaba completamente paralizado y la sangre se le helaba.

La azabache inspiró profundo, girándose despacio sobre sus talones para encontrarse con el semblante intimidatorio de su compañero de mechones dorados.

- Ad-adrien...- tartamudeó sobrecogida, tragando grueso.

Un ambiente tenso se instaló entre los presentes, siendo el varón Couffaine quien decidió alivianar la situación al intervenir con una actitud extrovertida.

- ¿Eres amigo de Mari?- inquirió con espontaneidad.

El joven de gemas esmeraldas posó su punto de mira en aquel desconocido de peculiar apariencia, examinándolo despectivamente.

- Algo así.- contestó el aludido en un tono cortante-. ¿Y tú eres...?

- Oh, claro, perdona...- extendió una mano en su dirección-. ... Luka Couffaine, soy amigo de Marinette.

El rubio titubeó, echando un rápido vistazo a la mencionada para finalmente encajar su mano con la de él.

- Adrien Agreste.- reafirmó el agarre con una presión considerable, haciendo que su opuesto se zafara con perspicacia.

- Vaya, casi me dejas lisiado...

« Debí haber apretado más fuerte. »

- Eso es porque entreno.- se regocijó con una sonrisa bravata.

- ¿Prácticas algún deporte?

« Sí, claro: el 69, el misionero, el perrito, el tominagi... »

- ¡Deporte!- exclamó exaltada la chica, mirando con pavor al de rasgos áureos-. ¡Llegamos tarde a clase de educación física!

- ¿No podrías saltártela?- animó el de orbes celestes en un tono pícaro.

- Luka...- mencionó ella emitiendo un sonsonete.

- Vamos, fresita...

« ¿Fresita? ¿Acaba de llamarla fresita? A éste yo lo cuelgo del tejado... »

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