||+18|| ▪TURN ME ON ▪ ➤ ADRINETTE

16. MI CHICA

¿Cómo se podía tropezar con la misma piedra tantas veces? ¿Es que siempre iba a ser igual?

Marinette no podía dejar de carcomerse la cabeza; no solo había permitido que ese sinvergüenza la hubiera hecho caer en sus redes de nuevo, sino que como a guinda del pastel, Luka se había enterado de su malogrado encuentro.

Al día siguiente, ella apenas quiso dirigirle la palabra al rubio. Adrien había intentado establecer contacto con la joven, ya fuera directamente hablando o por mensajes de móvil, pero ella lo eludía.

Cuando terminaron las clases, la azabache se apresuró en salir del aula, siendo interceptada por su compañero nada más llegar a la salida del recinto.

- Bichito, ¿vamos a ensayar?- inquirió con una sonrisa jovial.

- No.- negó en rotundidad, pasando por su lado con una expresión cansada.

- Pero la representación es en tres días.

- ¿Enserio? No lo sabía.- se desentendió en un tono sardónico.

- Mari...- la agarró del antebrazo, haciendo que lo afrontara con hastío-. ... Por favor, no te enfades...

La muchacha lo observó en silencio durante unos instantes, debatiéndose sin saber bien qué contestar al divisar las serias facciones del varón.

- ¡Marinette!

La mencionada se giró en redondo, viendo a su amiga Alya acercándose donde ella junto al joven Lahiffe.

- Hey, ¿va todo bien?- preguntó la pelinegra con voz pausada.

- Sí, sí.- alentó la morena al plantarse delante suyo-. Solo quería saber si querrías venir a tomar algo con nosotros.

La euroasiática miró dubitativa a la pareja, luego echando un rápido vistazo al blondo, el cual aún seguía sujetándola con firmeza.

- Tú también puedes venir, tío.- añadió el de lentes al dirigirse a su camarada.

- Nino...- se quejó su acompañante, dándole un toque en el brazo.

Tanto la Dupain como el Agreste quedaron mirándose a los ojos durante unos instantes, siendo él el primero en pronunciarse con una sonrisa descarada.

- Yo me apunto...- sentenció el de gemas verduzcas, llevándose las manos a los bolsillos del pantalón-. ... Si Morti va.

« Con que esas tenemos... »

Los rasgos de la aludida se crisparon, luego adoptando un semblante más relajado a la vez que sonreía retadora; cruzándose de brazos y barriendo con la mirada a ese deslenguado.

- Pues yo voy...- señaló al rubio, hablando con voz cortante-. ... Si el Gatorade no va.

Los dos morenos se miraron entre sí, atrapados en medio de esa disputa entre sus respectivos amigos.

- ¿Y ahora qué hacemos?- musitó el dj en el oído de la de lentes.

- ¿Me lo dices a mí? Has sido tú quién ha invitado a ricitos de oro.- le recriminó en un tono redundante.

- Pero es tu amiga la que se niega a venir.- le rebatió con un ligero retintín.

- Oye, a mi Mari no me la toques...

Sus compañeros observaban como la pareja discutía, luego compartiendo una mirada furibunda entre ellos.

- ¿Ves lo que has provocado?- inquirió la de gemas marinas.

- Nadie les dijo que se pelearan por nosotros.- murmuró con total pasotismo.

- Eres estúpido.