12. LLUVIA DE BESOS

25.7K 1.5K 2.4K
                                    

Después de acabar la tediosa semana, el sábado se presentaba como el agua en medio del desierto. Tras cuadrar sus agendas, Marinette había quedado con sus compañeros y Luka en su hogar, aprovechando la ausencia de sus padres para acomodar debidamente la casa para el informal encuentro.

Habían acordado citarse a las seis de la tarde, por lo que la azabache se apresuró en dejarlo todo a punto para la ocasión.

« Vale, creo que ya está todo listo. »

En cuanto llamaron al timbre, la chica fue corriendo hacia el recibidor, acicalándose el cabello con los dedos para luego precipitarse hacia la puerta y abrirla con una sonrisa risueña.

- ¡Wow! Qué puntuales.- se sorprendió la muchacha al ver a los tres jóvenes plantados ante suyo.

- Nos encontramos por el camino.- comentó el ojizarco con naturalidad.

- A eso le llamo yo sincronización.- aduló la de melena oscura.

Tanto Adrien como Lila se mostraban distantes entre sí, apenas cruzando una sola palabra entre ellos, mientras la euroasiática se hacía a un lado para permitirles la entrada a sus invitados.

- No sabía que íbamos a ser tantos... - masculló la Rossi en un tono desdeñoso.

- Sí, bueno... Fue algo improvisado.- musitó la anfitriona con amabilidad.

Las féminas se adentraron en la sala de estar, seguidas por los otros dos sujetos a sus espaldas.

El rubio observaba con fijación a la Dupain, aún preguntándose a sí mismo porqué había accedido a su invitación en vez de quedarse en casa o hacer cualquier otra cosa que no tuviera relación con su compañera.

- La miras mucho.- murmuró el de orbes azulados, captando la mirada incierta de su acompañante-. A Mari.

El de hebras doradas soltó una risotada, mirando de soslayo a la chica en cuestión.

- ¿Tienes algún problema con eso?- espetó el blondo a regañadientes.

- No, ninguno.- se pronunció mostrándose inescrutable-. Solo que por mucho que la mires, no tienes nada que hacer.

El Agreste se detuvo en medio del corredor, haciendo que Luka lo mirara con una sonrisa retadora.

- ¿Estás insinuando algo?- cuestionó en un tono cortante.

- Mm... No, solo expongo las cosas tal como son.- lo afrontó en una actitud sobrada-. Porque te guste o no, ella siempre va a ser mi fresita.

« Que alguien me diga que puedo partirle la cara... »

- Las dos marujas... ¿Qué hacéis que no venís?- vociferó la adolescente de rasgos asiáticos desde la puerta de la sala de estar.

- Ya vamos.- contestó sonriente el guitarrista, luego mirando a su contrario con socarronería.

Adrien no quiso entrar en su juego, apretando los puños mientras pasaba por su lado fingiendo indiferencia y posteriormente se unía a la estancia en compañía de las dos chicas.

Lila se encontraba sentada en el sofá, así como por su parte, la pelinegra iba buscando en el menú del televisor algo que ver.

- ¿Qué haces?- se interesó el de orbes verduzcos, colocándose a su lado.

- Oh-eh... Miro si echan alguna película que valga la pena.- contestó con la vista puesta en la pantalla.

- Ya que el plan de hacer macarons se fue al traste...- se quejó la castaña con los brazos cruzados.

||+18|| ▪TURN ME ON ▪                  ➤ ADRINETTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora