10 [Yugyeom]

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Si Kunpimook estuviera aquí, le diría que está mal sobre lo que piensa de mí. Él piensa que resuelvo todo con mi espada. Pero, al parecer, también puedo resolver las cosas con mi boca, ya que, hasta ahora, cada vez que me inclino hacia Jin, él se calla y cierra los ojos.

Si Kunpimook estuviera aquí, me obligaría a darle explicaciones.

Gracias a toda la magia que todavía no está aquí.

Acabo de introducir mis dedos entre los botones de la camisa de Jin, su piel está a temperatura ambiente.

En ese momento, alguien se aclara la garganta. Jin se endereza, lo que significa que su boca se zafa de la mía. Doy un paso lejos tan rápido que no estoy seguro de no haberme teletransportado.

Su asistente o niñera o lo que sea, está de pie en el arco de la entrada. Lleva un vestido negro y un delantal blanco.

—Señor Park —dice ella, y le deben pagar por fingir que no nota nada raro por aquí, pues ni siquiera se inmutó. Probablemente dos chicos besándose no sea ni de lejos lo más raro que ha visto; seguramente haya presenciado interrogatorios y hasta sacrificios de cabras—. Tiene invitados —dice ella—. Dos jóvenes.

—Gracias, Vera —dice Jin sin un indicio de disculpa—. Hágalos seguir —él endereza su camisa y se alisa el cabello.

—¿Jóvenes? —digo—. ¿Más de una persona?

—Jane —dice Jin sobre mi hombro—, bienvenida. Hola, Bhuwakul.

Me doy la vuelta.

Kunpimook y Jane están de pie en la puerta de la biblioteca, no debieron haber esperado a que la criada los trajera. Bambam ya está mirando las estanterías de la biblioteca lujuriosamente. Jane me está mirando. Supongo que aún no se ha ido la tensión de ser mi ex novia.

—¿Qué están haciendo aquí? —digo.

—Jin nos llamó —dice Bambam. Entra a la habitación y me entrega un plato de galletas de jengibre cubierto con papel plástico.

—¿Qué estás haciendo aquí? —me pregunta Jane.

—Jane se estaba quedando conmigo —explica Bambam— y ella tenía su coche, así que...

—Por favor, entra, Jane —invita Jin—. ¿Quieren algo de beber?

—Tomaré té —dice Bambam.

—Excelente —dice, caminando a grandes zancadas más allá de donde estaba Jane fuera de la puerta.

—¿Qué es esto? —dice Jane—. Kunpimook ni siquiera me dijo a dónde veníamos. ¿Qué estás haciendo aquí, Yugyeom?

Le frunzo el ceño a Bambam.

Él desenvuelve el plato de las galletas de jengibre y toma una.

—¡Yo no sabía lo que tenía permitido decir! Y no creo que ella me hubiera traído si le hubiera dicho a dónde veníamos. Ustedes dos tienen que superar esto, Yugyeom. Si puedes hacer las paces con Jin, puedes hacer las paces con Jane.

No le tengo rencor a ella, ¿Quién la puede culpar por dejarme por Jin?

—Paces temporales —dice Jin, ya de vuelta con té y un plato de fruta. Él debió usar magia.

—Ya sirvo yo el té —dice Bambam.

—¿Paces temporales? —pregunta Jane. Bambam le entrega una taza de té—. ¿Están todos ustedes poseídos? —ella devuelve el té—. No voy a beber eso.

Jin me mira.

—Es tu decisión, Yu. ¿Confías en ella?

Jane está que echa humos.

Moriré besando a Kim Yugyeom ► jingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora