Moriré besando a Kim Yugyeom ► jingyeom

29 [ epílogo pt. 3 : Yugyeom ]

Aunque soy el único aquí sin magia, nadie está ayudando a llevar las cajas por los cuatro pisos que hay.

—Tú —le dije a Jin, dejando que una caja caiga en el sofá—, incluso tienes superfuerza. Probablemente podrías hacer esto en la mitad de los viajes.

—Sí —saca la tapa de la taza de Starbucks, así que él puede lamer la crema batida directamente—. Pero entonces tus vecinos normales empezarían a preguntarse, y ya son curiosos sobre el apuesto joven que frecuenta tu puerta de día y de noche.

—Los vecinos ni siquiera saben que nos estamos mudando. Todos están en el trabajo.

—Bueno, se preguntarán, una vez que nos hechen un vistazo. Somos cool y misteriosos y más guapos que cualquier pareja tiene derecho a ser —él me mira y saca la copa de su boca—. Hablando de eso, ven aquí, Yu: una de tus alas se está mostrando.

Pensé que las alas se desvanecerían o incluso caería después de dar al Humdrum mi magia. Pero Bambam dice que usé mi magia para hacerlas, y solo porque le di mi magia no significa todo lo que hice con ella se va a deshacer.

Todavía tengo alas, y Jin no para de burlarse.

—Ni siquiera es una cola de dragón, te diste a ti mismo la cola de un diablo de dibujos animados.

—Estoy seguro de que podría hacer que la quiten —le digo—. Yo podría hablar con el Dr. Sung.

—No vamos a hacer nada apresurado.

Bambam ha estado lanzando hechizos Estos no son los androides que están buscando. Así que las Normales no notan mis partes dragón, pero el hechizo no dura todo el día. Me temo que van a salir durante una clase.

—Solo dile a la gente que estás en un show —Jin aconsejó.

—¿Qué tipo de espectáculo?

—No lo sé, es lo que mi tío Hoseok me dijo que dijera si alguien alguna vez se daba cuenta de mis colmillos.

Me siento frente a Jin ahora, en la mesa de café —la cual cargué por mí mismo— me entrega la copa, y me tomo un sorbo.

—¿Qué es esto?

—Moca de calabaza, mitad de leche y mitad de café. Lo inventé yo.

—Es como beber una barra de chocolate —le digo—. Pensé que íbamos a tomar el té.

—¿No te compró Bhuwakul una tetera? Tienes que empezar a entender esto, Yu: autosuficiencia —sostiene su varita por encima de mi hombro y golpetea mi ala—: ¡No hay nada que ver aquí!

—Oh, Jin, vamos. Sabes que odio No hay nada que ver aquí. Ahora la gente se estará tropezando conmigo.

—Los mendigos no pueden elegir... no sé ese hechizo robot de Bhuwakul.

Bambam sale de su dormitorio.

—Yugyeom, ¿has visto mi bola de cristal?

—¿Debería?

—Está en una caja marcada "Cuidado: bola de cristal". Oh, hola, Jin. ¿Qué haces aquí?

—Voy a estar aquí todo el tiempo, Bhuwakul. Voy a rondar tu puerta de día y de noche.

—¿Has venido para ayudar a mudarnos?

Él pone la tapa en su bebida.

—Hmm. No.

Jin y yo hablamos de conseguir un piso juntos después que finalizó en Watford.

Yo no volví, digo, no tenía magia, pero la madre de Kunpimook me hubiese dejado regresar.