Capítulo 10

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Caí al piso de rodillas tapandome la boca, sentí mis mejillas húmedas por las lágrimas que me salían, mis manos comenzaron a temblar, sentí en mi corazón algo que jamás había sentido, me palpitaba  con rapidez y no podía hablar, no podía decir una palabra, la quijada me temblaba.

Dicen que el sentimiento de perder a alguien a quien amas es espantoso, pero yo no lo quiero sentir y sin embargo lo siento, siento mi pecho arder, como que si hubiese llamas dentro de mi.

¿Que tengo que hacer para no sentir esto?

__Ya tranquilo__Dijo Sandy tocandome el hombro. ( Sandy es la hermana melliza de Onodera)

Estaba como congelado y vi puntitos negros borrosos por todos lados hasta cerrar mis ojos.

Desperté en la camilla de la enfermería del Instituto, y no podía creer quien estaba en la orilla de la cama.

__¿Ono, de, ra?__Dije tartamudeando.

El se giró a verme y se tiro encima mio y me abrazo con todas sus fuerzas, me sentí feliz, demasiado feliz, me pellisque para saber si era un sueño o no, y claro que no lo era, mi amor me estaba abrazando.

Se separó de mi totalmente rojo y me miro la entrepierna.
Mire donde estaba mirando y no me había dado cuenta mi erección, de inmediato me puse rojo. ¿En serio? Desde el principio con el y hará ahora me pongo así.

__Lo, lo siento__dije avergonzado.

El me Miro de nuevo con esos hermosos ojos cafés.

__No, lo siento yo, me pase, mejor me voy.

Se fue sin dejarme hablar.
El recuerdo de lo que hablamos Sandy y yo me llego a mi mente.__ Maldición.

Me levanté tirando todo a mi paso, y salí de ahí corriendo sin rumbo.
Onodera se va a morir, mi amor se va a morir, el amor de mi vida se va a morir.

Corría a lo idiota hasta chocar con el inesperado Thomas.

__Ian, ¿Te pasa algo?__ Dijo levantándome del suelo.

Baje mi mirada, muchas lágrimas me salían, de nuevo no podía hablar. Sentí unos brazos fuertes rodeandome.

__Mi amor Ian, no llores aquí estoy para ti.

Thomas tiene 20 años y es mi mejor amigo desde que entre al curso de inglés, el me ayudo, en ese entonces yo tenía 11 y el tenía 14, desde ahí comenzamos hacer buenos amigos,  o al menos para mi.

Thomas me alzó como si fuera su esposa y me llevo así a casa.
Desgraciadamente mi madre se encontraba.

__Ian, ¿por Dios estas bien?__Dijo mi querida madre abriendo la puerta.

__Si madre, me había desmayado y me atendieron en la enfermería, pero estoy bien.

Me a baje de los brasos de Thomas.
Mi madre me conoce y sabe que cuando me desmayo es por que algo no anda bien.

__Pasen por favor y quiero que hablemos los cuatro.

__ ¿Los 4?__Le dije confundido. Seguramente ya perdió la gordura está mujer.

__si Ian, usted, Thomas, Onodera y yo.

Al escuchar su nombre me puse de varios colores, creo que debería ser un camaleón.

Pasamos a la sala y nos sentamos en los sofás, y Thomas se sentó a la par mía.

Estábamos totalmente en silencio hasta que alguien apareció por la entrada de la puerta. Me paré diciendo. __¡Onodera!.

__¡Siéntate!__Escuche decir de mi madre.

No le dirigí la palabra y me senté.

__Pasa cariño__le dijo a Onodera.

El se sentó al frente de nosotros sin quitarle la mirada asesina a Thomas, y Thomas no dejaba de mirarme y yo no dejaba de mirar a mi mamá y mi madre no dejaba de mirar a un insecto que caminaba entre la sala. ¿Que diablos?

__Bien, ya que estamos aquí quiero saber una cosa, ¿tú Thomas que eres de Ian?.

__Somos mejores amigos__Dijo con toda la tranquilidad del mundo.

Onodera me miro frunciendo el ceño, ya tenía la piel de gallina.

__Ya veo, y tú Onodera, ¿que eres de Ian y Thomas?

__no se, no los conozco__Dijo cruzandoce de manos.

__Mmmm esto va a resultar extraño entonces__Dijo mi madre tocandose la barbilla.

Una imagen llegó a mi cabeza, mi cumpleaños. De una vez me levanté del sofá.

__Mamá, no dejaré que esto pase de nuevo, ya estoy grande para eso mamá por Dios.__me fui a la cocina por agua.

Recuerdo que mi madre tiene la maña de invitar a mis amigos a mi fiesta de cumpleaños y que mi mejor amigo se quedara en una pijamada pero ella invitaba a cualquier chico que me llegase a caer mal para juntarse a la pijamada. Maldición y ese va hacer Onodera.

Me devolví de nuevo y mi madre ya estaba apuntando todo en su libreta.

__Bueno chicos, los dejo, tengo que hacer unas cosas por ahí.

Se levantó y se fue para su habitación dejándonos solos.

De nuevo estábamos callados.

__Los odio__Dijo Onodera viento a Thomas, ni siquiera puede mirarme cuando lo dice.

__Yo te odio desde que te acercarste a Ian__Dijo Thomas.

Onodera estaba totalmente furioso y se acercó a golpear a Thomas pero  ERORR.

Thomas se levantó a golpear a Onodera con su puño.

Si dejo que esto pase, Onodera saldrá muy lastimado y es que Thomas está más fuerte y cuando se enfurece no se puede controlar.

En medio de los dos me metí y por idiota recibo el gran puñetazo de Thomas.

Me medio levanté del piso mariado por el gran golpe y con un gran dolor en mi nariz.

Los dos me vieron muy asustados. 

__Ian, lo siento, de verdad, déjame curar tu nariz__Dijo asustado.

Toque mi pequeña nariz y tenía sangre, me rompió mi pobre nariz este pedazo de idiota.

__Quiero que se vallan los dos de mi casa ahora__Dije gritando.

Onodera me miro y luego miro a Thomas y se fue. Thomas se acercó y me abrazo.

__Lo siento mucho Ian, yo no queria golpearte, pero eso te pasa por entrometerse.

__No quería que golpearas a Onodera.

Thomas se fue sin decirme nada, el muy bien sabe que todavía sigo amando a mi chico japones.

Duele tener a una persona en tu corazón, sin poder tenerlo en tus brazos.




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