Romance ideal

Capítulo 17

Desperté en una habitación desconocida.
Me gire y vi el hermoso rostro de Onodera a pocos metros de la mía. ¿Puta mierda en que momento llegue aquí? 

Acaricié su rostro pálido y frío. El despertó.

__ Hola, querido Ian__ dijo con una sonrisa .

__ buenos días mi vida__ le contesté.

Onodera se sentó en la cama algo sonrojado.

__ ¿ qué te pasa?__ le pregunté.

__ es que, bueno ya sabes, supongo que ahora somos algo.

__ estamos juntos ahora, además que juego con tu " lo que ya sabes", hacemos
" eso" y te meto "lo otro" y así llegamos al....

__ no lo digas en voz alta__ dijo interrumpiendo.__ Me sorprendes Ian, pensé que no te ibas acordar de lo que paso ayer. Más bien pensé que me ibas a matar.

__ Hay Onodera, sinceramente no me acuerdo mucho, lo único que si me acuerdo bastante es cuando te daba duro en tu entrada.........

__ Cállate__ grito.__ deja de ser tan pervertido Ian, esas cosas no se dicen.

Me volví acostar en su suave cama, el dolor de cabeza que tengo es imparable.

Desde hoy en adelante, estaré con este hombre, y hablo en serio, pase lo que pase. Aún que diga que si o que no.

Sentí su fria piel en mi pecho, abrí los ojos y vi que me estaba abrazando, ¿cuantas veces no soñé con esto.?

Onodera me dio una gran y hermosa sonrisa.

__usted no sabe el desorden de emociones que me provoca su sonrisa__ le dije acariciando su cabello.

Nos besamos, sin duda alguna, Onodera tiene lo labios más suaves y sexys del planeta carajo.

Sin embargo me siento mal por todo lo que le he hecho, este pobre Ángel no merece sufrimiento, merece todo el amor de mi y se lo daré de muchas maneras.

Bueno en fin, para que este hombre este conmigo es mejor dar el primer paso.

__ ¿ Onodera, quieres vivir conmigo?

Se levantó de golpe y comenzó a tartamudear y hablar cosas sin sentido que al final no entendí ni un carajo.

Me levanté también de la cama con aquel dolor en mi cabeza y con gran sed de agua fria.

Me arrodille ante el y le propuse que fuera mi novio, tontamente acepto, se me tiro encima muy feliz, y me beso por todos lados de mi rostro, yo estaba más emocionado que Roberts Pattinson en su primer Oscar.

__ Onodera, escuchame muy bien, no quiero que alguien te toque, eres mio y tampoco quiero ver hombres cerca tuyo, ahora ve y deme desayuno y un buen vaso de agua fría.

Torpe mente se fue por mi desayuno, así que me puse a pensar en un futuro con el y dejar de lado lo que el me ha hecho y también lo que le he hecho. Quiero vivir en un lugar con bastantes árboles, y tener 3 hijos, que el se quede en casa a cuidarlos y que yo me valla a trabajar para mantenerlos, es lo más hermoso que puede pasar.

Quisiera casarme con el, me gustaría verlo con un vestido de novia, ojalá corto, Dios Ian deja de ser tan pervertido.

Llego con mi desayuno, un típico, huevos revueltos, tocino, ensalada y jugo de naranja con mi vaso de agua fría.
No dure ni un minuto cuando todo me lo comí.

__ Ian, no me dijistes cómo te fue ayer en el hospital, ¿te dieron el trabajo o no?__ pregunto.

__ Si mi querido Onodera, hoy tengo que entrar en la noche, de hecho a las 6__ contesté.

__ de acuerdo, yo me tengo que ir a trabajar, en la empresa de libros.

Onodera comenzó alistarse, lo vehia como andaba, parecía flash, de un lado a otro, hasta que terminó, me dio un beso en la frente y se fue.

Mire mi celular y todavía eran las 9 de la mañana así que dormí en su suave cama con olor a fresas, es estraño, un misterio que un chico tenga ese olor.

Desperté con muchas ganas de trabajar, me fui a mi casa y entre, lo primero que recibo es la cachetada de mi madre.

__ ¿pero que diablos mamá?

__ Lo siento hijo, ya sabes es costumbre.

__ Hay Dios cura a esta señora que está mal de la cabeza__ dije rezando.

Mi madre me vio con cara de asesina y me fui corriendo como niño adolescente a mi habitación.

Llegué al hospital con todos los nervios por encima. Lo primero que me dieron fue el uniforme y la oficina privada. Me sentí agusto de lo hermosa que era. Y pensé, aquí sería genial hacerle el amor a Onodera.