Hola chicas, sepan que esto me dolió. No pensé que fuera a terminar de esta manera. Espero les guste.
Después de salir del trabajo me fuí a casa muy cansado, jamás pensé que ser Doctor iva ser tan agotador.
Llegué a mi casa y lo primero que hice fue tumbarme en mi cama.
Al rato sentí en mi abdomen algo frío, abrí los ojos como platos a ver que era.
__ diablos Onodera, no puedes aparecer así maldita sea, pense que eras otra cosa__ dije enojado.
Onodera se levantó y me miro fijamente.
__¿Me quieres con el corazón o con la cabeza?
__ Me temo que con los pies, de otro modo no puedo explicar por que siempre regreso a ti.
Sonrió.
__ busqué un departamento cerca de donde trabajas, iré verlo hoy, así que descansa.
Me dio un abrazo y luego un beso en la frente y se fue. Quería hacerle el amor pero me siento mierda ahorita.
Estaba apunto de cerrar los ojos cuando escucho una balacera afuera, me levanté y mire hacia la ventana lo más rápido posible, ahí en la acera de la calle estaba mi amor Onodera, en un charco de sangre.
Salí lo más rápido posible de la casa, pero todo parecía que iba en cámara lenta.
Me acerqué al cuerpo sin vida de mi querido amor, en su cabezita se le había formado un enorme agujero.
Le agarré de sus hombros y lo tambalie para que despertará, sus ojitos estaban sellados, su boca estaba abierta, su hermoso cabello le cubría parte de su rostro, se ve tan sexy.
__ Onodera, mi amor por favor no te vallas, Onodera__ le di varias cachetadas para que despertará.
Mi madre me tomó de las manos y me separó de Onodera, la empuje y callo al duro suelo.
__ nadie jamás me separará de Onodera maldita sea__ dije gritando.
Me aferre al cuerpo de el como si no hubiese un mañana.
Al cabo de quince minutos llegó la ambulancia.Como Doctor que soy se muy bien que el se ha ido, su corazón dejo de latir.
Montaron a Onodera a la ambulancia, yo le agarré de su mano fría y no la solté en ningún momento.
Muchas lágrimas salían de mis ojos sin parar, mi corazón estaba destruido, yo estaba destruido.
Me acerqué a su hermoso rostro y le dije con el corazón en la mano.
__ si hubiera sabido que sería la última vez que nos veríamos, te hubiera abrazado más fuerte.
Cuando llegamos, lo lleve a la sala aislada para personas muy enfermas, me puse la vata y comencé a examinarlo.
Le quite su ropa hasta dejarlo desnudo, mis manos temblaban, aún seguía llorando y como cobarde que soy caí desmayado al suelo.
Cuando desperté lo primero que hice fue levantarme, por alguna razón todo mi cuerpo se sentía débil.
Mire a mi alrededor y estaba en mi oficina, acostado en la camilla.
Salí de ahí como bala a buscar a mi Onodera, pero no me dejaron entrar.Ya le estaba haciendo la autopsia.
No me había dado cuenta que dormí un día entero.Entre de nuevo a mi oficina a esperar, pero no aguantaba, me sentía mal, seguía llorando como niño, mi corazón se siente triste.
Cerré con seguro la oficina, y comencé a tirar todo escuchaba como trataban de abrir la puerta, pero no me importó. Sin querer queriendo lancé una de mis navajas y me cortó la vena de la muñeca, la sangre no tardo en salir, más me dio cólera, lancé la computadora por la ventana, la silla, los papeles, todo, hasta que todo se me iba oscureciendo así que me acosté en la camilla y cerré mis ojos.
Aquí es donde iré a ver a mi amor, aquí es donde estaré con el y está es la única forma de hacerlo. Voy por ti, Onodera.
Fin
Les recomendó que lean está hermosa historia.
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Romance ideal
RomantikIan un chico de 17 años, popular en el instituto y famoso por sus padres que son cantantes, llega conocer a un niño japonés de 15 años llamado Onodera quien con su familia se viene a vivir a a la par de Ian convirtiéndose en su vecino, extrañamente...