{ Tengo ganas de pegar cosas en mi habitación así que me dije, ¿por qué no pedirle a las chicas que hagan dibujos? Me encantaría pegar sus dibujos en la pared. Así que ya saben, si les gustó alguna parte o si tienen ganas de dibujar ^^ }
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ Capítulo { 9 } Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
Oliver
« Debes matar a Birdy. A tu única amiga »
Aquellas palabras retumbaban sin cesar en la mente de Oliver. Le dedicó una furiosa mirada a su contraria, los ojos azules que poseía le hacían acordar al estúpido de Martín. Y eso, le daba asco.
La apartó de su lado y se dirigió hasta la puerta, y cuando apoyó su mano en el picaporte, Isabella habló. Apretó los puños y se mojó los labios con su lengua, había superado tantos cosas que aquella chica insoportable solo era una bolsa pequeña en el basurero.
—¿Estás rechazando la propuesta? ¡Ella no te ama! —exclamó cruzada de brazos y entre rizas
—No sé cómo es que sabes todo —enfocó su mirada en el picaporte y luego la transportó hasta ella—. ¿Pero sabes qué? Vete a la mierda.
Abrió la puerta y dejó que el sonido de sus pasos lo acompañaran. Atravesó los pasillos casi corriendo, y bajó las escaleras. Ya no le quedaban ánimos para seguir avanzando con su vida: las montañas rusas cada vez se volvían más altas y empinadas, a la vez que los bosques más oscuros y siniestros.Endureció su mirada. Si mataba a Birdy, ¿qué sentido tenía seguir guardando aquellas fotos? Es más, aún continuaba preguntándose porqué demonios continuaba con este “juego” si ella seguía enamorada de aquél chico llamado Martín. La amaba, realmente la amaba. Pero por suerte, no se consideraba esa clase de personas que deja que todo pase frente a sus ojos.
Y parecía que Martín tampoco.
—¿Sales tan temprano de la escuela? ¿Eh? —su voz masculina brotó de su boca en tono de burla. Sí, el chico que más odiaba se hallaba justo en frente de él. Con las manos escondidas en los bolsillos, en una posición amenazante.
—¿No tienes nada más que hacer que venir a verme? —exclamó Oliver con una sonrisa torcida—.¿Quieres que te de besitos? ¿Abrazos, quizás?
Martín le lanzó una mirada de desprecio.
—Vine a verte porque has comenzado a molestarme de verdad.
—Eso es un alivio, ¿sabes? Yo me pasaba todas las noches pensando: ¿Quién molestará a este tipo si yo muero?
—Así que también tienes este tipo de personalidad también, muñeco de nieve.
Oliver intentó esquivarlo pero Martín lo atrapó del brazo. La fuerza que tenía era increíble comparada con la de él, jamás lograría vencerle incluso si luchaban allí mismo.
—Tan solo déjame.
—Lárgate de la vida de Birdy y dejaré de molestarte.
Oliver sonrió una vez más.
—Una chica que posee los mismos ojos azules que tú me ha pedido que la mate, y ahora tú me pides que me aleje de ella. ¿Es que tienes relación con ella? ¿Es acaso tu prima? Hablo de la chica albina, Isabella.
—No es albina, simplemente se ha teñido el cabello.
—¿Quién es?
—Es mi hija. Y también es la hija de Birdy.
Observó sobre su hombro y vio en la puerta del instituto a la chica de antes, delicada como una flor. Exactamente como Birdy. Qué idiota, ¿cómo no se había dado cuenta antes?
Sin embargo, su personalidad era tan miserable como la de su padre.
Cayó al suelo porque simplemente sus piernas no resistieron. De un segundo a otro se encontraba sobre el pavimento, con los ojos llorosos. Apretó sus puños nuevamente e intentó levantarse pero ya no le quedaban fuerzas. Una sola palabra logró escaparse de su boca:
—Imposible.
—Si las cartas y los videos son ciertos, ¿entonces por qué no también las personas del futuro?
—¿¡QUÉ HAY DE MIS FOTOS!? —gritó y golpeó su puño contra el suelo—. ¿¡QUÉ HAY DE MIS DOS HIJOS!?
Martín se agachó frente a él y lo observó con una retorcida sonrisa.
—Me pregunto si tu futuro realmente es real.
—Es real.
—¿Dónde está tu prueba?
—No tengo…
Martín sonrió para luego tomar de la mano a su hija.
—De todas formas, ya lo sabía.
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Mariposas blancas
DiversosBirdy descubre todo su futuro gracias a extrañas fotos que aparecieron en su cámara: conoce al chico con el que se casará, y sabe con qué trabajo ganará un buen sueldo para mantener a sus dos hijas. Con quince años su vida se convierte algo aburrida...