IX. Alan da un plantón a Pablos 😈

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Tras salir de la última clase, Alan se dirigió hacia el lugar donde había aparcado su coche. En seguida se dió cuenta de que había un chico sentado sobre el capó, lo cual le molestó aún más según se fue acercando, mientras distinguía que ese chico era la persona a la que menos deseaba ver en aquel momento: Éric.

¿Qué haces aquí? ¿Es que no te cansas de molestar?

Alan... ¿Podemos platicar?

¿Otra vez...?

Sí...

Alan se metió en el coche y arrancó.

Perdona, Éric, pero como no te apartes creo que te atropellaré.

Alan, en serio. Déjame subir y si quieres luego me dejas tirado por cualquier parte.

No seas bobo: estoy esperando a Pablos para llevarlo a casa, como siempre.

¿Qué más te da? A él le dará igual... O bueno, más bien lo comprenderá: siempre te lo perdona todo.

Cierto, no pasará nada porque lo deje tirado un día... Y ya se está demorando... —meditó— Está bien, sube. Pero es tu oportunidad postrera, así que aprovéchala.

Claro.

Éric subió y se sentó junto a su amigo.

¿Y bien...? ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme?

He oído que tú padre ha vuelto ya de Uagadugú...

¿Cómo?

Es un pueblo pequeño: quieras o no aquí todo el mundo se termina enterando de todo tarde o temprano...

Si consideras pueblo pequeño a una localidad con población de  más de 1000 habitantes (censo de 2015). Como quiera que así sea, tampoco es ninguna novedad para mí. ¿Ya has terminado?

No.

Explícate pues:

Lamento en parte varias de las cosas que te dije antes. La mayoría eran ciertas, pero otras... Otras no las pienso realmente: sólo las dije porque estaba muy enojado y para lastimarte... Y lo siento. No sé qué me ha pasado últimamente, pero estoy molesto con todo el mundo y a veces lo pago con gente que no lo merece.

No te preocupes: supongo que todo lo que dijiste de mí era cierto. Realmente supiste lastimarme: estoy orgulloso de tí.

Siento haber herido tus sentimientos, de veras. Espero que puedas perdonarme...

Pues sigue esperando, porque no es necesario: somos hermanos, no podemos estar mucho tiempo enfrentados.

¿Ahora qué harás?

— ... No quiero ir casa.

Yo tampoco. Ojalá pudiera simplemente desaparecer. ¿Crees que tu padre está enfadado contigo?

Sabe lo de la fiesta.

Lo siento. ¿Quieres venir a dormir esta noche a mi casa?

Vale.

Tú siempre me has dejado quedarme en la tuya cuando la situación en la mía se ha vuelto insoportable. Ahora me toca a mí, aunque te aviso de que tengo mucho espacio y estará por allí mi familia.

No hay problema.

Te quiero, tío.

Y yo a tí, bro.

Mi Tóxico Mejor Amigo el Playboy Hot ¿Enamorado de un Vampiro Gay? {Hipolento}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora