XIII. Alan inicia un debate teológico 👼

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Me alegro mucho de que me hayas podido perdonar. De verdad, siento mucho cómo actué cuando tú solo querías arreglar las cosas...

Pues muy bien por tí —repuso Éric—. ¿Algo más? Porque eso ya me lo has dicho unas 4 veces...

Es que, yo... Creo que tenía envidia de tu relación con Alan, como si creyera que fueras a apartarlo de mí.

¿Como tú has tratado antes de hacer conmigo? Mejor cuéntame algo que no sepa...

¿Seguro que no sigues enfadado?

Claro que no. No merece la pena dejarse afectar por tamañas tonterías.

Qué bien, ya pensaba que no volveríamos a ser amigos...

Ay, Pablos... No te equivoques —negó con la cabeza—. Como tú ya has dicho antes, nunca hemos sido amigos. Y que te haya perdonado no cambia nada entre nosotros. Lo único que nos une es Alan, al igual que lo único que le une a él con Álison eres (por poner un ejemplo) tú.

Alan, que iba por delante de ellos, al fin llegó a su mesa y se sentó: pronto los demás le imitaron, sentándose Éric a su izquierda, frente a Skënder, y Pablos a su derecha, frente a Xavier. Comenzó a mirar su bandeja, aun sin mucho interés, como si él no hubiera elegido disponer en ella lo que sobre la misma había: una ensalada, una rebanada de pan integral, una desesperada carta de amor, un postre de ricos y, por supuesto, una botella de agua mineral — cabe mencionar que los lugareños siempre han presumido que las aguas del manantial local son las mejores de todo el continente. Valiéndose del tenedor, comenzó a revolver la ensalada.

Chicos, tengo una duda —exclamó—. ¿Sabéis quién es más importante?: ¿Si nuestro señor Jesucristo, o el santo arcángel Gabriel?

Si no es el Yisus, no sé quién va a ser si no —respondió Skënder mientras mordía una alita de pollo.

Yo no estaría tan seguro —arguió Xavier—: Jesús era un sólo hombre, y el Gabriel ese es un arcángel, osea, un ser superior.

Sí, tiene sentido —concluyó Alan—, porque la naturaleza de los ángeles tiene un grado más de imagen y semejanza con la divina que la humana, según demostró santo Tomás.

¿Por qué la pregunta?

Porque si yo fuera Dios, Éric sería San Gabriel, al sentarse a mi izquierda, y Pablos Jesús por situarse al lado opuesto.

No, te equivocas —le corrigió Xavier—. Todo el mundo sabe que el único que se sienta a la izquierda de Dios es el Narrador.

Eso es ridículo. El Evangelio no dice nada al respecto (!)

Pues yo siempre lo había creído así... —intervino Éric.

Sabéis que ese hombre tiene un lugar destacado en mi corazón, pero... Eso sólo son unas absurdas supersticiones de origen pagano que el vulgo inculto se inventa por miedo a lo desconocido y a descubrir la verdad que ciencia nos brinda. Si fuera cierto, la Biblia lo diría, ¿okey?

¿Es que soy el único que piensa realmente que el narrador es Dios? —cuestinó al fin Pablos.

Es un planteamiento a toda luz interesante, qué curioso que nunca se me hubiera ocurrido... Hasta ahora nunca te había creído inteligente —se admiró Alan, francamente sorprendido—. Teniendo en cuenta que es omnisciente y parece tener el don de la ubicuidad, eso le suma puntos... pero si no lo es, la sola idea de considerarlo se me antoja herejía. Como sea, si alguno lo veis por ahí, preguntadle si se llama YHWH, a ver si vas a tener razón.

Mi Tóxico Mejor Amigo el Playboy Hot ¿Enamorado de un Vampiro Gay? {Hipolento}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora