...Prólogo...

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-Señor Kazekage...
-Han vuelto, ¿Cómo ha ido todo? ¿Tienen noticias de Orochimaru?
-No, aún nada... Pero... Hemos encontrado algo más...
-¿Algo como qué?
-Será mejor que lo vea usted mismo, señor...
-Adelante, llévame ante los demás...
Aquel ninja se propuso escoltar al señor Kazekage a una de las salas secretas que la Aldea de la Arena poseía. Al verlo entrar, inmediatamente fue llevado ante el descubrimiento más reciente; Frente al Kazekage se encontraba una niña de aproximadamente 10 años de edad, pero el Kazekage no podía creer lo que veía, como si fuera una broma de mal gusto.
-¡Qué alguien expliqué esto ahora!
-Señor Kazekage, aquí tiene toda la información recopilada sobre la misión...
-Bien, regresare a mi oficina y que alguien entregué a esta chica con sus familiares...
-Kazekage, con todo el respeto que usted merece, me temo que necesita leer el informe antes de tomar una decisión...
Al ver la cara que todos tenían, el Kazekage ordenó que la mantuvieran oculta hasta la nueva orden que daría después de estar al tanto sobre todo y así se obedeció.

Pero eso pasó hace mucho tiempo atrás, ahora el Kazekage era Gaara del Desierto, ahora la información estaba sobre él y ahora las cosas tenían que seguir igual que antes... O al menos eso esperaban todos.

-¿Y no pudieron simplemente liberarla en algún lugar?
-Señor Kazekage, sabemos que ha tomado el puesto recientemente pero necesita leer los pergaminos secretos de la Aldea de la Arena...
-Lo único que sé es que planeaban encontrar a Orochimaru antes que Konoha con fines que se fueron olvidando a partir de un extraño descubrimiento...
-Así es señor, es hora de ponerlo al corriente con el fin de que continúe con las mismas reglas establecidas por los anteriores Kazekages...
-Esto paso hace demasiado tiempo, desde que Orochimaru abandono Konoha, ¿Me estas queriendo decir que ese experimento sigue vivo?
-Es más que eso señor, compermiso...
Aquel ninja abandonaba la oficina de Gaara, dejándolo sólo y con un montón de pergaminos en su escritorio, el Pelirrojo no tuvo un gran presentimiento ante eso por lo que inmediatamente tomó asiento y empezó a leer. Sus ojos se abrían cada vez más al continuar con la lectura, se puso de pie con rapidez llamando a algún ninja cerca; Llamado que fue respondido a la brevedad.
-A sus órdenes...
-¡Llévame inmediatamente a las salas secretas de la Aldea!
-¡S-Si!
Salieron a prisa, en el camino no hubo ningún comentario ni nada, al llegar, había dos ninjas en la entrada, al entrar, se encontraban varios más por los pasillos, uno en específico camino hacia ellos.
-Bienvenido Kazekage, me imagino que habrá leído la información...
-Quiero verlo con mis propios ojos...
-Por supuesto, por aquí por favor y si me permite, daré detalles de los descubrimientos logrados hasta ahora...
-¿Han estado experimentando?
-Exactamente, todos estos años, se sorprenderá, estoy seguro...
Silencio, pasos escuchandose por los corredores eran lo único que les hacía compañía en el trayecto, una puerta y tras ella, una persona encadenada de las muñecas a una pared, de aspecto lamentable. Gaara se sorprendió, era una chica de unos 15 años que mantenía la mirada baja.
-Oye... Muestra respeto hacia el Kazekage y enseña tu rostro...
-...
Nada, la chica no se inmutaba, aquel ninja se acercó a ella para tomarla por el mentón y alzar su rostro, era inexpresiva, sus ojos no tenían brillo, como una simple marioneta. El detalle de tener ojos de color distinto fue algo que tambien llamó la atencion del Kazekage, no tenía marcas de tortura en el cuerpo, pero estaba demasiado delgada por debajo de su peso normal y se notaba que no había tomado un baño en mucho tiempo.
-¿Este es el descubrimiento?
-No se deje engañar por su inocente apariencia, cuando es provocada suele liberar el Chakra maligno que posee...
-¿Alguna vez a atacado a alguien?
-¿Eh? Pu-pues no... Es demasiado dócil hasta eso, una ventaja...
-¿Cuales son sus observaciones?
El ninja la soltó para acercarse al Kazekage quien miraba como la chica volvía a la misma posición de infelicidad. Gaara se cruzó de brazos teniendo una mirada profunda hacia ella.
-Orochimaru hizo un gran trabajo debo decir...
Al escuchar tal nombre, la chica dio una reacción por su parte, levantando la mirada lentamente girando la cabeza a sus costados de la misma forma, como buscando algo. Gaara mantenía sus ojos sobre ella, no le daba para nada mala espina así como tampoco parecía mala chica.
-¿Que hace?
-Reacciona así cada que escucha ese nombre, pero vuelve a su posición en cuanto nota que no hay nadie...
-Lo está buscando...
-Normal, sería su única familia desde su creación, quiero decir... Es normal que extrañe a su padre...
-¡¿Qué?!
-Tiene un nivel de compatibilidad del 99%, esta claro que utilizó su propio cuerpo como ejemplo...
-¿Posee las mismas habilidades?
-En todo este tiempo no se ha podido descubrir al 100%, las heridas en ella sanan inmediatamente, creemos que es por el Chakra maligno... No sabe Ninjutsu, ni ningun arte marcial, es prácticamente vulnerable... Y crece un año cada 5 cumplidos, toda una dueña de la inmortalidad...
Gaara escuchaba, parecía que nada lo sorprendía, después de todo era información que ya venía en los pergaminos. Sus pasos, dirigiéndose a ella, alertaron a todos pero el ninja líder detuvo al resto con sólo levantar su mano.
-Señor Kazekage, tomé precauciones por favor...
Aún sin escuchar, el Pelirrojo levantó el rostro de la chica de la misma manera que el ninja lo hizo la vez pasada, la respuesta fue la misma, nada, se vio reflejado en aquellos ojos bicolor y después un sonido de un metal cayendo al suelo, inundó la habitación. Rostros llenos de pánico, rostros llenos de confusión, Gaara había roto las cadenas que la sujetaban con ayuda de la Arena que lo acompaña siempre. Ese acto pareció llamar la atención de la chica pero para cuando se dio cuenta, Gaara ya estaba lejos enfrentando a los ninjas.
-Se-señor Kazekage, ¿Porque ha tomado esa decisión?
-Dejarán de experimentar con ella y no la dejen salir de aquí...
-¡¿Esta rompiendo las normas de los Kazekages pasados?! ¡Son años de continuar cumpliendo las mismas órdenes!
-Es tiempo de que se tomen un descanso, les haré llegar mi decisión...
-¡Señor Kazekage!
El Pelirrojo se marchó sin más, las órdenes estaban dichas, el resto de los ninjas salían de la habitación sin quitarle los ojos de encima a aquella chica que en ese momento miraba sus muñecas libres por fin.

En la Mansión del Kazekage, Gaara estaba sentado en la silla detrás del escritorio, aún pensando en que debería hacer, la infelicidad de ella le recordaba a su pasado, su infancia. En donde sufrió a causa de tener al Bijuu de una cola en su interior.
En ese momento, su hermano Kankuro entro a la oficina.
-Gaara, ¿Es cierto que decidiste cambiar algunas cosas?
-¿Te has enterado?
-Pues si, todos los ninjas de la Aldea lo saben, ¿Cómo se te ocurre hacer tal cosa?
-Porque soy el Kazekage y la Aldea de la Arena ha estado aprovechando por años el hecho de tener a dos armas con ellos...
-¿Y que vas a hacer?
-Por ahora pienso dejarla libre, después conseguir a alguien que se haga cargo de ella... Necesitará el apoyo de todos para integrarse a la sociedad...
-No creo que sea tan sencillo...
-Nadie sabe quien es, mantendremos a los ninjas a raya, si las cosas salen de control, interferire...
-Se sentirian más tranquilos si estuvieras a cargo de ella, eso es seguro...
-Kankuro...
-De acuerdo, de acuerdo, enviaré tu mensaje...
-Gracias...
Gaara se quedó pensando en las palabras de su hermano, si él estuviera a cargo de la chica, las cosas serían mucho más fáciles porque todos confían en el Kazekage y el Kazekage quiere que todos confíen en él. Sin pensarlo más tiempo, Gaara salió de su oficina rumbo a aquellas intalaciones otra vez. Al entrar, todos se sorprendieron por verlo nuevamente y su sorpresa fue más al verlo entrar sin dirigirle la mirada a nadie, obviamente fue seguido por el líder ninja de la última vez que no dudaba en intentar detener su paso.
-Señor Kazekage...
Al llegar a la habitación de la chica, ella se encontraba en la misma posición de la última vez con la diferencia que tenía los brazos a sus costados. Al escuchar la voz de Gaara, la chica levantó la cabeza siendo que le había llamado la atención desde la última vez, sus hombros dieron un pequeño salto por asustarse al sentir como una tela caía sobre ella, era la túnica del Kazekage quien la cubría para después ser tomada en brazos.
-¡¿Se-Señor Kazekage que está haciendo?!
-No podrá caminar por ella misma con la poca masa muscular que tiene...
-Pe-Pero... ¿A donde piensa ir?
-Quedará a mi cargo, las observaciones y experimentos serán ahora a mi manera, responderé a cualquier problema que ella cause...
-¿Se hará responsable? ¿De ella? Pero señor, no queremos que sea un impedimento...
-No lo será, ahora mismo regreso a la oficina... No se habla más del tema, mañana presentate ante mi si deseas continuar con los experimentos...
-S-Si... Señor...
Finalmente Gaara salía de las instalaciones con la chica en sus brazos, la chica que miraba a su alrededor por primera vez en mucho tiempo, que respiraba aire fresco y el viento movía su cabellera... Aún así, no sonreía puesto que seguía sintiéndose sola, extrañaba a su padre; Pero Gaara no regreso a la oficina, inmediatamente fue a casa para tratar a la chica, para eso pidió la ayuda de Temari, su hermana.
-Gaara, finalmente...
-Gracias por venir, Temari...
-¿Es ella?
-Así es, por favor ayúdame a asearla...
-Ya es lo suficiente mayor como para hacerlo ella misma, ¿No?
-No ha aprendido a ser auto suficiente, hay cosas que no sabe y no parece mostrar interés...
-Ha vivido su vida encerrada, a juzgar por su cuerpo... En muy malas condiciones, esta bien, te ayudaré, pero sólo hasta que aprenda a valerse por si misma...
-Te lo agradezco...
-Si, si... Vamos...
Temari entro al cuarto de baño con la chica a duras penas. Después de bañarle, alimentarle y vestirla correctamente, la acostaron en la cama y se quedó profundamente dormida. Los hermanos se miraron por la sorpresa e iniciaron una platica.
-Necesitará medicina para reponer su cuerpo...
-Yo la conseguiré sin problema...
-La recuperación puede ser tardada...
-Le ayudaré en lo que pueda...
-Te veo muy animado con ella, Gaara...
-No es así...
Respondió el Kazekage con los brazos cruzados y una mirada seria sobre su hermana.
-Sólo hago lo correcto, ella antes de ser un experimento es una persona para mi...
-Es cierto que muestra una inocencia pura aún...
El silencio apareció, durante un momento ambos la miraron dormir hasta que la voz del chico se dejó escuchar.
-He pensado en llamarla Nozomi...
-¿Eh? Gaara, no debes nombrarla, si la nombras te encariñas cuando menos lo esperes...
-Cuida de ella hasta que regrese del trabajo...
Dando una sonrisa de lado, con los ojos cerrados y los brazos aún cruzados, Gaara desapareció sorprendiendo por un segundo a Temari quien recargo su mentón en su mano mirando a la chica que dormía apasiblemente.
-¿Nozomi? Tienes más cara de Shizuka...

Naruto Shippuden: El Secreto De Gaara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora