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Con cada paso que daba, peor me sentía por aquella persona que esté esperando en el jardín.

En un momento pensé en darme media vuelta y hacer como si nada hubiese sucedido, pero no podía hacer eso, no si quería dormir con una conciencia tranquila.

Salí al jardín de la escuela.

El lugar era como un pequeño bosque de árboles y flores, estaba muy bien cuidado, lo que le daba un aspecto realmente tranquilo y encantador.

Caminé en busca de alguna figura humana en medio de aquel amplio campo verde.

La brisa fresca de esa tarde me hacía calmarme y olvidarme un poco de este ajetreado día.

No encontré a nadie, o al menos no vi a nadie por allí.

Luego de unos minutos de esperar y haber buscado, decidí que era sensato irme, al menos lo intenté, y eso me dejaba más tranquila.

— ¡Oh, viniste! —una voz salió de en medio de unos arbustos haciéndome dar un brinco al punto de caer.

Un chico alto con unos ojos pequeños que , a simple vista, se veía algo adorable. Me miró algo asustado al ver mi caída ocasionada por su grito.

— Lo siento, lo siento —se acercó rápidamente a ayudarme a levantar.

— Está bien, no te disculpes —sonreí un poco para que no se sintiera mal, finalmente yo era siempre la torpe.

— Te confundí con alguien más ¿No has visto de casualidad a alguien venir hacia aquí? —abrió sus ojos de par en par esperando, de seguro, una respuesta afirmativa de mi parte.

Fue ahí donde el corazón me dio un vuelco.

— Yo —mi voz tembló, giré mi bolso y saqué de este la carta que hallé— Encontré esto tirado en la basura. Pensé que seria correcto traertelo y evitar que esperes. Al parecer no la leyeron.

Vaya, que gran metida de pata, ___ él no necesitaba saber que lo encontraste en la basura, fue una específicacion inecesaria, muy innecesaria. ¡Tonta! Ahora sí se encuentra herido.

Mi corazón se hizo añicos al ver sus ojos aguados y la mirada tan triste que le dirigió a la carta en mis manos.

— Yo, realmente creí que vendría.

Fueron las pocas palabras que dijo antes tomar la carta de mis manos y salir corriendo.

Hubiera deseado decirle un "lo siento" o tratar de consolarlo de alguna forma pero, como era de esperarse, no pude hacer nada. Y aún así hubiera tenido el tiempo de hablar, se habría hecho extraño para él recibir algún consejo de parte de una desconocida, porque eso era lo que era para él una simple desconocida.

Simplemente lo vi perderse en medio de los árboles a gran velocidad.

¿Qué clase de persona cruel hace algo así?

Esa no es una forma de rechazar a alguien.

Pero, peor aún, ¿Qué clase de tontería acabó de hacer yo?.

Creo que intenté ayudar y, como siempre, lo terminé arruinando todo. Yo siempre metiéndome en lo que no me importa. Por algún motivo, ahora, me siento culpable, muy culpable.

Inicialmente vine para no sentirme culpable por saber algo e ignorar las consecuencias y lo que ocasionaría mi silencio, pero logré todo lo contrario, al menos no queria sentirme así.

Me quedé parada en el lugar por un largo rato, arrepintiendome por lo que acababa de hacer.

Luego de un considerable tiempo decidí moverme y volver a mi casa. Al llegar me encerraría allí y descansaria de este agotador día.

ROCKROSE  ✽ Park Jisung ✽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora