Mis ojos se habían quedado pegados a la oscuridad del techo de la cabaña. Ya todos se habían dormido hacía mucho rato y yo no pude hallar una mejor forma de pensar que fijar mi mirada en un punto fijo.
Por mi mente cruzaban todas las cosas sucedidas en el día. Me sentía extraña.
Cuando me pidió que sujetara su mano, sin pensarlo mucho lo hice. Empecé a contarle mis desgracias más graciosas para lograr sacar una risa de él.
Le narre la vez que me persiguió un perro porque accidentalmente le pise la cola y el animal tenía toda la razón de estar molesto, pero me tuvo atrapada en la frágil rama de un árbol por toda la tarde, hasta que mi madre se dignó a buscarme y me encontró gritando.Eso le sacó una larga carcajada.
Y me di cuenta que jamás me había importado tanto hacer feliz a alguien, jamás me había esforzado tanto en hacer sentir bien a alguien al punto de contarle las estupideces que hago comúnmente y que por lo general solo me avergüenzan. Apreciaba mucho a Jisung. Pero por alguna razón no lograba conciliar el sueño.
Tal vez eran algunas sensaciones nuevas que sentía al pensar en él o al tenerlo demasiado cerca; y me inquietaba lo nuevo.
Me parecía lindo, podía ser tonta pero no ciega, y al pensar en lo lindo que me parecía un color carmesí subía a mis mejillas.
Mi mirada seguía fija en el techo de cabaña. Y por más que me había dado cantidad de vueltas en la parte superior de la litera el sueño no llegaba a mí.
Según mis cálculos habían transcurrido al menos un poco más de una hora, no quería tener un aspecto somnoliento al día siguiente pero no podía despejar mi mente.El silencio reinaba en el espacio, a lo lejos lograba oírse alguno que otro ruido proveniente de grillos, pájaros o algún otro elemento parte de la naturaleza. Mis oídos se concentraban en esos sonidos intentando buscar una melodia relajante para adormecer mi cuerpo y lograr dormir finalmente, pero pronto se sumaron a esos bajos sonidos unos quejidos algo fuertes.
Alguien parecía tener una pesadilla, alguien en la parte de abajo de mi litera, Jisung.
Me di vuelta sobre mi hombro y me asomé ligeramente intentando observar algo en la oscuridad.
No logré ver mucho pero si oír los quejidos que se hacían cada vez más fuertes y aflictivos. Si él seguía quejándose de esa forma despertaría a los demás compañeros de habitación.Sin darle muchas vuelta al asunto, baje de mi litera y me aproxime al borde de la cama de Jisung.
Su ceño estaba fruncido y parecía estar teniendo un mal sueño, se quejaba y sacudía su cabeza dando cortos pero fuertes golpes a los costados.
No sabía que hacer, si lo despertaba probablemente lo asustaria, pero no sabía bien como calmar sus pesadillas.
Recordé cuando yo tenía pesadillas de pequeña, comúnmente solia despertarme gritando, y mi mamá acudía rápidamente a mí. Ponía su mano en mi frente y mágicamente me sentía protegida y tranquila.
Tal vez eso podía funcionar.
Con delicadeza y evitando una movimiento brusco, moví mi mano a su frente. Cuando mi mano tocó ésta pude sentir una leve humedad en ella, estaba sudando.
Pronto mi técnica parecía haber funcionado, sus movimientos de cabeza habían cesado y su expresión facial se relajaba.
Volvió a quedar profundamente dormido y quieto.Intenté moverme y volver a subir a mi cama para intentar dormir de nuevo, pero no pude.
Mis ojos quedaron esta vez fijos en su rostro e inconscientemente solté una tonta sonrisa.
Sí, era lindo.
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ROCKROSE ✽ Park Jisung ✽
FanfictionYo tan torpe. Tú tan torpe. Yo tan tímida. Tú tan tímido. Yo tan enamorada de tí. Y tú... Realmente no lo sé. Pero, ¿no crees que seríamos una buena mezcla?, haríamos con nuestros defectos un fabuloso mundo solo de los dos. . . . . . . . ✨ No...