: 12 :

3K 381 178
                                    

—Bueno, creo que te voy a extrañar —mamá esbozó una sonrisa y dio un largo suspiro—, por favor no olvides lavar tus dientes y obedecer al pie de la letra lo que indican tus maestros, y más importante, no rompas nada.

Quité mi sonrisa y la cambié por una mirada seria, mamá rió y acomodó la bufanda que envolvía mi cuello.

—Abrigate bien —beso su pulgar y presionó este en mi cachete y frente. Mamá podía ser muy dulce y cariñosa cuando quería.

—Eso de no destruir cosas, sabes que no está en mi capacidad evitarlo —me encogi de hombros y curvee mi boca en una mueca.

—Lo sé. Solo aléjate de las cosas delicadas —apoyó sus manos en mis hombros y sacudió suavemente mi cuerpo.

Sonreí y asentí a su indicación.

—¡Todos, es hora de partir!

A través de un altavoz, una persona llamaba a todos los alumnos a la partida.

Mamá me dedicó una última sonrisa y dándome un suave empujón me encaminó al lugar de concentración.

Mi vista buscó en medio del tumulto de alumnos a Jisung, pero me era imposible ver bien con la bufanda que llegaba a mis cachetes y el gorro que mamá me había obligado a usar. Siempre he sido muy torpe para andar en tumultos y esta vez no era la excepción, todos me empujaban y perdía con facilidad la estabilidad.

—¡Cuidado! —una mano me sujetó cuando estuve a punto de caer.

—¡Jisung! —exclame con una sonrisa al reconocerlo como mi salvador.

Me mostró una de esas adorables sonrisas cuadradas que tenía mientras arrugaba su nariz.

Pasó su brazo por mis hombros y de esa manera nos dio estabilidad a ambos.

—Quiero ver dos filas, niñas y niños —esa maestra siempre alicinaba que trabajaba con niños de Kinder—¡rápido!

Sin perdernos de vista el uno al otro nos ubicamos en nuestra respectiva fila.

Habían dos largos buses estacionados al pie de la calle, buses que nos llevarían al lugar del campamento, a unos metros de nosotros había otro profesor ordenando a otro grupo de estudiantes.

—Suban la niñas primero —indicó. La fila empezó a avanzar y agradecí el no estar al final de la fila, podría guardar un asiento para Jisung también.

Empezamos a subir y lo primero que hice al ingresar fue visualizar dos asientos juntos dispuesto a ser míos. Corrí y tiré mi bolso en un asiento.

Para Jisung.

Todas terminaron de acomodarse y momentos después empezaron a subir los chicos.

Me levanté de mi asiento y en cuanto lo vi agite mi mano para poder ser notada por él.

Pronto sus ojos me prestaron atención, luego de haberse perdidos segundos en medio de tanta gente.

—¿Quieres la ventana? —pregunté dándole a elegir el asiento de su comodidad.

—La ventana —afirmó.

Me levanté de mi asiento y le di pasada.

Ya cuando estuvimos acomodados y pude despojarme de la molesta bufanda que empezaba a escoserme el cuello y la nariz, Jisung empezó a sacar muchos dulces de su bolso.

—Park, son muchos dulces —hablé en tono bajo mientras veía el pequeño cerro de paquetes de toda clase de golosinas que el chico a mi lado acomodaba en medio de ambos.

ROCKROSE  ✽ Park Jisung ✽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora