ROCKROSE ✽ Park Jisung ✽

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— ___... —sentí un toque en mi hombro— ¿Estás bien? No lo sé, estas algo callada y... decaída.

Sí, lo estaba, parecía ser que lo que tenía era un corazón roto, pero no quería llorar, no lo iba a hacer.

Le force una gran sonrisa y negué efusivamente.
—Para nada. Solo he tenido un poco de insomnio. —aclaré.

Chenle me miró pensativo frunciendo su ceño, obviamente no me creía del todo.
Volví mi mirada rápidamente al libro que fingía leer pero inmediatamente mi rostro fue levantado por una mano.

— A mi no me engañas. —Chenle insistió manteniendo su ceño fruncido. Soltó un largo suspiro y su expresión se relajó un poco— Lo siento. No te he prestado mucha atención estos días. Perdón si te has sentido sola pero ya lo sabes, puedes confiar en mí.

Percibí algo de súplica en sus ojos, me miraba apenado y entristecido.
Tal vez tenía razón. Él y Hyeria habían estado algo distantes pero no había notado mucho ello por la agradable compañía de Jisung.

Y fue cuando recordé a Jisung que mis ganas de llorar fueron más fuertes, empecé a ver algo borroso a Chenle y pude ver atisbos de desesperación en sus ojos.
Para mi suerte el profesor llegó al aula y todos se vieron obligados a volver a sus asientos.

Parapadee rápidamente extinguiendo la humedad en mis ojos y mojando ligeramente mis pestañas, afortunadamente nadie me prestaba tanta atención como para darse cuenta que quería llorar. Chenle estaba algo lejos y me las iba a ingeniar para esquivarlo en el descanso.

❖

Me escondí muy valientemente en al azotea de la escuela, a pesar de que hacía un fuerte sol allí, logré encontrar un lugar cómodo para dejar pasar la hora.

No podía ver a Jisung, no quería verlo. No quería oír de sus labios la explicación que me daría: "Lo siento ___, pero preferí ir con Lucy, ya sabes, ella es el amor de mi vida".

Que patética me siento, pude haberme evitado este dolor, pude convencerme de que él no era para mí y que yo jamás sería suficiente, pero soy tan torpe hasta en esto.

— ¿___? —y de pronto la voz que menos quería oír apareció. Quise ser tragada por la tierra en aquel mismo instante y ser escupida en la punta de la torre Eiffel.

Me hice la sorda, yo le daba las espaldas, por lo tanto él no podía ver mi rostro. Mi corazón latía a una velocidad increíble y empezaba a sudar frío.

Hubo un silencio donde solo sentí sus pisadas acercarse.

Cómo último recurso cuando sentí qué él ya estaba muy cerca, decidí fingir que dormía.

— ¿___? —posó su mano sobre mi hombro y simule sobre saltarme por su tacto.

Que bien lo estaba haciendo.
Me giré y lo mire "sorprendida".

— ¡Oh, Jisung! —aparente no haberlo oído— Lo siento, me estaba durmiendo.

Hice tanto esfuerzo de sonreír que creo que casi me sale un hernia en la cara.

— Yo... —y él están a punto de decir lo que menos quería oír, y en verdad no quería oírlo.

— ¡El timbre! —grité asustandolo— ¡Hay que volver a clases!

Me levanté del batiente en el que me encontraba sentada y caminé rápidamente huyendo, pero no fui lo suficientemente rápida, con tan solo dos pasos largos y rápidos Jisung me atrapó del brazo y me impidió seguir avanzando.