ROCKROSE ✽ Park Jisung ✽

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Él no se esforzaba por ser rápido, tan solo quería que lo siguiera, pero yo corria la maratón de mi vida, y mis pies no ayudaban porque ya repetidas veces había pateado mi tobillo contrario, mis pies solían hacer eso a la hora de correr.

Llegó al patio trasero y ahí lo perdí de vista, mi vista tampoco era tan veloz, de seguro se escondió por alguno de los arbustos...

— ¡Jisung...! —llamé, pero como era de esperarse no recibí respuesta,  quizá aquel grito solo sonó fuerte para mí.

Camine por el lugar y busqué un rastro de él pero nada, todo era tan silenciosos que parecía que en el lugar tan solo estaba yo y él se había esfumado...

Entonces de repente habló a mis espalda.

— ¿me buscabas? —y giré con fuerza, me había concentrado tanto en el silencio que su voz me tomó de sorpresa.

Me encontré con su rostro a escasos centímetros de mí, estaba ligeramente inclinado y la cercanía era tanta que pude sentir su respiración chocar contra mi rostro.
Mi reacción no fue la mejor, pues retrocedí rápidamente y, se trataba de mí, era inevitable, me caería.

Pero no caí sola. Tropecé en una piedra al retroceder a tal velocidad y Jisung intento sostenerme, pero no fue posible, caí y él cayó justo encima mío. Sentí muy bien su peso pero no me quejé, en aquel momento eso no era importante.

Mi corazón se detuvo por un instante y luego empezó a latir imitando al de un conejo.

Esto me hacía recordar a esos dramas donde por coincidencia la protagonista tenía un beso accidental con el chico que le gustaba; él no cayó sobre mis labios, pero si lo suficientemente cerca cómo para que sienta su respiración chocar mis labios y nuestras narices se rocen, tan cerca como para que sus ojos se conectaran con los míos e hipnotizaran mis sentidos.

No podía concéntrarme, toda clase de función que podía ejercer mi razón se esfumó y formulé una idea loca proveniente del único órgano emocionado allí: mi corazón.

Besalo.

Besalo.

Besalo.

Baje mi mirada a esos labios tan lindos que formaban pucheros y sonrisas que hacían menos miserable mi vida.

No fue necesario hacer mucho esfuerzo para terminar de acortar la distancia que tan solo eran milímetros.

Eleve mi cabeza unos milímetros, cerré mis ojos y junté mis labios con los suyos... Y, rayos... Se sentía tan bien.
Presione ligeramente mis labios a los suyos sintiendo toda la suavidad de estos, quería abrazarlo, acercarlo más a mí y sentir más a profundidad ese toque entre ambos pero en aquel momento una voz habló dentro de mi cabeza.

"¿Qué haces pedazo de tonta?"

Abrí mis ojos de golpe. Jamás había visto una mirada tan sorprendida en su rostro.

Y me separé bruscamente.
Lo empujé de encima mío y a su mirada de sorpresa se le sumó la de confusión.
Me levanté del suelo y tomé rápidamente mi bolso, mi celular lo tenía Jisung y no pensaba dirigirme a él ahora, o al menos en lo que me resta de vida.

Solo salí corriendo de ahí incluso cuando oí que me llamaba a lo lejos.

Perdón Jisung, es que no pude evitarlo, eres tan lindo y tan tierno, me he enamorado tan profundamente de tí que, teniendote tan cerca, fue inevitable perder la conexión con mi cerebro y que mi corazón fuera el que diera aquella orden tan inesperada.

Me sentí tan estúpida por hacerle caso a órgano ese que bombeaba sangre a mi cuerpo.
¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser menos tonta?
Desearía poder pensar mejor antes de actuar.

¿Cuando se me atravesó tal idea?

Ah, sí, cuando lo vi tan cerca, tan lindo, tan adorable.

Quizás ahora lo más apropiado es ir a esconderme a mi habitación y llorar por el resto de mi vida. Quizás debería enterrar mi cabeza en el jardín, como las avestruces, porque no se donde esconder la cara después de esto.

— ¿Que te pasa? —preguntó mamá cuando me oyó entrará a prisa a la casa y cerra tam fuerte la puerta tras mio que podría jurar que la casa se movió.

No recuerdo en qué momento empecé a llorar, pero le respondí un débil "nada" lleno de lágrimas y lloriqueos.

Entre a mi habitación y cerré esta con llave, como si fuera a esconderme allí para siempre; era una idea muy infantil, pero un poco propia de mi cuando me veía en esta situaciones.

Me tire con fuerza a mi cama, tanta fuerza que me dolió la nariz al impacto.
Empecé a lloriquear y patalear, ahogue un grito en la almohada y pronto mi cama tenía una mancha húmeda. A veces me sorprende la cantidad de agua que puedo llegar a botar por los ojos.

De alguna forma quería hablar con alguien. Deseaba contarle a alguien mi pecado, mi error, y llorar. Espere de alguna forma que mamá tocará la puerta algo preocupada porque su hija entró llorando a casa, pero ella es el tipo de madres que deja a su hija adolescente con sus "problemas de la edad" encerrados en su habitación.

¿Pero de que hablo? Jamás tendría yo el valor de contarle a mamá lo que hice, solo estoy haciendo berrinche porque lo arruine todo.

Jisung jamás querrá volver a verme.

Por no pensar lo perdí completamente, ahora ni siquiera podré tenerlo cerca como amigo, simplemente lo he espantado y debe estar odiandome; de la misma forma en que me odio yo.

Me quedaré aquí, recostada esperando a que la muerte venga por mí. Lloraré hasta deshidratarme y finalmente moriré, seca.

Sí, lo siento Jisung, solo quería saber a que sabían tus labios, y soñar un poquito con que en algún momento podrían ser míos.

Así es gente, esta mrd de escritora ha vuelto.

:'))
Odienme, lo merezco.

Se preguntaran que hago aquí nuevamente si parecía que la tierra me había tragado, pues bueno...
¡A esta perra le han roto el corazón!
Sí, así es... :'3

En fin... Cosas que suceden.

El punto es que estoy lo suficientemente deprimida como para escribir, porque no hallo otra forma de distraerme, porque si no hago algo me pongo a llorar... Jajajaj

Gente. Amense a si mismos.

♥️♥️♥️♥️♥️