ROCKROSE ✽ Park Jisung ✽

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— ¿Y qué si no me quiero ir? Entre ella y yo no hay secretos. —habló y miró desafiante a Jisung y este mantuvo su mirada de la misma forma.

— Chenle... —la situación empezaba a ponerse incómoda y no sabía que hacer, así que la vida me hizo el favor y pronto sonó el teléfono de Chenle, cuando lo sacó de su bolsillo para responder pude fijarme en que se trataba de su madre.

— Creo que necesitas irte. —espetó altivo Jisung frunciendo sus labios y haciendo una mueca de sonrisa.

El chino soltó un bufido y dirigió su mirada más tenebrosa al más alto, lo señaló con su dedo índice y habló.

— Juro que si haces algo incorrecto me enterare. —amenazó para luego girarse a mí con una amplia sonrisa— Me he divertido mucho, volvamos a repetirlo. Saludas a tu madre de mi parte. —me entregó mi bolsa y aproximándose dejó un beso en mi frente.

Le sonreí de vuelta y sin sentirme capaz de responder algo simplemente asentí.
Se marchó sin despedirse o hacer atisbo de recordar que Jisung existiera y salió a caminata rápida por la calle, pronto la opaca luz de las farolas públicas no me pudo mostrar ni siquiera su silueta a lo lejos.

— Tu amigo no me agrada. —habló Jisung con una voz seria y profunda— Porque son amigos, ¿no?

Ahm. ¿Qué debía responder?
¿Qué pasaba si decía que Chenle y yo estábamos saliendo?
No, eso sería estúpido, intentar causar celos en alguien que no siente nada por mí solo me dejaría como una niña ridícula y tonta.

— Chenle es cómo mi hermano, nos conocemos desde pequeños, así que tal vez a veces él actúa cómo si fuéramos más que amigos, pero es porque él cuida mucho de mí. —expliqué con un tono de voz tímido pues todavía no definía bien cómo debía hablarle luego de lo sucedido.

Jisung mantuvo su mirada unos instantes por el punto donde había desaparecido Chenle y luego exhalando todo el aire que parecía haber estado reteniendo, bajó toda su atención a la punta de sus zapatos.

— Yo... —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y se balanceo en su sitio— Yo vine a hablar sobre lo sucedido el sábado anterior y...y sobre lo estúpido que fui.

Apenas lo oí sentí una punzada en mi pecho por lo que deduje que me había equivocado cuando pensé que aquel suceso ya no era una motivo para ponerme sentimental.

— Ya te dije que no importaba. Está bien. Lucy es la chica de la que estás enamorado, el lógico que te olvidaras de mi y prefirieras ir con ella. —intenté no sonar resentida pero tal vez fallé, pues él levantó su rostro y me miró entristecido.

— Yo en verdad quería ir contigo pero... —volvió a bajar su mirada y su mano se elevó rápido hasta su nuca rascando nerviosamente esta—...pero, pensé que era el tipo más afortunado cuando oí a Lucy decir que su más grande sueño era ir a ese parque y que amaría por sobre todo a quién la llevara y yo...yo caí, creí que podía gustarle, pero no. Le ofrecí ir conmigo reuniendo todas mis fuerzas para poder hablarle, ella inmediatamente dijo que sí. —dio un suspiro y tomó aire nuevamente, levantó su mirada y pude ver como salía algo de vaho por su boca; ya hacía un poco de frío— Cuando estuve allí con ella entramos juntos y aunque me sentí tímido ella parecía cálida y amable, tal y como había imaginado que sería su personalidad. Habíamos pasado algo de media hora allí dentro cuando de improvisto ella me dijo que le diera mi pase y que...que se lo de a su novio. Lucy tiene novio y solo quería que le diera mi pase para ir con su novio.

Oí atentamente cada una de sus palabras, y quedé ciertamente horrorizada con cada frase que soltó.
¿Cómo podía alguien ser así de egoísta?