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— ¿Por qué dijiste eso? —reclamé elevando mi voz.

— ¡¿Por qué siempre te dejas lastimar?! —elevó más su voz regañandome y empujando mi frente con su dedo.

Ya estabamos en mi casa, Chenle me había traído como una banderola por lo rápido que caminaba. Mamá no se molestó al verlo, algo raro pues las visitas siempre llegaban a incomodarle en algo, sobre todo si no eran avisadas.

— ¿Por qué siempre eres así contigo misma? —volvió a empujar mi frente con su dedo mirándome furioso.

— No fue mi intención... —mi labio inferior se abulto y mis ojos se aguaron nuevamente.

Chenle me abrazo y pude soltar mis lágrimas.

— No está bien dejarte lastimar por cualquiera. —habló dando suaves y reconfortante toques a mi espalda.

— Yo fui la que se enamoró sabiendo que no tenía oportunidad, no puedo culparlo a él por esto ¿o sí? —respondí sorviendo mi nariz y tratando de no sonar entrecortada por mi llanto.

— No, no puedes culparlo por eso. Pero no es de caballeros dejar plantada a una chica, sea quien sea, por otra chica. ¡Eso es un delito! —gritó en sus últimas palabras y empezó a acariciar mi cabello.

Lloriquee en su hombro un rato más, luego cuando pude respirar con normalidad y estuve segura que había soltado la mayor parte del dolor que depositaba mi corazón, me separé lentamente limpiando mi rostro con las mangas de mi uniforme.

Chenle se estiró un poco alcanzando la caja de paños sobre el escritorio y sacando rápidamente algunos limpió mis lágrimas.

— ¿Mejor? —preguntó mientras colocaba un papel en mi nariz presionando esta.

Asentí lentamente y tomé una gran bocanada de aire.

— Gracias. —susurre.

— Yo te llevaré a ese parque. —afirmó dejando en su lugar la caja de paños— Como mejor amigo y casi hermano mayor me veo en la obligación de eliminar un sueño en tu extensa lista de sueños frustrados. Recuerdo bien cuando tu papá prometió llevarte y jamás lo hizo, pero ahora será diferente. ¡Vendras conmigo!

— Pero...

— No acepto "peros". Iremos justo y punto.


Dejé de ver el reloj en la pared para evitar sentirme ansiosa por la hora, tenia un miedo profundo de que Chenle llamara diciendo que no vendría, porque el había alimentado tanto mis ilusiones durante toda la semana que sentí que me deprimir iba demasiado si ahora el me fallaba.

Pero mis miedos se esfumaron cuando el timbre de la casa sonó. Me levanté cómo un resorte de mi asiento y al ver la hora, el reloj marcaba las 11:30 a.m en punto, hora acordada.

Había sido una semana dura, evitar a Jisung y las dos maquetas que nos había dejado a hacer no eran una buena combinación para mi salud mental. Por lo que cuando abrí la puerta y vi a Chenle con una resplandeciente sonrisa, me hizo dejar atrás todos mis molestos y dolorosos pensamientos ñara disponer me a disfrutar de un día ameno y divertido.

— ¿Lista? —preguntó sonriendo.

Asentí enérgicamente logrando que mi cuello doliera.

Cerré la puerta de casa a mis espaldas y me cerciore de asegurar bien esta.

Cuando estuve parada a su lado este tomó mi mano y de esa forma caminamos por la calle hasta el paradero de bus.

Chenle y yo nos conocíamos desde el Kinder, incluso lo conocía desde antes de conocer a Hyeri, así que era normal para ambos tomarnos de la mano, porque de pequeños siempre lo habíamos hecho y siempre jugábamos de la misma forma.

ROCKROSE  ✽ Park Jisung ✽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora