Al día siguiente fui sin ganas al instituto, tomé la primer y segunda clase con normalidad y luego en el receso me dirigí a mi casillero para sacar mis libros para mi última clase de hoy.
Tan pronto abrí el casillero escuche una pequeña explocion y cerré los ojos como acto de reflejo y al segundo estaba completamente empapada.
Abrí los ojos sorprendida mirando mi camisa mojada con un líquido morado viscoso al igual que mi cabello y mi rostro. ¿Que pasó?
Escuche una risa bastante conocida detrás de mi y giré para ver a su dueña. Ella reía a carcajadas y yo solo quería pegarle un puñetazo pero debía contenerme.
—Prometi que me la pagarías. —Dijo cuando dejo de reír. Gruñi y apreté mis puños hasta que se volvieron blancos, si seguía con esa estúpida sonrisa en el rostro juro que le rompere la nariz.
—¿Que haces Madelyn? — Ashton se acerco por detrás de ella y la rodeó con su brazo por los hombros antes de voltear a verme y sonreír con burla, casi aguantando una carcajada.
Bufe de nuevo y rodé los ojos, eso explicaba el dolor de anoche.
—Le enseñó a esta chica quien manda. — Le sonreí y cerré mi casillero con fuerza tratando de controlar mi enojo pero ella no me lo ponía fácil. Sólo quiero quitar esa sonrisita de ambos rostros. — ¡Oh! ¿Te haz enojado?
Eres idiota.
—No sabes con quien te has metido, vete preparando por que esto no se quedará así. —Sus ojos se abrieron atope sorprendida por mi amenaza pero rápidamente su expresión cambió a una de enojo, su ceño se fruncio y sus mejillas se tiñeron de rojo.
—No tienes derecho a hablar...
—¡No! Tú no tienes derecho a hacerme esto —Apunte mi cabello. —No tienes derecho a molestar sólo porque estás aburrida pero ahora te la aguantas porque yo no me voy a quedar sin hacer nada. —Bufe y me di media vuelta para marcharme de ahí sin darle tiempo a contestarme.
Ahora no tenía un cambio de ropa por lo que me tocaba volver a casa caminando ya que dudo que algún colectivo me deje subir así, volví a bufar ¿Este día puede ir peor?
—¡Hey! —Escuché que me llamaban atrás de mi, sabía quien era, reconocería su voz en cualquier sitio pero lo ignore. —¡Hey! ¡Castaña! — Por un momento la molestia se fue y sonreí ante como me había llamado.
Me detuvve con una media sonrisa en el rostro par luego tirarme y esperar a que llegará a mi lado.
—¿Necesitas que te lleve? —Preguntó algo nervioso y no tarde en notar el pequeño tono rosado en sus mejillas lo que me hizo sonreír más. Se ve muy tierno. —Tengo auto y bueno, dudo que tedejen subir así en un taxi o colectivo.
Miré de nuevo mi ropa, totalmente mojada, para colmo las gotas que caían de mi cabello habían logrado mojar mi pantalón. ¿En serio él me dejaría subir así a su auto?
—¿No sería problema? —Le pregunté con un tono de voz leve, él me sonrió con una sonrisa hermosa y contagiosa. Yo también sonreí.
—No, claro que no.
Ya sentada en el asiento del copiloto esperé a que el se acomodara en el del piloto. Le dije mi dirección y en un silencio bastante cómodo nos dirigimos hasta ahí.
—No debiste amenazarla... —Dijo en un semáforo. —Es hija del vicedirector, puede traerte problemas.
—Fue por el momento...
—¿Entonces no te vengaras? — Me quede callada pensando en una respuesta.
Ella se lo merecía, merecía que yo me vengara y la dejará en ridículo pero... ¿Lo iba a hacer? ¿Eso no me convertiría en alguien como ella?
No... Ella empezó, el que yo me vengue no me hace igual a ella sólo me estoy defendiendo...
—Nunca dije que no me vengaria.— Suspiro.
—Ten cuidado. — Susurró, los autos no avanzaban y mucho comenzaban a impacientarce tocando sus bocinas, pero supongo que algo pasó adelante ya que llevamos algunos minutos de más aquí.
—¿Cuál es tu nombre? — Cambié de tema, el sonrió y luego soltó una pequeña risita cómo si mi pregunta le hiciera gracia.
—Thomas ¿Cuál es el tuyo?
—Miranda. — Sonreí.
El módulo mi nombre con sus labios como si fuera el nombre más bonito que hubiera escuchado y mi corazón dio un pequeño vuelco.
Sus labios se ven tan suaves...
Entonces se giró y su mirada se conectó con la mía, la luz del sol hacia que sus ojos mieles se vieran más claros haciendo un perfecto contraste con sus pestañas negras y largas, tan sólo me provocaba a querer perderme en su mirada por siempre.
—Yo... — La bocina de uno de los autos de atrás lo interrumpió, él volteó a verlo y susurro un "lo siento" antes de arrancar el auto y seguir con nuestro camino al ver que los autos de adelante por fin avanzaban.
Thomas me atrae, sé que eso es obvio pero y sé que es por la estúpida conexión pero ¿Porqué no me pasó lo mismo con Ashton?
Recordé los días que había pasado en el Instituto el año pasado, recordé que Thomas ni siquiera habia voltado a verme, él nunca se atrevió a hablar conmigo. Apenas sabía que yo existía.
¿Porque ahora me busca y trata de estar más conmigo?
No soy tonta, la pelirroja siempre está con él pero cuando Thomas me ve la deja y viene conmigo, esa chica no estaba el año pasado pero supongo que se entiende mi punto.
—Llegamos —Me dijo antes de estacionar el auto frente a mi edificio.
—Gracias — Cerré la puerta y di dos pasos antes de que el me llamara.
—¡Miranda! — Voltee a verlo. —¿T.te gustaría salir conmigo a... una cita?
"Es la conexion" me decía mi subconciente y sabía que tenía razón pero mi parte no racional me dominó y me fue imposible decirle que no.
—¿Mañana a las 19:00, te parece bien?
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Miranda ||BORRADOR||
Hombres Lobo||BORRADOR|| Miranda Clark vive en la manada de la ciudad de plata, a sus diecisiete años encuentra a su mate sin embargo ella no lo quiere e intenta alejarse de él. Publicada el día 24/07/18 -Algunos lugares que se presentan en la historia son fict...