°|Bad Girlfriend|° •Chaesoo•

3.Misión "CARPEMA"

Lunes, un dia normal en la vida de Jisoo...pero en la vida de Rosé es totalmente diferente, ella odia los lunes, si ella pudiera saltarse los dias, obviamente se saltaria los lunes.

Como todos los dias después de la escuela, Jisoo fué a su casa en su auto, mientras que Rosé se fué caminando a aquella linda cafeteria al otro lado de la cuidad donde trabajaba desde los 17 años.

***

–¡Papá! ¡Regresaste!–gritó Jisoo al ver a su padre en la cocina, pues ya habia pasado casi tres semanas desde que el padre de Jisoo fué a Europa a un asunto de trabajo. Lo abrazó.

–¡Pequeña!–gritó también y la abrazó. Es un buen padre a pesar de que siempre tiene que estar viajando por todo el mundo.

–Te extrañé–susurró.

–Yo más–susurró dejando un beso en la coronilla de su hija.

***

9:45 pm.
Rosé llegó a su casa cansada, su dia fué estresante y atareado.
Al abrir la puerta se adentró a su propia casa con miedo...si, miedo.

Ustedes dirán, "¿miedo a que? A que la regañen, la castiguen, que le den un sermón de que no debe de llegar tarde a casa", y yo les diré, " pues no, ¿regaño? eso hacen los padres cuando les importa el bienestar de sus hijos, asi que no creo que la regañen, ¿castigo? tal vez, pero no ese castigo de "no vas a salir por un mes" o "te quitaré el telefono hasta que aprendas" sino uno vil y asqueroso que un padre jamás deberia darle a su hija, ¿sermón?, pff claro que no".

Estaba a punto de subir las escaleras si no fuera por una voz que se lo impidió.

–¿Que haces allá afuera a esta hora?–su voz lo delataba...bueno su voz y la botella de alcohol en su mano, estaba borracho.

–Que te importa–contestó Rosé sin voltear a verlo.

–Mira estupida-la tomó del cabello-si vas a vivir bajo mi techo, vivirás bajo mis reglas-Rosé se safó del agarre de su padre.

–¿Que? ¿que me vas a hacer? ¿Golpearme otra vez? Haslo. ¿Criticarme? Adelante.
¿Violarme de nuevo? ¡Vamos haslo nada te detiene!, eso es lo que hacen los cobardes–y un puño se estrelló contra se mejilla. Rosé empezó a reir–Cobarde.

–¡CALLATE!–y otro golpe en la mejilla de su hija.

–Valla, golpear a tu hija ¿sabes lo que demuestra? ¡¡QUE NO TIENES LOS PANTALONES COMO PARA!!...–un golpe la interrumpió.

–¡¡QUE TE CALLES!! ¡¡ERES IGUAL QUE TU MADRE, UNA PERRA!!–tumbó a Rosé en el sofá, se posó frente a ella y se quitó el cinturón–¡¡UNA MALDITA PERRA!!–Rosé apretó los dientes con furia y dolor al sentir el cinturón de su padre en sus muslos, despues en sus brazos y estomagó, cayó al suelo de rodillas y el sonido del cinturón de su padre contra su espalda retumbó en las paredes de esa casa. Lágrimas de frustración, enojo y dolor corrian por su rostro.

–Estás enfermo–dijo entredientes mirandolo a los ojos.

Su padre se puso en cuclillas frente a ella pues seguia arrodillada en el piso, la tomó del pelo sin delicadeza alguna obligandola a que lo mirara.

–No sabia que las perras hablaban–rió amagramente y le escupió para después levantarse y dejar a la chica en el suelo arañandolo con sus uñas por la frustración y odio que sentia. Ella seria capaz de matar con sus propias manos a aquel hijo de perra que le dió la vida, aunque practicamente ella ya estaba muerta en vida desde que su padre le quitó esa pureza e inocencia que una niña de seis años debe tener; pues a esa edad ella ya no lo tenia, su padré se lo arrebató sin pudor alguno.