Capítulo 22 "La libertad de mi corazón".

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POV

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POV. Lectora.

Con papeles en mano, llegué a despacho del comandante Erwin, pero al tocar la puerta nadie respondía, dejándome con la duda de ingresar o no.

Esperé por varios minutos en el largo pasillo, que era iluminado por penosos cristales que fueron sacados del subsuelo; esperé... esperé... y nada que aparecía Erwin. Hasta ya tenía en mente de irme de una buena vez.

De pronto vi que alguien venía de lo lejos, era, ah... Era obvio quien era.

—Buenas noches capitán. —Lo saludé con respeto puesto que aún vestía el uniforme de la Legión, y pensé que iba a pasar de largo, pero se detuvo.

—¿Vienes a entregar los documentos?

—Si señ- ...si capitán —dije con pena al recordar que él no quería que le llamara señor—. Tenía que entregárselo al señor comandante, pero no está.

Él simplemente suspiro y extendió su mano dejando en claro que le dé los papeles, y pues... se los di.

—Erwin tardará unos minutos en venir —mencionó con seriedad tras acercarse más con la intención de abrir la puerta del despacho de cejotas—. Pasa, hay un tema del que quiero hablar.

Algo se removió dentro de mi, con solo escucharlo se me ponía la piel de gallina, pero después volví en sí al pensar que se refería sobre los papeles. Con la mayor tranquilidad (o al menos eso creía) pasé al despacho, mismo que apenas los astros alumbraban desde la ventana.

—¿Leíste todo los documentos? —preguntó sereno tras iluminar el despacho con el cristal ya antes mencionado.

—Si capitán —me limité a decir al ver que hizo una seña de que me sentara en sofá que estaba en la parte derecha, y simplemente acaté a sus ordenes—... Pero admito que fue algo complicado entender toda la información.

—Bueno... No me sorprende —comentó tras sentarse al sofá que había al frente.

—Si...—Era de esperarse un silencio incómodo, porque nadie se animaba a decir algo, por lo que opté ir al grano.— Y dígame, capitán, ¿de qué asunto quería hablar conmigo?

Él no dijo nada, solo dirigió su mirada hacía arriba y de inmediato miró hacía abajo para luego soltar un pesado suspiro... como si estuviese recordando algo terrible, dejándome con una notable intriga... y al pasar un rato... noté que ya estaba por hablar.

—El asunto es que... —Miró hacía la ventana como si estuviese evitando dar contacto visual conmigo.— Hace 3 años... Cuando te mandé al calabozo, te golpee y te pisé... Lamento por eso.

—Oh... No se preocupe capitán —respondí con el corazón dolido por abrir una vieja herida, pero tenía que ser fuerte... Y demostrar que aquellos sentimientos del pasado habían sido erróneos—, entiendo porque lo hizo, más bien, yo debería de disculparme por cometer algo erróneo.

Hasta el último latido. |Levi x Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora