Recuerdo que...
Todo empezó por un sueño...
Un sueño que resultó ser una pesadilla...
Y a veces quisiera rendirme...
Pero sé que él me quiere con vida...
Y es ahí cuando recuerdo que debo seguir...
Para ser esclava de mis sentimientos...
Ya q...
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POV. Lectora.
Han pasado 4 días desde aquella vez que tome té con el capitán, y justo ahora, me encuentro tumbada en el piso bocarriba, él esta encima de mí, mirándome a los ojos, agarrando con fuerza mis muñecas, sin dejarme mover.
Cerré los ojos y dejé de poner resistencia, y de mis labios salió una frase que estaba segura de que lo diría por las buenas o por las malas.
—Me rindo.
FLASHBACK.
Al pasar unos minutos del buen ambiente, tomando té con mi acompañante, me di cuenta de que su rostro dejo de mostrar expresión, como si estuviese molesto o algo así; y cuando me dijo que posiblemente vaya a la capital después de Erwin, supe el porqué estaba así.
—¿Pero regresarán pronto, no? —cuestione tras tomar un sorbo de té—. Digo, sé que esto es importante para todos, así que una noticia favorable se espera mucho.
—No sabría decirte, regresar en unos días, semanas o incluso meses. —recalco mirando al techo, apoyando su cabeza en el sofá.
—De seguro su oficina se llenara de polvo si fuera por meses.
—No quiero ni saberlo.
—Si gusta, podría limpiar antes de que vuelva.
—¿Ah?
De la nada algo vino a mi mente, ver sus ojos llenos de confusión y desagrado era desalentador. En sí, era su oficina, llena de cosas cruciales, de seguro dejará su oficina bajo llave, total, él era superior, un capitán, y yo... Pues era mucho menos.
—Lo lamento, lo dije sin pensar.
Suspiro rendido.
—Haz lo que quieras, solo no rompas nada, sino te patearé.
Mi yo interno salto de sorpresa y alegría.
—Está bien — afirmé serena ocultando mi emoción, ya que, de alguna forma, me está dando confianza al igual que yo lo hacía con él—. Podre limpiar cuando este libre.
—¿Libre?
—No sé si se enteró, pero estoy ayudando al instructor Shadis con la enseñanza de los reclutas. —Me serví más té.
—Lo había olvidado.
—¿Gusta? — pregunté tras mostrarle la tetera.
Asintió, así que le serví más té, y mientras le servía, sentí como me miraba, como si estuviese buscando algo de mí, quizás sea por el tema que estamos hablando.
—Juzgando a simple vista, no veo la razón del porqué Shadis te haya escogido.
—Pienso lo mismo —añadí tras dejar la tetera en su lugar—, quizás lo hizo al azar.
