Recuerdo que...
Todo empezó por un sueño...
Un sueño que resultó ser una pesadilla...
Y a veces quisiera rendirme...
Pero sé que él me quiere con vida...
Y es ahí cuando recuerdo que debo seguir...
Para ser esclava de mis sentimientos...
Ya q...
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POV. Lectora.
Tensión... por una idea loca que pensé. Silencio... de parte de ambas. Sonrisa loca... de parte mía. Confusión... de parte de ella.
«¡Vamos! ¡Dilo!» pensé mientras la miraba sin parpadear. Casi lo daba por caso perdido, hasta que observé su sonrisa, confirmando de cierto modo mi pregunta.
—Me encantaría más que nada en el mundo —afirmó completamente ansiosa con un brillo en los ojos que iluminaba la salvación.
—Entonces que así sea —comenté aliviada mientras la observaba. Ya tenía esa idea calcada mi mente, capturar a Reiner, Bertholdt, Zeke y Pieck... Y con las inyecciones, convertir a 4 personas, incluyendo a Hanji; en Titanes, para que devoraran a los antes mencionados. «Claro, eso pasaría si la captura sale exitosa».
Pero antes de festejar, me fijé en el interior del maletín y me di cuenta que había 5 inyecciones, «Más que suficiente ¡NO! ¡En total serían 6 más la inyección que tiene Kenny!». ¡Ah! ¡pero también había otros frascos!, como el poder de endurecimiento entre otros desconocidos. Aunque las dudas serían resueltas para el día siguiente, ya que, con la poca luz, era imposible leer sus etiquetas.
Pedí a la de lentes que dejara la emoción para mañana, y que me guiara al comedor... porque sino, me perdería nuevamente por los pasillos.
En el camino, ya podía oler un delicioso aroma que seguramente provenía del comedor, me adelanté un poco para llegar y buscar con la mirada lo más rico... sabroso, de metro 1.60, con una mirada fina e irresistible, y que sea más frío que un helado. La indirecta no está más que clara, por supuesto que me refería al enanito, el que me roba suspiros con solo verlo.
Ya quería hablar con él, cenar a su lado, y que sepa que no soy una amenaza, más bien, que soy alguien en que puede confiar sus sentimientos. Aunque la expectativa que tenía en mente no resultó como esperaba, ya que me quedé quieta como estatua con solo verlo desde lejos. «Esto va ser más difícil de lo que pensaba» acepté con melancolía lo que me deparaba el futuro.
Pese a que me dieron techo y comida, como agradecimiento de darles información, no me dieron lo que más quería, a Levi, lo sé, lo sé... eso tengo que ganármelo, aunque... conociéndome, sé tardaré semanas en acostumbrarme y perder el miedo de hablarle...
...
Pasó una semana... y nada. Lo único que se recalcaba era que, Eren ya poseía el poder del endurecimiento y la sanación de Armin.
...
Pasó una semana más y... ¡tampoco nada! realmente ya me estaba odiando por ser tan tímida.
...
«¿Un mes? ¡¿Realmente pasó un mes?! ¡Matadme Yisus! A este paso, los cinco años pasarán volando y no podré abrazarlo ni besarlo».
