Mi abuela solía decirme que todos los seres humanos venimos hechos de a dos. Almas gemelas.
Dos personas que están destinados a estar juntos de cualquier manera, ya sea como hermanos, hijos, amigos, novios, etc.
Cada uno de nosotros pasa inconscientemente buscando a su otra mitad, y cuándo lo haces, no te separas jamás de él.
Y siempre creí que Carly era mi otra mitad.
Cuándo la conocí quise estar junto a ella por siempre, ser su mejor amigo por el resto de nuestras vidas.
No me podía permitir perderla por nada del mundo, así que me aferré a su amistad con fuerza y la sellé con un candado.
Carly es, fue y será mi mejor amiga.
¿Pero que pasa cuando caes en el cliché más clásico de la historia?
Pánico.
Enamorarse de Carly Collins sonaba peligroso y arriesgado. ¿Que haría yo sin Cece?
No quiero saberlo.
Enamorarse de ella es una idiotez.
Y yo el más idiota por hacerlo.
6 años atrás.
Toc-toc.
El sonido de la puerta distrajo a todo el mundo de la clase. La profesora caminó hacia ella y abrió, revelando al chico nuevo que todos querían conocer.
Thomas Ford, ese rubio ojiverde qué sonríe lo más confiado posible, camuflando sus nervios. Jamás había sido el nuevo.
─Bienvenido. Soy la profesora McGuee y seré la encargada del salón por el año que comienza ─ sonríe la señora ─ Preséntese.─ Soy Thomas Ford ─ sonrió. Carly pudo ver a todas las chicas suspirar, aunque ella no se quedaba estaba más o menos igual ─Vengo de Chicago.
─ Perfecto. Tome asiento al lado de la señorita Collins─ señala─Levante su mano, Collins.
Carly, con sus manos temblorosas la levantó, sin siquiera mirarlo. Thomas, por otro lado estaba feliz, siempre amó ver la reacción de las chicas hacia él.
El muchacho caminó hacia ella a pasos seguros y tomó asiento. Le sonrió.
─Hey─saludó, con todo el tono del chico más cool del mundo─¿Cómo te llamas?
─ Carly Collins ─ sonrió con las mejillas sonrojadas. Que chico tan guapo- pensó ella.
─ Un gusto, Cece ─Thomas no pensó al decirle "Cece", pero le gusto... Y a ella igual. ─ Y dime, ¿Porqué estabas sentada sola?─se atrevió a preguntar. La curiosidad siempre le ganaba.
¿Porqué una chica tan linda y tierna está sola?- se había preguntado.─ Mi mejor amiga está de viaje y no vuelve hasta una semana más ─ se encogió de hombros, aparentando calma.
Sentía su rostro ardiendo por la vergüenza y que las manos le comenzaron a sudar, sutilmente pasó las manos por su vestido.
Thomas iba contestar pero justo la maestra los hizo callar y comenzó a explicar el plan del año escolar.
No pudo prestar mucha atención, los gestos de la castaña lo mantuvieron distraído. Le llamo la atención de que todos sus tics inconscientes parecían sumamente adorables. Enrollaba su cabello en su dedo, mordía sus labios, movía su pelo a un costado, etc.
Y además olía exquisito.
─ ¿Tengo algo en la cara? ─ preguntó asusutada Carly, que claramente había notado las miradas sobre ella.
─No─ tragó saliva, nervioso─Sólo me preguntaba si podríamos ser amigos.
─Claro ─se río y Thomas le pareció de lo más adorable─Seremos amigos.
Pero a ninguno le supo muy bien la palabra.
Hola!
Acá Blue.
Dejo este prólogo para saber si les interesa seguir. Al final, ustedes son lo que importa.
Besos azulados.
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Mi segundo nombre es idiota
Teen FictionThomas y Carly llevan siendo mejores amigos desde antes que la pubertad los golpeara realmente. Han pasado seis años desde el momento que se conocieron y su amistad trae en si mucha atracción. Thomas es una bomba y Carly es el fuego que lo enciende...