Thomas y Carly llevan siendo mejores amigos desde antes que la pubertad los golpeara realmente. Han pasado seis años desde el momento que se conocieron y su amistad trae en si mucha atracción.
Thomas es una bomba y Carly es el fuego que lo enciende...
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UN AÑO SIN LLOVER
—¡Toma! ¡En tu cara, perdedor!—exclama West levantando el control de la Ps4.
Yo dejo el mío en la mesa y le doy un sorbo a mi cerveza. En otras circunstancias, hubiera maldecido. No soy alguien que se tome particularmente bien las derrotas.
—Estaba intentando evitar tu cara de perro lastimado lo más posible, pero ya me estás deprimiendo demasiado. ¡Ni siquiera pude disfrutar patearte el trasero cinco veces consecutivas!
¿Tanto se nota?
Miro la pantalla frente a mí, y juraría que Messi asintió con la cabeza hacia mí.
—Así que... ¿Que ha sucedido?
—Carly.
Ay, Carly.
—Eso estaba implícito—ríe—¿Pero que con ella?
Bufo cansado y lo miro por debajo de mis cejas.
—¿Realmente quieres escuchar?
El se encoge de hombros, como si le diera todo igual. Sólo que el brillo de preocupación en sus ojos que intenta ocultar me hacen saber lo buena persona que puede llegar a ser ese hombre con fama de badboy.
—Ya arruinaste la noche de Fifa, no tengo nada mejor que hacer.
Pero es viernes por la noche, claro que tiene cosas más interesantes que hacer que escuchar mis patéticos dramas amorosos.
—No sabía que detrás de esa fachada de indiferencia había un corazón blandengue, Tyler —bromeo.
—Sólo escupelo—dijo tras pegarme un puñetazo en el hombro, con más fuerza de la que me gustaría.
Pero sonrío, solo porque se siente bien tener a alguien con quién reír.
Porque la verdad es que me hace falta.
Todos pensarían que soy sumamente popular y que los amigos me llueven, pero no es así. La universidad no es tan divertida como la pintan en las películas, y yo definitivamente no soy el protagonista de una de ellas.
Mis únicos dos amigos son Roger y West, quizás podría considerar a Sean—el marical de campo—y a uno que otro compañero de equipo. Pero sin duda se pueden contar con los dedos de la mano.
Roger parece estar molesto conmigo por motivos que desconozco pero asumo que tienen que ver con Carly. Cuando me ve se limita a saludarme con la cabeza, en las prácticas de fútbol no me habla más de lo necesario.
Es frustrante porque a él no le he hecho nada. ¡Ni si quiera estoy seguro de qué es lo que le hice a Carly!
Y luego está Carly... ¿Es necesario que explique que no estamos en buenos términos? No la he visto en días, y se sienten como si hubieran sido años.
