Thomas y Carly llevan siendo mejores amigos desde antes que la pubertad los golpeara realmente. Han pasado seis años desde el momento que se conocieron y su amistad trae en si mucha atracción.
Thomas es una bomba y Carly es el fuego que lo enciende...
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BAILAR PARA OLVIDAR
Despierto en mi cama algo confundida, sé que me dormí en el sillón aunque lo más probable es que Thomas me haya traído.
Camino al baño y veo una nota pegada al espejo.
Te dejé donuts en la mesa y hay leche, esa que te gusta.
Pd: Te quiero.
Sin poder evitarlo sonrío, siempre es así con Thomas. Por eso me da tanto miedo confesarme, podría significar perderlo. Y no puedo perderlo.
Por otro lado, no puedo decir que no me duele ser solo amigos. A veces voy por el campus y lo veo con una chica, mi corazón se estruja por el dolor.
Y entonces el me sonríe, con esas sonrisas que solo tiene para mí. Porque a pesar de todo, sé que me quiere más que a ellas. Para Tom sólo es sexo, mi único consuelo es que parece que únicamente tiene amor para mí, independiente de que no sea de la manera que me gustaría.
Una vez vestida tomo un vaso de leche y me llevo la donut en la mano para no retrasarme más. Salgo del departamento y camino al de él frente.
Toco la puerta rítmicamente y sonrío cuándo Kyden me abre. Su cabello negro está recogido en un lindo moño que sé que es sacado de pinterest.
Kayden siempre se hace peinados originales sacados de Pinterest.
Sus rostro angelical está perfectamente maquillado y su cuerpo algo escuálido pero sumamente delicado cubierto por un bello vestido azul.
─¿Como me veo?
─Asombrosa.
Kayden es una compañera de clases, ya que estudiamos carreras parecidas y tenemos clases en común. Es una de las pocas con las que me llevo bien. Quizás porque nos parecemos, somos niñas buenas en comparación a las demás chicas.
Pero no se confundan, odio eso de llamar zorras a las mujeres que viven libremente su sexualidad. La mayoría de las chicas en la universidad son más maduras, más mujeres. Mientras que ella y yo somos...virginales.
Kayden se engancha a mi brazo tras cerrar su puerta y comenzamos a caminar por el pasillo hasta el elevador. Presiono el botón y a los pocos segundos se abre, revelando a otro de los tantos vecinos en el edificio.
West Tyler.
Al ser este un barrio universitario, muchos chicos de la facultad se encuentran en el edificio. Entre ellos él.
Mentiría si dijera que no es candente. Y al parecer Kayden se siente igual.
─Señoritas─saluda con cortesía aunque con un tono seco.
