Capítulo XII: Thomas
RESTRICCIONES─Excelente partido, Ford─Sean, el mariscal, palmeó mi espalda mientras abrocho los cordones de mis zapatos.
Alzo la cabeza hacia él y sonrío,─Igualmente, ¿Te veo en la fiesta?
Varios cuerpos semi desnudos rodean el lugar, yo ya me duché y Sean también parece listo para irse.
El niega con la cabeza,─Hoy veo a Jared.
Sean me agrada porque no cumple ningún estereotipo o canon que se le impusiera a los jugadores de fútbol y en especial a los mariscales.
No era engreído, ni fiestero, ni mujeriego. Era amable, justo, y mantenía una relación de años con un chico de una ciudad cercana.
─Cuidate Thomas─se despide haciendo una seña con la mano y despidiéndose de otros jugadores.
Termino de vestirme y tomo mi bolso, para colgarlo en mi hombro izquierdo. Al caminar noto el cansancio en cada músculo de mi cuerpo y la tensión en ellos.
Sin duda fue un partido agotador.
Los dragones de la universidad estatal de Illinois nos ganaron la temporada pasada, pero este año teníamos fé.
El entrenador Lee nos exigió más en los entrenamientos pasados y estoy feliz de que haya dado los frutos que esperabamos. Todos los chicos estaban contentos, para muchos ganar el torneo universitario simboliza la oportunidad para llegar a jugar en las grandes ligas.
Personalmente yo disfruto jugar, me emociona, me divierte pero no me apasiona tanto como a otros.
La carrera de Derecho realmente me mantiene emocionado y quiero terminarla para poder ejercer y hacer algo por los demás.
Veo a un ya cambiado Roger conversando con Cece, Kayden y West. Así que camino a ellos con tranquilidad, apreciando a Cece mientras ella no se da cuenta.
Cece luce hermosa y no dejo de mirarla en el trayecto que recorro hacia ellos. La camiseta que le regalé le queda gigante, pero la tiene metida dentro de sus ajustados jeans. Lleva el cabello desordenado y las mejillas rojas por el calor de la multitud.
Cuando estoy detrás de ella no pierdo la oportunidad de apreciar como se ve su trasero en esos jeans de infarto.
Agarro su cintura tomándola por sorpresa, acerco mi boca a su oído y le susurro:─Te ves hermosa con mi camiseta.
Al estar tan cerca siento como sus poros se erizan al contacto, el olor a coco que siempre tiene me atonta y siento el impulso de besar su cuello, si estuviéramos sólos lo haría.
Pero no lo estamos.
─¡Jugaste increíble! ─elogia Kayden, no me pierdo como West la mira ni por un segundo.
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Mi segundo nombre es idiota
Teen FictionThomas y Carly llevan siendo mejores amigos desde antes que la pubertad los golpeara realmente. Han pasado seis años desde el momento que se conocieron y su amistad trae en si mucha atracción. Thomas es una bomba y Carly es el fuego que lo enciende...