Miré al atractivo hombre que estaba sentado al frente mío y no pude evitar pensar en las razones de su invitación. Si hubiese sido yo sola entiendo que al final esperaría una noche de sexo, pero con Sebastian de por medio, no entiendo porque nos llevó a comer.
Sebastian estaba muy entretenido hablando con Cameron. De hecho, estaba más parlanchin de lo normal. Quizás se deba a que su alrededor hay muchas mujeres y pocos hombres. Solo compartía con dos dos hombres, Liam, el esposo de Allegra y Toni, el papa de Carlian. Y con ellos no hablaba de videojuegos como lo estaba haciendo con Cameron.
Sonreí levemente al ver como Sebastian le decía emocionado los atajos de uno de los niveles más difíciles de uno de sus juegos favoritos. Lo más sorprendente es que Cameron tambien le respondía sobre otros atajos. Él sintió mi mirada fija porque de inmediato clavó sus ojos en los míos y dejé de respirar. "Esto no me puede estar pasando" pensé exasperada.
- ¿Sucede algo?---su grave voz inundó mis oídos
- No---carraspee un poco--- solo me preguntaba ¿cómo es que te gustan los videojuegos? Yo he tratado de aprender, pero Sebas se rindió conmigo.
- Mi mamá es muy mala---exclamó Sebastian con una mueca. Cameron río por debajo
- Yo juego desde que tengo uso de razón, aunque claro cuando era joven, los videojuegos eran de otro tipo---ambos sonreímos. Dudo que Sebastian entienda los videos juegos de nuestra época---sin embargo, me he modernizado con el traspaso del tiempo. Es uno de los pocos hobby que permito disfrutar---lo miré curiosa y él sonrió cansando--- como te dije hace rato, soy empresario y por ende estoy muy ocupado. No tengo tiempo libre. De hecho, para verte esta noche, tuve que hacer magia.
- Pensé que si eres jefe tendrías más tiempo libre---comenté dándole un sorbo a mi jugo de fresa. Sebastian se comía su pizza entretenido. Camero puso una mueca al escuchar mis palabras.
- Siempre se piensa así, pero cuando asumes el mando, todo cambia drásticamente---por unos instantes su mirada se perdió en sus propios recuerdos. Lo miré con curiosidad, pero él reaccionó al instante y sonrió--- sin embargo cariño, puedo asegurarte que por ti y---desvió la mirada hacia Sebastian--- tu carismático hijo, vale la pena mil veces faltar al trabajo---lo miré con sorpresa. Desvié la mirada hacia mi plato y agarré mi vaso para tomarme el jugo. Sentía que mi rostro estaba tan rojo como el jugo. Sebastian río por debajo y quise que me tragara la tierra.
- Oye Cameron...
- Sebastian---clavé mis ojos en los de mi hijo y hable muy seria--- No es Camerom es Sr. Rossi, ya te lo dije.
- Pero...
- Sebastián---ambos nos vimos a los ojos y Sebastian los desvió hacia el plato.
- Alana no me impor...---clavé mis ojos en los de él y lo fulmine. Él se sorprendió, pero luego sonrió---ya, ya. No me mires así. Las mamás siempre tienen la razon---sus ojos divertidos me invitaban a sonreír, pero me contuve. No quería que mi hijo lo viera como una broma, porque después no lo podre controlar---Sebas tu mami tiene razón, así que hazle caso---sacudió el cabello de Sebas y le guiñó un ojo---pero cuando nos conozcamos mejor y nos hagamos más amigos me dirás Cameron ¿no Alana?---él me desafió con la mirada. Suspiré. Podía ver a leguas que este hombre era muy controlador y le gustaba hacer las cosas a su modo.
- Ya veremos---exclamé alzando los hombros. Cameron sonrió divertido mientras que Sebas lo miraba con admiración
- ¿Usted quiere ser mi amigo?---preguntó Sebastian abriendo los ojos con sorpresa--- ¿me enseñará a jugar béisbol? ¿y me prestara el juego de Call of Death? ¿e irá a verme nadar?---abrí los ojos como platos. No espere que Sebastian hiciera esas preguntas. Me acomodé en mi asiento incómoda. No quería comprometer a este hombre que recién acabo de conocer.
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El Deseo Navideño de un Magnate. N°6 Serie Amigos de la Realeza
Romantik¿Qué ocurriría si un hombre marcado por el pasado conoce a una bella mujer que vive del optimismo y que además lleva en su seno a un travieso niño? Cameron Rossi Ferrara es un magnate italiano que vive para y por su trabajo. Por voluntad propia dec...