El Deseo Navideño de un Magnate. N°6 Serie Amigos de la Realeza

Capítulo 9 "Roma"

- Pasajeros del vuelo con destino a New York, Estados Unidos, favor abordar por la puerta 15. Gracias.

Escuché el altoparlante y suspiré. Aun no puedo creer que haya aceptado esta locura. En cuestión de un día Cameron planificó el viaje. Ayer me dijo que lo acompañaramos a Roma y ya hoy estábamos en el aeropuerto esperando que el vuelo saliera.

Miré mi reloj y observé alrededor nerviosa. Cameron me llamo hace algún rato que llegaría un poco tarde por un problema que se le presentó, pero aun no llega. "¿Por qué acepté?". No me canso de hacerme esa pregunta. Cameron debe tener algo en su aura que me hace no pensar en mis actos. Desde que Feargus murió nunca me he dejado llevar por el impulso. Todo lo analizo y lo pienso. Sin embargo, desde que conocí a Cameron, es lo menos que he hecho. Y ejemplo de ello, es este loco viaje a Roma. Y lo peor es que pongo en riesgo a mi hijo. De repente recordé el día anterior y suspiré. Mientras estuvimos en su casa, Cameron no nos hizo daño. Más bien nos cuido.

- Mami ¿puedo ver las revistas?---escuché la pregunta de mi hijo, miré la pila de revistas que había en la mesa y asentí. Sebastian sonrió y agarró una. Sonreí levemente. Sebastian se puso muy emocionado cuando le dije que Cameron nos invitó a un viaje en avión. Llevaba todo el día hablando de eso. Volví a mirar el reloj. "¿Por qué tardará tanto?" Pensé suspirando---¡Mami! ¡Mira! ¡Es Cameron!---Alcé la mirada y lo busque entre las personas.

- ¿Dónde hijo?---pregunté mientras lo buscaba.

- Aquí mami---miré a mi hijo y él tenía una revista en la mano. Se la quite de las manos y la revisé. Abrí los ojos sorprendida. En la página había una foto de Cameron Rossi Ferrara en grande y el título lo nombraba como el hombre del año. Leí el artículo vorazmente. No podía creer lo que ahí decía. Cameron estaba entre los hombres más ricos del mundo. Poseía alrededor de 15 empresas, todas de diversas funciones y un sin fin de fundaciones de beneficencia. Estaba catalogado como un excéntrico rico que se dedicaba al arte. Era un crítico de arte muy reconocido. Todas las galerías del mundo pedían y respetaban su opinión. También lo reconocían como un casanova de primera. En el artículo mencionaban que Cameron Rossi tenía una larga lista de conquistas que no duraban más de dos semanas. A principios de este año había terminado con la modelo Kate Vlasdicova y aun no se le conocía su última conquista--- ¡Cameron!---escuché el grito de Sebastián y como pasaba por mi lado corriendo. Tragué grueso. Necesitaba calmarme. Esta noticia me impactó mucho.

- Hola campeón, disculpen la tardanza, tuve que resolver un problema en mi oficina---respiré hondo y alce la mirada con una leve sonrisa.

- No te preocupes Cameron, lo importante es que ya llegaste---exclamé levantandome de mi asiento. Cameron cargaba a mi hijo entre sus brazos. Una imagen muy rara de ver para mi.

-  Bueno entonces marchemonos---Cameron se volteó y llamo a un hombre que estaba cerca de él.  No me había dado cuenta de su presencia--- Alana, él es mi guardaespalda Tony---el hombre asintió muy serio---él se encargará de las maletas, mientras nosotros vamos a la sala vip. Mi Jet aún lo están preparando. Solo debemos esperar unos minutos---Cameron bajo a Sebastian hacia el piso y lo agarró de la mano. Yo lo miré aturdida. Cameron sonreía y extendió su mano para agarrar la mía. Miré nuestras manos unidas y luego su rostro. Él seguía sonriendo, pero no dije, ni hice nada. Los tres caminábamos por el pasillo del aeropuerto como si fuéramos una familia. Y eso me ponía nerviosa. Porque jamás seríamos algo así.  Recordé lo que leí en la revista y un nudo se formó en mi garganta. Al parecer yo era su nueva conquista, pero lo único malo es que estaba mi hijo de por medio y no podía permitir que Cameron dañara sus sentimientos. Ni los míos propios. Después de este viaje le diría a Cameron que no podríamos vernos más.  Para él todo era un juego.