Capítulo 20 "Vivir"

11.4K 955 31
                                    

Vi como Alana cerró los ojos y grité de dolor. Palpe su muñeca para buscar su pulso y lo encontré muy débil.  A lo lejos escuché las sirenas y rogué porque llegaran más rápido. 

- ¡Suéltame! ¡ella se lo merece! ¡Cameron mi amor dile que me suelte! Ya podemos estar juntos. Esa horrible mujer ya no interferirá en nuestro amor---escuché las desquiciadas palabras de Mika y quise asesinarla ahí mismo. Ella le disparó a Alana. Miré el rostro de mi amor y lloré angustiado. Ella no podía morir. Una ambulancia entró al jardín de mi casa y se bajaron dos paramédicos de forma rápida.  Preguntaron que ocurrió y les dije que recibió dos disparos de la mujer loca que mi chofer sujetaba. Los paramedicos la colocaron en una camilla y le pusieron un oxígeno.  Mientras lo hacían, se acercaron dos policías y me preguntaron por lo ocurrido. Relaté rápidamente lo que pasó. Esposaron a Mika y la metieron en la patrulla. Ella gritaba incoherencias sobre que por fin estaríamos juntos. Yo le quite la camisa y los zapatos a Mateo y me metí en la ambulancia. Le pedí que me trajera más ropa y mis pertenencias. Tenía que irme con Alana. Le encargue todo y que hablara con la policía que quedó. La ambulancia arrancó con velocidad y agarré la mano de Alana. El paramedico le colocaba sobre las heridas gasas para mantener la sangre y le daba oxígeno para que continuara respirando. Miré su rostro grisáceo y temble por dentro. "Dios mío salvala. Te lo pido señor. Salvala" rogue asustado.

En poco tiempo llegamos a la clínica. Me bajé rápido, afuera ya estaba el otro paramedico ayudando al que iba atrás para bajar la camilla de Alana. Corrimos hacia las puertas de emergencias y ahí un médico nos atajó con dos enfermeras. Empezaron a hablar de lo que tenían que colocarle a Alana mientras corríamos por el pasillo. Entraron por las puertas de la UCI y una de las enfermeras me detuvo.

-Lo siento señor, pero no puede entrar. Pronto vendrá alguien a pedir los datos de la paciente---y diciendo eso entró a la UCI, sin dejarme hablar. Me quedé ahí sólo con el miedo de perderla y no volver a verla, a escuchar su dulce voz, de saborear sus dulces labios. Reprimí las ganas de llorar. Una enfermera se acercó y me pregunto por los datos de Alana. Se los di todos. Y sobretodo de la sospecha de que tuviera un bebé.  Ella abrió los ojos sorprendida y entró rápidamente a la UCI.

Dos horas después, de la UCI salió un doctor. Me acerqué de inmediato.

- ¿Familiar de Alana O'keefe?

- Soy su pareja---exclamé temeroso

- Soy el doctor Shiapucci. La joven Alana perdió mucha sangre y una de las balas perforó un pulmón. Pudimos extraer ambas balas. Sin embargo, la joven se encuentra muy delicada. Tuvimos que hacerle varios transplantes de sangre por la gran pérdida que tuvo. La mantendremos en la UCI para observar y controlar el estado de su pulmón. Además, debemos esperar si reacciona a los tratamientos---lo miré pálido---lamentablemente debemos darle la noticia que la joven perdio el bebé que esperaba---sentí como si me hubiesen dado un golpe en el estómago--- lo lamento mucho señor Rossi, tratamos de hacer algo, pero la joven tuvo un aborto instantáneo. Las enfermeras se encuentran haciendo todo el procedimiento para realizarle el legrado y no perjudicar más a la joven O'keefe.

- ¿Puedo verla?---exclamé roto

- Aun no puede señor Rossi, pero cuando pueda hacerlo se lo diré personalmente---exclamó él doctor.

- Gracias doctor---él asintió y volvió a entrar a la UCI. Yo me senté nuevamente en uno de los asientos y agaché la cabeza apoyandolas en mis manos. "Dios mio" pensé con dolor.

****

Escuché el familiar sonido del riachuelo que estaba cerca de mi casa y abrí los ojos feliz. Nada había cambiado. El bosque que estaba un poco mas lejos, el pequeño huerto de mi madre, la gran casa de mis padres.

El Deseo Navideño de un Magnate. N°6 Serie Amigos de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora