Epílogo

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- ¡No lo puedo creer!---levanté la vista del libro que estaba leyendo. Y me sorprendí gratamente al ver a Allegra junto a Clare. Ambas mujeres me veían con una sonrisa.

- Eso debería decirlo yo---respondí acomodándome en la cama. Ya ha pasado un mes desde lo que ocurrió con Mika. Cameron se dedicó a cuidarme. Contrató a una enfermera y trasladó su oficina para la casa. A diario, lo visitaban personas del trabajo. Sebastian se adaptó rápidamente al clima romano e hizo amistades con niños vecinos. Cameron me dijo que ya había hablado con unos amigos que le recomendaron una de las mejores escuelas de Roma, donde se hablaba inglés para que así no le costara tanto por el idioma. Aunque Annie se ha encargado de enseñarle Italiano. Ella no ha parado en todo este mes para la preparación de la boda. Lo único que habla es de eso. Me ha mostrado muchisimas ideas y contrató a varias empresas para la logística. Sonreí a las mujeres que se acercaron a la cama--- ¿Cómo se enteraron que estaba aquí?

-  Por las noticias---exclamó Clare sentandose a un lado de la cama

- Imaginate mi cara cuando leo por internet que una loca ex de Cameron intentó matarte---comentó Allegra con una mueca---pero lo peor no fue eso amiga---la miré curiosa--- lo peor es que no sabía que tu eras novia de Cameron ¿Cuando pretendías decirmelo? ¿Cuando me hiciera vieja?---reí por su exageración.

- Cosas del destino Allegra---comenté con una sonrisa enamorada---conocí a Cameron en la tienda de bebés porque quería comprarle un regalo a la hija de una amiga. Y después no me lo pude quitar de encima.

- Y menos mal---exclamó la voz de Cameron desde la puerta. Llevaba una sonrisa en sus labios--- si no, no tuviese prometida en estos momentos--- ¿Te gustó la sorpresa mía cara?

- Si---sonreí alegre---te extrañé mucho Allegra--- mi amiga sonrió y me abrazó.

- Oye tengo una duda---exclamó Clare. Ella observó a Cameron--- ¿Alana fue la que escogió los regalos de Laura?---la miré sorprendida.

- Ella misma fue---respondió Cameron. Lo miré con sorpresa. Ninguno pudo evitar sonreir.  El destino era algo raro. Quien diría que los cuatro nos conocíamos y saberlo.

- ¿Asistirán a nuestra boda?---pregunté luego de hablar por varias horas.

- Por supuesto que si---respondieron las dos a la vez.

- Menos mal porque cuento con ustedes para que sean mis madrinas---ellas se vieron a la cara y gritaron de emoción. Me abrazaron.

- Sería un honor Alana---exclamó Allegra con una enorme sonrisa

- Annie se esta encargando de los preparativos, así que tengo que hablar con ella para sus vestidos.

- Tranquila no hay problema---respondió Clare sacando su telefono---creo que puedo venir la semana que viene.

- Yo también---las tres sonreímos.

****

En la noche, con Cameron acostado a mi lado suspiré emocionada. Aun no podía creer que pronto me casaría con él. Acaricié su cabello y me sentí satisfecha. Cerré los ojos y me acurruqué en su pecho. Sentí la mano de él, subir por mis piernas y mi corazón latió desbocado. Abrí los ojos de golpe y observé su intensa mirada. Él sonrió y besó mi cuello con delicadeza. Sus manos se paseaban por cada milimetro de mi cuerpo, dejando un rastro ardiente de deseo. Tragué grueso cuando fue levantando mi camisón y colocó una de mis piernas por encima de sus caderas. Mi corazón latía como loco.

- Se que aun estas convaleciente mía cara, pero lo haremos muy despacio. Quiero sentirte por completo. Saber que eres mía en cuerpo y alma---acaricié su cabello y lo besé. Él me abrazó con suavidad y con delicadeza fue adentrandose a mi cuerpo. Cuando la unión estuvo completa suspiré en sus labios.

Esa noche fue la más delicada de las uniones que hemos compartido. Cameron fue un amante tierno y complaciente. Cuando nuestras respiraciones se calmaron. Ambos nos quedamos abrazados, escuchando los latidos de nuestros corazones.

- Gracias por amarme Alana O'keefe---Cameron besó mi frente con ternura--- te amaré el resto de mi existencia. Y si muero, te amaré más allá de nuestras almas---lo miré emocionada. Besé su mandíbula.

- Te amo Cameron y amo cuando hablas así, porque me enamoro cada vez más---él sonrió y nos abrazamos con fuerza. Sintiendo el calor de nuestros cuerpos como si fueran uno.


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Y aqui termina esta maravillosa historia. Espero con todo mi corazón que les haya gustado. Me encantó escribirla. Gracias a todas por llegar hasta el final, y por haber votado y comentado cada capítulo. 

Adoro escribir la serie de Amigos de la Realeza y cada historia que creo, me emociono y siento la necesidad de seguir escribiendo. Así que esta serie no termina aquí. Proximamente continuaré con la 7ma entrega. Esperenla con ansias.

Nuevamente gracias a todas por seguirme y leer mis novelas. Las adoro por eso.... Un abrazo a todas!!

Nos seguiremos viendo!

Besos.

Dafi Hernandez.


El Deseo Navideño de un Magnate. N°6 Serie Amigos de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora