El Deseo Navideño de un Magnate. N°6 Serie Amigos de la Realeza

Capítulo 19 "Te amo"

Un viento helado recorrió mi cuerpo y temble bajo las sábanas. Abrí mis ojos desorientada y noté que aún estaba oscuro. Busqué a Cameron, pero no estaba en la cama. Me levanté de la cama y cubriendome con la sabana fui hasta la terraza. Cameron estaba apoyado en la baranda bebiendo de un vaso con un líquido dorado. Me acerqué en silencio.

- ¿Ocurre algo Cameron?---él se tensó un poco y bebió otro sorbo para colocarse frente a mi. Su rostro no me gustaba nada.

- Si ocurre algo Alana---sentí que mi cuerpo se ponía frío.  Lívido ante su tono. Ya sabía el porqué.

- No me amas y te sentiste incómodo cuando te dije que te amaba---exclamé con voz rota. Él asintió.

- Alana tu eres una bella mujer que merece ser amada por un hombre mejor que yo---exclamó muy serio---yo no estoy hecho para amar---podía escuchar mi corazón rompiéndose en trizas--- yo...---suspiró---no quiero hacerte daño, pero....

- ¿Entonces por qué siento que si lo haces?---susurré con dolor---no digas más Cameron, la culpa es mia por enamorarme de un hombre que no lo hacía. Siempre supe que nuestra...relación,  seria puramente sexual. Que no conseguiría algo más allá, así que olvidalo---retrocedí con piernas temblorosas---gracias por toda esta única experiencia, pero creo que bajo estas circunstancias lo mejor es que Sebas y yo volvamos a Londres.

- Alana...

- No, no digas nada Cameron---trate de sonreír como si no me importara que me destruía el corazón---no es culpa tuya, así que no te sientas mal. Me enamore yo sola. Así que déjame recoger lo que me queda de orgullo y dejame partir como si nada pasó. Pienso que cuando Annie despierte lo mejor es que nos vayamos a su casa hasta que consiga pasaje de avión. Quiero volver a Londres---reprimí las ganas de llorar.

- No te preocupes por eso, si eso es lo que quieres, me encargaré de eso---exclamó Cameron en voz baja. "¡No! ¡No quiero eso!"quise gritar, pero lo desvié la mirada y salí de su habitación con rapidez. Me encerré en la mía. Cerré las cortinas de la puerta de la terraza. Fui hasta el baño y lloré desconsolodamente por el dolor que sentía por el rechazo de Cameron.

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- ¿Estás segura de esto cariño?---escuché la pregunta de Annie y sonrei despreocupada

- Si Annie, gracias por recibirnos en tu casa, solo será por hoy. Mañana partiremos para Londres---exclamé sonriendo como si no pasara nada. Como si no tuviese el corazón destruido. La despedida con Cameron fue dolorosa en especial cuando Sebastian no quiso irse porque quería estar con Cameron. Lo convencí sólo cuando le mentí que Cameron tenía que ir al trabajo y para no quedarnos sólo iríamos a casa de Annie. Cameron no dijo nada en ningún momento. Annie tampoco preguntó nada. Solo acepto al ver mi rostro suplicante. Tardamos casi dos horas en salir de casa de Cameron. Cuando me tocó despedirme quise llorar y suplicarle que me amara, pero no lo hice. No serviria de nada. Así que solo le agradecí todo lo que había hecho por nosotros y que esperaba verlo en Londres de vez en cuando.

Miré el rostro anciano de Annie y rompí a llorar. Ella me abrazó y me consoló como si fuese mi madre. Menos mal que Sebastian se encerró en la habitación  y no me vio llorando. Annie me llevó hasta la sala y me hizo sentar en un sofá. Mando a preparar un té. Cuando llegaron,  me tendió uno.

- Es mejor que lo bebas cariño,  eso te aliviará un poco---exclamó sentándose a mi lado. Bebí un poco de la taza---vamos a ver, tu amas a mi nieto---asentí--- y me imagino que tuviste que habérselo dicho anoche---volví a asentir. Ella suspiró--- y él te rechazo---la miré sorprendida. Ella tenía el rostro triste---pensé que quizás contigo sería diferente, porque pude notar el amor que siente por ti. Eres distinta a todas las mujeres que han estado en su vida. Ha hecho cosas que jamás se le hubiese ocurrido hacer y por eso pensé...--- Annie volvió a suspirar--- ¡Oh querida no es culpa tuya!---ella busco mi mano y la apretó--- Cameron tiene un pasado con una mujer que amó y eso lo tiene atado. Hace quince años de eso.