El primer dia de clases

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Aún lo recuerdo, llegar a medio año a una escuela nueva no fue nada sencillo. Lo único que quería era pasar desapercibida y eso no es fácil siendo tan alta.
La gritería de mis ahora compañeros de clase, los susurros a mis espaldas, las miradas curiosas, seguro se preguntaban por qué no llevaba uniforme y que hacía ahí sentada en la primer silla de la primera fila, muy cerca de la puerta, lista para huir si era necesario.
Las voces se apagaron cuando entró el maestro, un pequeño rubio panzoncito con ojos grandes y poca paciencia me llamó al frente a decir mi nombre. Por poco me desmayo cuando tímidamente me levanté de mi invisible lugar, a uno más prominente y bueno, totalmente visible, mis manos hechas puños a los costados, mi corazón palpitando tan fuerte que apenas pude escucharme pronunciar mi nombre -Editt- dije y apenas alcanzaba respiración, el maestro continuó haciendo preguntas innecesarias -vengo de Estados Unidos- contesté y el borloteo se hizo intenso de nuevo, mientras el regordete hacía callar al resto de la clase rápidamente encontré mi silla y me agache tanto que creí encoger 20 centímetros en ella.
Me sorprendió oírlo llamar a otro estudiante para presentarse. No era la única? Estaba tan sumida en mis pensamientos y mi inquietud que no había notado que alguien más era nuevo. Un chico delgado, moreno, despeinado y con una gran sonrisa pasó al frente. Seguro con él puedo hablar, el también es nuevo y no tiene a na.... Mis pensamientos fueron interrumpidos por una gran carcajada de parte del grupo, el chico había hecho un gran chiste acerca de su nombre, todos le adoraban, todos le aplaudían, hasta el maestro sonreía, él no era como yo, él si pertenecía.

Las primeras tres clases fueron un fastidio, tener que repetir mi nombre, la angustia, el temor, sudé tanto que no podía escribir, el lápiz se resbalaba de mis dedos, no creo haber respirador hasta que sonó el timbre para el recreo, por fin saldría de ese lugar, quería correr pero esperé a que salieran la mayoría de mis compañeros. Estuve a punto de salir cuando un grupo de cuatro chicas se aproximó a mi y me rodeó, nerviosa alcancé a decir un tembloroso -Hola- las chicas me miraron por lo que parecía una eternidad, hasta que una voz bajita y tierna me preguntó -Vez anime?- la voz provenía de una niña de ojos chicos, profundos oyelos y una altura bastante pequeña. Su tez era pálida de más, su cabello estaba en una coleta alta, su flequillo largo le tapaba lo poco que tenía de ojos, sus labios eran delgados y su boca pequeña, sin embargo su sonrisa era tan grande como... Tan grande como podía serlo!
Después de pensarlo un segundo contesté insegura -si, veo... Ranma 1/2 y Dragon ball- su sonrisa se convirtió en una pequeña risita de satisfacción -me llamo Olivia- me dijo inmediatamente y procedió a presentar al resto del grupo. Estaba Abigail, una chica alta (no tanto como yo) de cabello muy obscuro y ondulado, Penélope una peliroja pecosa con el cabello más alborotado que e visto jamás, a penas y podía contenerlo su liga, y por último Nancy una chiquilla de lentes que parecía no muy feliz de conocerme.
Mis hombros se relajaron, mis manos ya no eran puños, y por fin recordé como respirar regularmente, me llevaron en un tour por la escuela, me enseñaron los talleres, conocí chicas de otros salones, las buenas y a las que no debía hablarles, tuve tanta información en 30 minutos que olvidé casi todo para cuando regresamos al salón.

Mi mejor amiga OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora