Mi mejor amiga Olivia

Las consecuencias de tus actos

Busqué a Olivia llorando de vergüenza, de impotencia. Estaba tan enojada conmigo misma por ponerme en esa situación, las personas a mi alrededor me veían y reían, estaban ebrios.
-Que pasó?!- me dijo Olivia cuando por fin la encontré, me abrazó y no podía hablar.
-Vamonos por favor- le dije cuando logré calmarme
Gerardo caminó hacia nosotras, se detuvo y fue hacia las cervezas.
-Por favor Olivia, hay que salir de aquí-
Se despidió de Erick quien también estaba preocupado y salimos a tomar un taxi a su casa.
En el camino le conté lo que había pasado a Olivia quien se encargó de regañarme más que si fuera mi mamá, pero también me abrazó y me pidió disculpas por no estar a mi lado, como mi mamá jamás lo había hecho.

Llegamos y despertó la mamá de Olivia por el ruido de la puerta, le dimos un susto. Le contamos la verdad sobre dónde habíamos estado y nos llevamos otro gran regaño, no era para más, aún no cumplíamos ni los 15 años, no era momento para estar en una fiesta en la madrugada. También le dirían a mis padres y estaríamos castigadas todo el mes. Ugh. Ni hablar.

-Jamás voy a volver a la escuela de informática- le dije cuando por fin nos acostamos
-Cuentale a tu mamá lo que pasó, seguro que entenderá- me contestó
-Estaba loca? De seguro irá a gritarle y va a querer que le ponga una denuncia y va a querer demandar a los de la fiesta, es demasiado...-
-Sobreprotectora?- dijo Olivia
-Exagerada- continué
Reímos
-Si quieres tampoco le vuelvo a hablar a Erick- me propuso -Despues de todo son amigos, deben ser iguales-
-No, se que te gustó mucho, solo ten cuidado-
-De acuerdo- me abrazó y nos quedamos dormidas

Un golpe en la puerta nos despertó, ya era de mañana y mi mamá llegó a casa de Olivia. Me gritó sobre cuan irresponsable era, y todas las cosas que nos pudieron haber pasado, me sacó del brazo por la fuerza, no pude ni despedirme de Olivia.
-Ya no vas a hablar con esa niña- prohibió mi mamá -Desde que la conoces te comportas muy rebelde-
-Si sabes que yo la convencí a ella de ir verdad?- le contesté molesta.
-No más llamadas de dos horas, no más pijamadas, no más extracurriculares, estás castigada, y si creías que te iba a hacer fiesta de 15 años olvidala-
Veía las casas, los otros carros, el sol de mediodía por la ventana. Lloré de molestia, Olivia era lo único bueno que había en mi vida, no me importaba la fiesta de cumpleaños pero no me podría quitar a mi mejor amiga.
Me encerré en mi cuarto, ella tendría que ir al trabajo y cuando lo hizo salí para marcarle a Olivia, el teléfono estaba muerto, se llevó el cable! Corrí a encender la computadora, no encendía, también se llevó el cable! Qué loca! Regresé a mi cuarto a llorar, estaba furiosa.
Lloré hasta que me quedé dormida.
Había vuelto a la soledad.