La fiesta de Halloween

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Convencí a Olivia de acompañarme a la fiesta a la que me invitó Gerardo, tendríamos que mentirles a nuestros padres diciéndoles que iríamos a dormir a la casa de la otra. Fue difícil.
-Editt- decía con insistencia -este chico es muy mayor, tiene 19-
-Lo sé, por eso me gusta, es tan atrevido, me dice todo lo que quiere y siente, estoy arta de los hombres que me quieren en secreto- le respondía una y otra vez. Ella suspiraba y asentía, sabía a quien me refería.

No podíamos usar disfraces por qué nuestros padres sospecharian, así que nos pusimos pijama y decidimos que ese sería nuestro disfraz. Olivia llevaba uno rosa con negro de Hello Kitty, mientras que yo llevaba uno de Garfield gris con naranja.

Cuando llegamos Gerardo nos esperaba en la puerta, pagó nuestras entradas y entramos al jardín iluminado con las luces de un escenario, Gerardo me tomó de la mano y me dijo que unos amigos que tienen una banda de metal tocarían esta noche, fuimos a un lado del escenario donde un grupo de chicos vestidos de la banda "Kiss" jugaba arm wrestling, para determinar quién era más fuerte, el ganador se levantó y tiró la mesa con masculinidad según él. Volteó a ver a Olivia y sonrió mientras jalaba un poco de su playera de Hello Kitty -que hermosa- dijo -y la pijama también- Olivia volteó a verme y le guiñe el ojo, el chico era lindo pero, no era mi tipo. Era bajito, pero más alto que ella, de cabello largo hasta abajo de los hombros y negro, lo traía planchado, y su tes era morena clara.

Les tocaba subir al escenario y Olivia se apresuró al frente del tumulto de gente, él chico no dejaba de verla mientras tocaba la guitarra eléctrica. Gerardo le dijo -se llama Erick, y le gustaste- Olivia se sonrojó y empezó a brincar con la música, más fuerte de lo que mis oídos estaban acostumbrados. Gerardo tomó mi mano y nos alejamos de las personas hacia el estacionamiento. Nos escondimos entre dos grandes camionetas. No parabamos de sonreír, acarició mis brazos lentamente hacia los hombros y me presionó a una camioneta, se acercó lentamente y comenzó a besar mi barbilla, mi cuello, me retorcía con cosquillas pero no quería que se detuviera, comenzó a morder mi labio inferior, y a aplastar su cuerpo al mío contra la camioneta, sus besos se hicieron más apasionados, sus manos calientes acariciaron mi cintura y sus dedos estaban levantando un poco mi blusa, mi respiración era agitada, mi mente estaba llena de contradicciones, se sentía bien, pero se sentía mal. Cuando sus dedos comenzaron a acariciar la piel de mi estómago descubierto lo empujé. Pensé un minuto y le dije -Olivia debe estarnos buscando- sonreí y tome su mano, vamos. Podía notar que no estaba muy contento pero aceptó y fuimos a buscarla.
-Donde estabas!?- Olivia me gritó
-Lo siento me molestó un poco el ruido y fuimos a dar una vuelta- mentí
Gerardo y Erick comenzaron a platicar, yo quería decirle a Olivia lo que había pasado, pero estaban muy cerca y Gerardo no soltaba mi mano. Nos presentó y me abrazó a su cuerpo, poniéndome frente a él. No me sentí cómoda, voltee a ver a Olivia para pedirle ayuda pero estaba emocionada de conocer a Erick, comenzaron a platicar y a coquetear de inmediato. Gerardo besaba mi cabello y me decía que olía muy rico, besaba mi oído, mi cuello.
Todos estaban tomando, fumando, se notaba que éramos las más pequeñas de edad, y Erick también él tenía 16.
Pusieron música electrónica y empezaron a bailar por todas partes, Erick y Olivia se sentaron en un sofá que estaba en el área de césped, y Gerardo me dijo que fuéramos por algo de tomar.
-Quieres cerveza?- preguntó
-No, gracias prefiero un refresco- contesté
Tomamos nuestras bebidas y nos sentamos en una esquina de el jardín, había una barda de dónde colgaban enredaderas, el pasto estaba bien cuidado, le comenté esto a Gerardo pero pareció no importarle -Si, si- me contestó mientras me indicaba que me sentara entre sus piernas, de lado. Me abrazó y volteamos a ver el cielo, no parecía que hoy fuera a llover.
-Me gustas mucho- me susurró al oído
-Tu también a mí- le contesté con vergüenza
-Que tanto?- preguntó y sus manos acariciaban mis piernas
-Mucho, mucho- le dije mientras acariciaba su rostro y lo besaba
Su mano subió por mi estómago, debajo de mi blusa, me puse nerviosa e intenté quitar su mano.
-Shh Shh, no pasa nada- sujetó mi brazo con su mano y acarició el borde de mi brassiere.
-No, por favor- le susurré mientras peleaba por safarme
-Shh cálmate, que no te gusto mucho? Demuéstramelo- su mano aplastó mi pecho. Aún no sé cómo lo hice pero me safé de sus brazos y me levanté, acomodandome la blusa y mi ropa interior, llorando.
-Editt ven aquí!- gritó -Lo siento, no pasa nada-

Mi mejor amiga OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora