¡El sexo no lo es todo...! ¿O sí? - NamMin - [LIBRO 1 & 2]

LIBRO 1 [Vigésimo Séptimo Orgasmo]

❝❞

Era una decisión difícil en primer plano. JiMin se sentía un total cobarde en ese momento, porque estaba considerando seriamente la opción de pedirle a Mirna que lo hiciera olvidar. Aunque los riesgos que eso conllevaba no lo convencían.

Era una alteración química a su cerebro, según lo que había entendido, y llevaba casi un día entero dándole vueltas a ese tema que para él estaba algo trillado. Quizá el pensar algo mucho lo volvía algo aburrido, repetitivo y cansino.

Recostado entre las piernas de NamJoon, siguió pensando en eso. Últimamente él había comenzado a encontrar la compañía de NamJoon agradable, como si fuera su mejor terapia, porque se sentía seguro en los brazos del mayor.

Interesante, había pensado él. Se aferró a la camiseta que el mayor llevaba puesta; habían pasado dos días desde que él había salido de la casa de su hermana mayor. Hermana mayor, se sentía extraño llamarla así, pero se sentía aún peor el llamarla de otra forma.

Pasó poco tiempo para que NamJoon se estirase con molestia como si fuera un gatito. JiMin lo estrechó entre sus brazos, hacía bastante frío y no quería levantarse de la cama.

─Tienes que ir a la universidad ─Dijo NamJoon una vez estuvo completamente despierto.

Ya había faltado un día entero a la universidad, si bien tenía una incapacidad no era como en secundaria, y muchos de sus profesores no valían esa dificultad como algo que le impidiera ir a la universidad.

─Tae me dará copia. No quiero ir, por favor ─Un mortal puchero en su hermosa cara de muñeca fue lo que hizo que NamJoon maldijera su debilidad por ese pequeño.

Una erección alzándose en sus pantalones. Su hipersexualidad, claro. Tenía que seguir asistiendo a terapia con Mirna, y también ir al gimnasio al que se prometió ir antes de que ocurriera lo de JiMin. Él realmente tenía ganas de superar su adicción, o al menos, aprender a manejarla, y según Mirna era crucial el encontrar un pasatiempo que usar para ignorar su apetito sexual.

Ambos se levantaron, y JiMin se metió a bañar. NamJoon bajó al primer piso y se sirvió un poco de cereal, luego, prendió la televisión, intentando ignorar su erección. La última vez que había visto televisión había sido... ¿Cuándo? Era lejano, no lo recordaba a ciencia cierta.

El sonido de la llave al ser abierta se escuchó hasta el primer piso. JiMin se bañó. Y ya, no voy a poner ninguna mierda poética, él se bañó. Luego salió, hizo sus necesidades y se cepilló los dientes, para luego vestirse con la ropa que había dejado encima de una repisa.

Se puso sus Jeans y una camiseta que parecía profesional; la universidad tenía reglas de vestimenta por lo que JiMin no podía vestirse como él quisiera. Se puso unas zapatillas cualquieras que había comprado en un mercadito y luego salió del baño.

Cuando él bajó, NamJoon estaba sentado riendo con algo que estaban pasando en la tele. Se acercó a la cocina y se sirvió cereal igual que el rubio y fue a sentarse a su lado. Últimamente se sentía más apegado a él.

─¿Tienes otra erección? ─Preguntó el pequeño. Ya había perdido un poco de sensibilidad a ese tipo de cosas, por lo que podía hablar más abiertamente de ello sin sentirse incómodo.

─Sí. ¿Te incomoda? ─Inquirió, aún mirando la televisión, como si fuera una conversación trivial. JiMin negó repetidas veces y se sentó a su lado en el sofá.

─No realmente. Creo que ya me acostumbré a ello ─Mencionó. En la televisión estaban pasando un programa que él no había logrado reconocer, pero parecía un drama.

Tenía aún dos horas para llegar a la universidad. Los horarios eran cambiantes y él tenía que llegar a las diez de la mañana, por lo que no se preocupó mucho. ¿Se había levantado casi a las siete? Esos días él estaba muy cansado.

─¿Ya decidiste qué hacer? ─Preguntó NamJoon, sabiendo que tenía que presionar poco a JiMin con ese tema.

─No lo sé... es complicado ─Se relajó contra la mullida superficie y masticó la primer cucharada de cereal─. Por un lado, quiero olvidar todo, pero por otro me da miedo hacerlo... Es confuso, ¿Sabes?

─No te entiendo, la verdad. No he estado en tu lugar ─Respondió. Tomó el control y pensando que era una conversación seria le bajó el volumen al televisor y miró a JiMin─. Pero creo que lo mejor sería que recordases todo y lo superases. Te ayudaría a superarte como persona y a dejar el pasado atrás.

JiMin no dijo nada y terminó su cereal en silencio en aproximadamente dos minutos, sintiendo que necesitaba aligerar la carga en comida. NamJoon tanteó una de sus manos y JiMin casi la aleja, con miedo y el nerviosismo latente en él.

─Tengo miedo, NamJoon ─Vulnerable y sensible en frente de él, JiMin se dejó caer en el pecho del moreno que ahora acariciaba sus cabellos de manera suave.

─Yo te ayudaré a superar ese miedo si me permites hacerlo.

Palabras más, palabras menos. Sonaba seguro, sonaba creíble y JiMin pudo jurar que su mente se hacía cada vez más confusa, su corazón latiendo en su pecho desbocado mientras su piel se erizaba conforme pasaban los segundos.

NamJoon estaba enamorado de él, ¿Verdad? Se lo había dicho aquella vez en la que JiMin escapó de la habitación sin más qué decir, aterrorizado ante los sentimientos. ¿Él realmente quería a alguien usado como él? 

El rubio tomó la mano de JiMin y la apretó fuerte. El televisor estaba sonando muy bajo, y clima frío y cielo nublado daba una sensación de privacidad extraordinaria. NamJoon tomó a JiMin de las mejillas y limpió las lágrimas que habían comenzado a caer por sus mejillas.

Con delicadeza, plantó un lento y suave beso en sus labios, que logró que el pequeño se pudiera calmar.

─Sea lo que sea, no me iré de tu lado y te apoyaré en lo que desees.

❝❞

3/4