¡El sexo no lo es todo...! ¿O sí? - NamMin - [LIBRO 1 & 2]

LIBRO 2 [Décimo Sentimiento]

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─¡B-Bienvenido Hyung! ─NamJoon mira al pequeño que aún no se ha quitado el delantal y tras secarse con una toallita y aplicarse desodorante en aerosol, le hace seña a JiMin de que quiere un abrazo, y el más pequeño por obvias razones, no se lo niega.

Se lanza a sus brazos como si lo hubiera extrañado mucho, aunque es totalmente cierto que el chico lo extrañó más que a nada cuando se fue. Aún se siente nervioso por cómo le salió la comida, pero según Camila -experta en comer cualquier cosa comestible valga la redundancia- le quedó bastante delicioso.

JiMin estrecha a su Hyung entre sus brazos y NamJoon hace lo mismo, aspirando el aroma a limpio que desprende JiMin. NamJoon atrae a JiMin para besarlo, sintiéndose repentinamente apegado al chico que ahora recibe su beso gustoso. Al separarse, se quedan abrazados por un rato hasta que JiMin deshace el agarre entre ellos dos y deja un beso en la punta de la nariz del mayor.

─¡Debes de tener hambre, Hyung! ─Exclama JiMin sonriente. NamJoon también sonríe por inercia, pensando en que la sonrisa de JiMin y aquel diente que había descubierto, un poco chueco, era su perdición, porque JiMin se ve tan jodidamente lindo que le dan ganas de comérselo a besos. 

─¿Puedo comerte, JiMinnie? ─JiMin, un poco más acostumbrado a las insinuaciones del mayor, niega repetidas veces inflando sus mofletes. 

─¡No! Comeremos algo que hice especialmente para usted ─NamJoon, tras escuchar eso, se siente particularmente atraído hacia la idea.

JiMin no es de cocinar, o bueno, no era, pues le ha hecho una cena. El pequeño normalmente se mantenía alejado de la cocina después de que él, utilizando su tiempo libre, hubiera aprendido a cocinar, y siempre halagaba la buena sazón que él aún posee. Pero el imaginar a su JiMinnie cocinando, se le hace bastante lindo pues el menor siempre se mostró reacio ante la idea.

Lo abraza por detrás, enredando las manos en la cintura de JiMin, quien al sentir el tacto se relaja contra el pecho duro del más alto. Hay algo en NamJoon que lo hace responder tan perfectamente, como si fuera automático, y piensa que eso es genial. 

─Me iré a cambiar, JiMinnie ─Anuncia, antes de dar un beso en su cachete y salir disparado hacia el segundo piso. JiMin ve como su Hyung desaparece por las escaleras por una sonrisa y cuando él ya no se ve, comienza a saltar y a gritar en voz baja debido a que se encuentra muy emocionado. 

Se quita el delantal y se hecha un poco de colonia que tiene guardada en su maletín de la universidad, luego, saca el postre del horno y lo pone encima de la mesa, exactamente en la mitad, mientras que el Bulgogi lo reparte en la mesa. Luego, se limpia las manos con una toallita y seguido entra NamJoon por la puerta, cambiado, con una camiseta de tirantes que deja ver a la perfección sus marcados brazos. 

JiMin se queda embobado viéndolo por un momento, casi con la boca abierta. El ego masculino de NamJoon inevitablemente crece con ese pequeño gesto de parte de su menor, quien al percatarse de la sonrisa de autosuficiencia del mayor, aparta la mirada, sabiendo perfectamente que NamJoon ya lo ha visto.

─¡Huele delicioso! ─Halaga NamJoon, acercándose a JiMin y dándole un beso apasionado en la boca en forma de agradecimiento.

«No siempre NamJoon tiene que tomar la iniciativa» Piensa, viendo como su Hyung toma asiento. JiMin inmediatamente le pasa los cubiertos y NamJoon come en silencio junto con él. Pasan así durante un rato, con NamJoon halagándole por lo delicioso que le ha quedado, y con JiMin sintiéndose bien gracias a que su Hyung ha hecho que la inseguridad de que hubiera quedado mal, desaparezca. 

NamJoon come gustosamente con los palillos mientras que con la cuchara toma lo más delicioso, excusándose en que entre más delicioso, más cantidad debe comer. La carne que JiMin hizo aparte fue lo más delicioso de todo, la costilla de cerdo había sido especialmente deliciosa, más aún porque estaba pulpa y carecía de hueso. 

─¡Estuvo muy rico todo, Minnie! ─Exclama NamJoon mientras termina de comerse el trozo de pastel que agarró─, deberías cocinar más seguido. Lo haces delicioso. 

─Hyung... yo hice esto por una razón, ¿Sabe? ─Le dice JiMin. NamJoon enarca una ceja, interesado.

─¿Y qué razón es esa, JiMinnie?

─Hyung... ¿Usted quiere ser mi novio?

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