LIBRO 1 [Noveno Orgasmo]

4K 497 116
                                    


Él realmente estaba en una reunión de negocios real. Una de esas aburridas en donde él debía conocer a mucha gente. Tenía una gran estructura a decir verdad, estaba bien planeada, y él estaba aumentando su recién creado circulo laboral. Estaba conociendo a aquellos que al parecer, serían sus socios, y las personas que trabajarían para él.

Muchos habían querido hablar con él, pero él no había podido seguirles la conversación. Ese no era su entorno, definitivamente. Habían muchos idiotas con trajes demasiado elegantes, y mujeres con vestidos cortos y largos de color negro, además de enormes tacones que él veía casi con pesar. Dios, había de ser horrible caminar en una cosa de esas. 

Estaba aburrido, sentado en una silla bastante cara a simple vista, mientras un chico bastante nerd -según él-, le hablaba de diseños robóticos que le habían parecido interesantes. JiMin no podría estar más descontento. Todos eran tan huecos, esforzandose por tener una buena imagen, y él... él estaba en un asiento, al lado del bufet charlando con un fanático de la robótica, mientras comía deliciosos y caros camarones.

¿Qué estaría haciendo NamJoon, y en dónde estaría? Eso le intrigaba. Últimamente él estaba fuera de casa y casi no hablaba con él, eso era obviamente un problema para su parte social, pero por otra le alegraba el no tener que hablar con él. Le parecía lo mejor, después de todo NamJoon activaba algo en él que lo hacía temer.

─¡Hey! ─JiMin se atragantó con uno de los camarones cuando el chico fan de la robótica le habló, y luego comenzó a toser, llamando la atención de muchas personas que lo miraron con desagrado─ ¿Me estás escuchando? ─Inquirió. JiMin lo observó con unos minutos, y el chico simplemente le insultó y se fue tras saber que el chico no le estaba prestando atención.

JiMin se tapó la cara con las manos. Eso había sido un total fracaso, al igual que su jodida vida entera, la de la autora y de las lectoras juntas. A ese paso él no lograría entablar una buena relación con alguien, y según lo que él sabía de eso, él tenía que conocer y ser amigo, o al menos conocido, de muchas personas. 

Pero todos eran viejos, y él era el único jovencito.

─¿No estás teniendo suerte? ─JiMin observó casi salta de nuevo, pero ésta vez intentó contenerse gracias a que ahora las mismas personas de antes lo observaban, sólo que ahora parecían más ¿extraño?

Cuando volteó, no evitó que una sonrisa, quizá de alivio, se escapara de sus labios. YoonGi le sonrió igualmente, y se sentó en la silla en la que anteriormente había estado el chico computadora.

[...]

Era la quinta mujer que NamJoon se tiraba en el día, pero no se sentía bien. Algo le faltaba, a duras penas lograba llegar al orgasmo, se sentía tan mal. Ninguna de ellas eran JiMin, ninguna de ellas era en niño que había sido causa de muchas de sus mejores pajas. Después de aquel día él no había podido dejar de pensar en JiMin, el niño le ocupaba cada parte de sus pensamientos, y joder, él odiaba eso.

Ya no podía tener sexo en paz, ahora siempre que se corría lo hacía con los ojos cerrados, imaginando que la chica era JiMin. Y eso lo llevaba al límite. Él no era gay, podía coger con chicos pero ninguno le atraía, era más bien algo heteroflexible. No le daba asco el sexo con otro hombre, pero él nunca se había enamorado de un chico, a diferencia de todas las chicas que habían sido sus novias cuando él no tenía ese problema. 

Pero la diferencia entre esos chicos y JiMin era que JiMin se había quedado en su mente. Joder, él debía regresar a casa y hablar seriamente con ese mocoso de lo que le estaba pasando.

Se vistió y agradeció a la bonita chica que le había entretenido por haberse prestado para ella. Simplemente la chica le devolvió la sonrisa y se tiró a la cama para poder dormir, eso siempre le gustaba después de un buen revolcón. NamJoon se puso su chaqueta y salió de la habitación, para seguidamente salir de la casa de la chica una vez estuvo vestido.

Miró su moto y luego insertó la llave en el suiche. Emprendió camino hacia la casa por las calles que estaban más vacías para evitar el tráfico. Él realmente odiaba a las personas, o al menos, a las grandes acumulaciones de gente. Eran sofocantes y no le gustaban. 

No tardó mucho en llegar a su casa, realmente no quedaba lejos la casa de la chica, simplemente quedaba en el barrio vecino, pasando la carretera principal. Cuando llegó, eran aproximadamente las ocho de la noche. JiMin ya había tenido que salir de la reunión a la que su padre había dicho que él tenía que ir, por lo que fácilmente podría hablar con él.

A él no le gustó para nada cuando al llegar, vio a JiMin sonriéndole al mismo hombre que le había traído cuando él lo olvidó. Sus labios se formaron una línea, y se quedó ahí hasta que ellos lo notaron. Cuando JiMin lo ignoró y siguió hablando con YoonGi, NamJoon tensó su mandíbula y entró a la casa dando un portazo.

JiMin no sabía lo que le esperaba.

  ─  

2/4

¡El sexo no lo es todo...! ¿O sí? - NamMin - [LIBRO 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora