LIBRO 1 [Decimocuarto Orgasmo]

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─Comencemos por que me gustas mucho, JiMin ─Comenzó a hablar NamJoon. 

JiMin se quedó callado por bastante tiempo, pensando en qué podía responder. Estaba nervioso, no lo podía negar, ver a NamJoon así lo hacía sentirse intimidado y al mismo tiempo ansioso.

Se pasmo cuando logró procesar lo que le había dicho el rubio. Parecía congelado, no podía hacer ningún movimiento porque sentía que arruinaría el delgado hilo de paz que se había formado entre NamJoon y él.

─Me gustas mucho. No puedo controlarme cuando de trata de ti, JiMin ─Explicó─. Eso es peligroso. Te juro que cuando vi como YoonGi te tocaba quise levantarme donde estaba para ir a jodidamente pegarle un puñetazo. 

La dureza de sus palabras hizo que JiMin se quedase pasmado en su lugar. NamJoon pareció notar la palpable incomodidad que se había generado y se apresuró a continuar a hablar.

─Me jode y esto es peligroso porque en primer lugar no debería sentirlo, al menos por ti no ─JiMin bajó la cabeza sintiéndose mal─. Y no me gustaría dañarte tú eres demasiado hermoso como para que yo haga eso. No querría a repetir ese error dos veces, tú eres hermoso y me encantaría estar contigo pero tengo miedo de que no pueda controlar mis impulsos y tú salgas lastimado. 

─Yo tampoco quiero salir lastimado. Es todo tan nuevo para mi ─Y por primera vez JiMin se sintió a gusto estando en brazos de alguien.

Sentía que podía hablar. Expresarse, como tanto le costaba hacer. NamJoon acarició sus cabellos con delicadeza, JiMin aspiró el aroma a menta y petricor que desprendía NamJoon, relajándose. Cuando el chico rubio se ponía celoso de alguien, era porque ya casi todo estaba perdido. Aún estaba a tiempo de deshacerse de lo que sentía por JiMin. 

─Me encantaría... intentarlo ─Dijo él, dudoso mirando de reojo a JiMin que se encontraba dubitativo.

Él definitivamente no quería sufrir. El recuerdo de NamJoon y su adicción al sexo lo hacían echarse para atrás porque él no quería ser engañado por alguien. Él no quería llorar como su hermana lo había hecho hace años. Él no quería sentirse mal. Él simplemente quería ser feliz junto aquella chica que lo crió y en su mente no había cabida para alguien totalmente desconocido como creía él que era el rubio. 

Tampoco quería ilusionar a NamJoon porque sabría que después de un momento ambos terminarían encariñados. Y él no podría con eso, se tiraría para atrás y así terminarían ambos perjudicados, terminando igualmente perjudicada su relación -si es que se le podía llamar así- con NamJoon, y la relación de amistad con su hermana.

Quizá estaba pensando demasiado. O quizá no estaba pensando lo suficiente. Eran muchas cosas que tocar y su cabeza no alcanzaba para generar lo suficientes pensamientos, en ese momento se sentía una licuadora dando vueltas y vueltas, se encontraba muy mareado y a punto de vomitar. 

Vomitar emociones. Estaba a punto de terminar de sacar, en sí, todo lo que tenía dentro de él. Pensaba que los sentimientos que él mantenía por NamJoon no eran buenos, pensaba que todo se volvería malo porque él no estaba bueno de la balanza. No había equidad, porque él no quería pensar en algo positivo que lo hiciera pensar en tener una relación.

En aquella balanza sólo veía las cosas malas que podrían pasar. Nunca...

─¿JiMin? 

─Y-Yo en serio lo siento, NamJoon

JiMin cerró los ojos y se bajó del regazo de NamJoon, comenzando a correr desesperadamente. Se vio tonto, sí. Pero el corredor se convirtió en algo extremadamente corto justo cuando él llegó pasados unos segundos, a la puerta de su habitación. El rubio no tuvo tiempo de reaccionar, simplemente se pasmó, viendo como aquel chico que lo traía loco huía de él.

JiMin se encerró en su habitación dando un fuerte portazo, el cual llegó hasta los oídos de NamJoon. Impotente, se tapó la cara con las manos al no saber cómo reaccionar. Estaba ido, y el constante tic-tac del reloj que tenía colgado en la pared de su habitación lo estresaba cada vez más y más.

Quería correr hasta donde estaba JiMin, besarlo, hacerle el amor. Cuando pensó que quería hacerle el amor supo que estaba más que jodido. Él nunca pensaba en las relaciones sexuales como algo íntimo. Realmente, le daban igual. Al mismo tiempo quería simplemente quedarse sentado y volver a su vida cuando no habían sentimientos, se estaba volviendo alguien -sentimentalmente- jodido, quería volver a su vida normal, donde nada era tan complicado. 

JiMin se deslizó por la madera limpia de la puerta, a punto de romper en llanto. No tenía en claro el por qué del mar de tristeza que se estaba deslizando silenciosamente por sus mejillas. Avergonzado y frustrado, tapó su boca con una de sus manos, intentando contener los sollozos llenos de tristeza que salían de su garganta.

Cuando sus manos se empaparon del líquido salado, JiMin no supo cómo reaccionar, la parte donde se suponía que debía estar su corazón dolía, dolía mucho. Era absurdo, si los sentimientos venían del cerebro, ¿Por qué algo como su corazón dolía? 

Él se había dicho a sí mismo que no quería sufrir.

Pero silenciosamente ya lo estaba haciendo.

  ─ 

perdón si hice a alguien esperar (?) 

el estudio me está matando :c



¡El sexo no lo es todo...! ¿O sí? - NamMin - [LIBRO 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora