Luego de la cena nos quedamos ayudando a la señora Carrington con los platos. Solíamos quedarnos jugando videojuegos en las noches, hace unos años nos quedábamos toda la noche, ahora esas juntadas apenas si existían. Noah pasa más tiempo con sus amigos de la escuela últimamente. Luego de terminar con los platos, le dije a Noah que tenía que contarle algo, así que subimos a su habitación donde nadie nos molestaría.
—¿Qué querías decirme?—preguntó Noah sentándose sobre su cama.
—Es sobre Erikson, hablé con un camello—le dije.
Noah me miró con los ojos desorbitados y luego controló que no hubiera nadie detrás de la puerta.
—¿Te volviste loco? Casi te matan la primera vez que te metiste con ellos—susurró Noah enojado.
—Llamé a Lucas y Bill, creí que deberían saberlo—expliqué.
—Sí, más les vale que arreglen esto en lo que se metieron—farfulló Noah.
Al rato recibimos el llamado de Bill de que él y Lucas estaban en la puerta. Bajamos a abrirles y los hicimos subir a la habitación de Noah. Como era de esperarse, los dos estaban de fiesta. Supongo que después de lo que pasó la otra noche no querrán volver a invitarme a salir con ellos. Los padres de Noah ya se habían ido a acostar y creían que nos íbamos a juntar a jugar videojuegos.
—Me dijiste que era urgente—se quejó Bill cuando vio que tanto yo como Noah nos encontrábamos bien—Ya se te está haciendo costumbre esto de arruinarnos las fiestas, Lee.
Mientras tanto, Lucas se había ido a tirar sobre un sillón puff en un rincón de la habitación y tenía la mirada media ida. Era apenas medianoche, no entendía cómo ya podía estar tan ebrio.
—¿Qué le pasó?—preguntó Noah mirándolo con el ceño fruncido—¿Quién sale de fiesta un lunes?
—Tenía que distraerse...al parecer Becca está saliendo con alguien de la Academia—susurró Bill—¿Sabían algo de eso?
—No, luego lo investigamos, pero ahora tengo que contarles algo importante—lo interrumpí impacientado—Al que mataron en Amadeus era un camello. Las serpientes de seguro me estarán buscando y si llegan a descubrir que pertenezco a la Sede Central, estoy muerto.
La Sede Central ha estado persiguiendo cualquier rastro de Erikson desde hace diez años y ellos han sido muy inteligentes para evadirlos. Antes sólo era Erikson, más tarde comenzó a hablarse de las serpientes, pero la Sede nunca logró capturar a una y nunca obtuvieron una sola gota de información sobre ellos, sólo los rumores que los camellos les contaban, que no deben diferir en mucho a lo que Jordi me contó. Sin embargo yo tenía algo crucial, sabía cuántos eran y podía distinguir a uno por su tatuaje. Ahora, si las serpientes se enteraban que ese chico que los atacó esa noche pertenece a la Sede Central, harán lo que sea para deshacerse de mí, soy una amenaza para ellos. He escuchado de muchos espías que han muerto mientras buscaban a Erikson.
—No eres el único que corre peligro—replicó Bill—También me vieron a mí, y a Lucas.
—Chicos, tal vez estén exagerando. No van a recordar a los tres borrachos con los que se cruzaron—dijo Lucas desde su rincón. Hablaba lento y sonaba muy ebrio.
Bill asintió con la cabeza pensativo.
—Eso es verdad, tuvieron la oportunidad de perseguirnos y no lo hicieron. Es porque se creyeron nuestra actuación—terció Bill.
Luego, todos miramos a Noah esperando que él pusiera el voto decisivo. Sin embargo, él se limitó a encogerse de hombros y echarse para atrás en su cama con los brazos detrás de la cabeza.
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Jackson
Teen FictionSegundo libro de la trilogía El Campamento En este libro te meterás en la vida de Jackson Lee Tremblay antes de El Campamento, conocerás su pasado, su vida, su historia. Lidiando con los problemas de su madre, Jackson asiste a la escuela y a la Aca...