El martes a la tarde ingresé a la Academia sin saber lo que me esperaba. La cosa ya se había puesto rara en la clase de Trata de Personas, presentí que hablaban de mí. Al primero que miré fue a Blanchard, pero él estaba tranquilo en su asiento lanzándole miraditas asquerosas a Becca. No, esta no era la forma en la que Blanchard actuaba. Volteé hacia atrás y me encontré con las miradas de Lucas y Bill, quienes me miraron como si me quisieran decir algo, pero dado que aún no nos hablábamos, ellos se mantuvieron distantes.
La cosa sucedió cuando salí del salón y caminé por los pasillos de la Academia. Ahí vi salir a Tiffany con sus amigas de su curso y pude notar que ella estaba llorando. Sus amigas voltearon hacia mí y me lanzaron una mirada de desprecio. Noah, quien iba al mismo curso de Tiffany, se me acercó corriendo.
—¿Qué hiciste, Jackson?—me preguntó asustado mirando hacia Tiffany.
Miré hacia mi alrededor y me di cuenta de que todo el mundo me miraba feo.
—¡Nada! Yo no hice nada—me defendí—Ni siquiera le hablo.
—Bueno, pues parece que le ha contado algo a sus amigas sobre ti y ellas se han ocupado de esparcirlo por todas partes. Dicen que te aprovechaste de ella o algo así, no alcancé a escuchar mucho porque la profesora las hizo callar—explicó Noah—De todas formas, nada de lo que dicen es cierto, terminaron hace más de un año ¿no?
Miré a Noah asustado y me agarré la cabeza. Entonces fue cuando una mano se me posó en el hombro y me dio la vuelta. Eran Lucas y Bill y no me miraban muy bien.
—¡Tiffany anda por ahí diciendo que la forzaste a tener relaciones cuando estaban juntos!—me acusó Bill mirándome con odio.
—¡Y que el otro día estaba ebria y te aprovechaste de ella!—continuó Lucas.
—¡Mentira!—espeté—Ustedes me conocen, eso no es verdad.
Lucas y Bill se miraron entre ellos medios dudosos. No parecían creerme. No puedo creer que Tiffany haya dicho eso, o tal vez no, seguro fueron sus amigas las que lo exageraron. Me bendigo a mí mismo por no haber borrado la conversación en la que ella era la que me invitaba a su casa esa noche. Y también tenía sus quinientos mensajes diarios.
—Chicos, conocen a Jackson de toda la vida, él no haría algo así—me defendió Noah—Además no se hablan desde hace más de un año, todo eso es mentira.
—No, no lo es—lo contradije y los tres se me quedaron mirando sorprendidos—Luego de que terminamos, nos veíamos a veces, ella quería volver conmigo, pero jamás la forcé a nada ni me aproveché, todo eso es mentira.
—Bueno, gracias a esa mentira, todas las chicas se han puesto en tu contra. Eres el más odiado de la Academia, felicitaciones—repuso Bill con una nota de ironía.
Maldigo el día en que decidí meterme con Tiffany, debería haberme quedado fantaseando con algún día tener algo con Victoria y ahora no tendría esta reputación de mierda. ¡Por Dios, ni siquiera me gustaba! Y todo para no morir virgen.
Al bajar a la sala de entrenamiento, encontramos a casi todo el mundo apiñado frente al muro de lanzamiento de cuchillos. Nos acercamos para ver qué pasaba y todos los que estaban ahí voltearon a mirarme mientras se reían. Al llegar al muro, encontré una foto mía pegada en la pared a la cual le habían enterrado un cuchillo en la frente.
—¡Violador!—gritó alguien al fondo.
Bill arrancó la foto del muro y la arrojó hacia algún rincón. Becca se abrió paso entre la multitud y llegó hacia nosotros, no se veía nada feliz.
—Se han unido para decir cosas horribles de ti—me dijo Becca.
—¿En serio? No nos habíamos dado cuenta—dijo Bill sarcástico señalando el cuchillo aún clavado en el muro.
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Jackson
Teen FictionSegundo libro de la trilogía El Campamento En este libro te meterás en la vida de Jackson Lee Tremblay antes de El Campamento, conocerás su pasado, su vida, su historia. Lidiando con los problemas de su madre, Jackson asiste a la escuela y a la Aca...