Narra Salvador.
Miro a través de la ventana del auto caer una pequeña llovizna, no puedo entender como mi vida ha dado un cambio tan extremo. Apenas unas semanas atrás estaba con mi familia y hoy estoy solo. Veo mi brazo aún enyesado ya no duele tanto, pero el dolor que siento en mi corazón nadie puede quitármelo, estar en el hospital me hacía sentir peor al ver el rostro de lástima de algunos doctores y enfermeras y sobre todo al escuchar :
¡Pobre niño!
¡ Se quedó solo!
¿Quien cuidará de él?
¡De seguro ira a un orfanato!
¡Que pena!Eran las palabras repetitivas de todos que lo único que lograban era hacerme sentir miserable. Aunque sus palabras me dolían eran muy ciertas, ese accidente me había dejado solo sin mis padres, aunque tengo un tío por parte de padre que no conozco, ni mucho sé su dirección.
Unas personas llegaron y me sacaron del hospital, me subieron a un auto y aunque el viaje fue cómodo no sacaba de mi mente,la sonrisa de mi madre, y los abrazos fuertes que me daba mi padre en señal de su amor.
Corrían lágrimas por mis ojos cuando el carro freno y dijeron :
---¡Hemos llegado!Unas rejas se abren y el auto entra despacio, me sentía como un condenado a muerte entrando a un paredón. En ese momento de mi vida nadie iba a levantarme y decirme que es un mal sueño.
Al ingresar tras las rejas alcance a ver una enorme casa, de tres o quizás cuatro pisos, no cuento bien porque en ese momento pasa por mi cabeza la idea de tirarme del auto y salir corriendo, huir a toda velocidad pero no soy lo suficiente valiente y más aún mis pies no responden
Me ayuda a bajar del auto el señor que ha estado a mi lado desde que fue a buscarme al hospital, su cara de lástima no ha cambiado.
Bajo mi cabeza para poder caminar y que no vean mis lágrimas ;sin darme cuenta mis ojos se encuentran con una niña que está a corta distancia, me llama la atención porque esta sucia, tiene lodo en su ropa debe tener mi edad, pero lo que me atrae es el hermoso color de su cabello rojizo. Es linda a pesar de su aspecto mugriento, y me quedo sorprendido al notar que sus ojos azules me observan detalladamente, percibo que ella se quiere acercar pero en ese momento escucho a la distancia ...---¡Daniela! --- una niña gritando
La niña de ojos azules gira donde se escucha la voz y sale corriendo al encuentro con ella, veo como poco a poco se aleja, él señor que me a traído toca mi hombro para continuar nuestro camino, hacia mi nueva vida dentro del orfanato "Divina Providencia"
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Tu Karma
RomansaSalvador, a muy corta edad quedó huérfano y su vida cambio muy drásticamente al conocer a Daniela, una niña que hizo sus días insoportables en el orfanato que compartió junto a ella . Lo que él nunca entendió es como una niña con carita de ángel pud...