Flirteo
Las luces de la Disco y la música hacen que me sienta más ligera, como si mi cuerpo quisiera dejar atrás tantas cargas. Y la verdad no sé si es por el ambiente o el mojito cubano que me estoy tomando, pero mis ojos al ver ese hombre enfrente de mí me deja sin palabras. El tipazo me observa con esos ojos color verde que iluminan su mirada, me brinda una sonrisa coqueta que hacen juego con esos perfectos hoyuelos, ni que hablar de su barbilla, lo hacen ver como un perfecto Clark Kent. Segura no soy la única que debe estar babeando.
--- Por la expresión en tu rostro veo que pase desapercibido . Es una verdadera lástima que no me recuerdes, en cambio yo desde la primera vez que te vi me pareciste demasiado hermosa para ser una secretaria.
Para no parecer desesperada como las otras chicas que observo a mi alrededor, tomo mi mojito cubano y le doy unos sorbos haciéndome la importante y poco interesada. Lo miro directo a los ojos para que note que no me ha movido el piso, y en pocos segundos relaciono lo que me dice con el único lugar en donde trabajé como secretaria fue en una Compañía de Seguros. Lo miro detenidamente tratando de averiguar sobre él. Pero por un momento me pierdo en el brillo de sus ojos.
---Tú eras el nuevo asistente de Gerencia ¿Verdad? y tu nombre es Adrián--- mi respuesta le complace, asiente la cabeza y me ofrece otro mojito cubano que lleva en sus manos----. Observé que te gusta esta bebida y tomé la iniciativa de traerte otra---Agarro la bebida y mis dedos rozan levemente sus manos. Ahora necesito un médico que me ayude a controlar a mis locas hormonas que se están derritiendo por esta lindura que acaba de sentarse a mi lado.
--- Acepto la bebida porque estoy muy sedienta, pero no me gusta que nadie tome decisiones por mí ---- Le sonrió y doy un sorbo a la bebida muy delicadamente como saboreando el momento. No me voy a mostrar como una facilita y tampoco como una monja, el doble de Clark Kent sonríe ante mis palabras y dice: ---Apenas llevaba dos semanas en mi trabajo y tú renunciaste. Intenté acercarme, pero siempre estabas ocupada de un lugar a otro, y en la hora de salida tu novio iba a recogerte. Y por lo que veo a un sigues con él --- sus últimas palabras me las dice en forma de decepción señalando con su mirada al bar en donde se encuentra Orlando con Andrea coqueteando.
-- Orlando no es mi novio, es mi casi hermano. Los dos crecimos juntos en el ... en el... en el barrio---Termino diciendo eso porque no me gusta hablar del pasado----. Disculpa, pero no me gusta dar muchos detalles sobre mi niñez a desconocidos. ¿Pero de verdad te querías acercar a mí? Parecía todo lo contrario, siempre andabas todo serio y casi no prestabas mucha atención a los empleados. Me parecías antipático y petulante. Ahora compruebo que eres inseguro e indeciso, porque no luchas por lo que quieres. Eso si es algo decepcionante.
Empieza a reírse a carcajadas, con esa sonrisa seductora que armoniza con el brillo en sus ojos, y aunque no quiera mi cuerpo se estremece.
--- No soy petulante ni nada parecido, casi siempre estaba exhorto en los problemas de la empresa. La compañía tenía muchas deudas y trataba de ayudar buscando alguna alternativa para que la empresa no quiebre, y no haya despidos involuntarios.
Pero no hablemos del pasado ni cosas del trabajo, hablemos de esta maravillosa casualidad que me ha permitido volverte a encontrar, para demostrarte que no soy un indeciso. Yo siempre consigo lo que quiero.-- No creo en las casualidades, peor en el destino, solo creo en lo inevitable. Así que esta noche era inevitable que tú y yo nos encontremos --- Doy otro sorbo a mi trago porque necesito de urgencia calmarme. Hace mucho tiempo que no coqueteo con alguien y no quiero parecer una desesperada o apretada.
--- Si es casualidad, destino, o algo inevitable que nos volviéramos a ver, no me importa. Lo que sí es importante es que esta vez no pienso perderte el rastro. Dentro de un rato pensamos ir a otro lado a continuar la fiesta con mis amigos ¿Quieres venir?
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Tu Karma
Storie d'amoreSalvador, a muy corta edad quedó huérfano y su vida cambio muy drásticamente al conocer a Daniela, una niña que hizo sus días insoportables en el orfanato que compartió junto a ella . Lo que él nunca entendió es como una niña con carita de ángel pud...