Tu Karma

Capítulo Once

Un corazón roto

Narra Salvador :

¡Tú me gustas!....esas palabras resuenan en toda la habitación como eco en mis oídos mientras la miro esperando una respuesta a mi inusual confesión.
No dice nada por un momento, tampoco hace alguna maniobra para golpearme y en cierta forma eso es bueno quizás su repuesta sea lo que mi corazón tanto anhela.

Pero su rostro que al principio me miraba con incredulidad y sorpresa ahora cambia, se dibuja en su cara una gran sonrisa y empieza a reírse sin parar. Siento como mi rostro se calienta de la vergüenza al ver que mis sentimientos hacia ella solo le causan gracia y me desconsuela saber que Karina tenía razón, ¡A Daniela no le importo para nada!
Así que sin decir nada más empiezo alejarme poco a poco y cuando estoy a punto de darme vuelta para salir de esa situación embarazosa ella empieza hablar.

---Esto es lo más gracioso que has dicho en todo este tiempo, ¡Qué yo te gusto!, de verdad no esperaba tan ridícula declaración de tú parte, aunque debo reconocer que al menos tienes buen gusto, pero de verdad eres tan ingenuo y mediocre al pensar que por un momento yo podría fijarme en ti. ¿Acaso no te has visto en un espejo? , eres tan patético y con los lentes que usas te ves más ridículo e insignificante de lo normal. Ten muy presente mis palabras yo jamás me fijaría en una persona sin carácter, sin presencia, sin alguna pizca de orgullo o autoestima, así que esa estúpida declaración dásela a la tonta de Karina ya que los dos son igual de idiotas al creer en el amor verdadero cambia tu mundo y transforma tu entorno en algo mejor, sus ideas me dan ganas de vomitar y más aún cuando piensan que amar significa sacrificarse por el bien del otro. Si enamorarse involucra sacrificio, yo jamás pienso enamorarme y mucho menos de alguien como vos. Así que lárgate porque mi paciencia tiene un límite.

Siento como mi pecho se oprime y el aire me falta al confirmar que jamás le importe y solo fui un instrumento que utilizo para su beneficio. ¡Quisiera odiarla pero no puedo!
Salgo con la cabeza agachada reprimiendo las ganas de llorar no quiero verme más patético frente a ella.

Camino sin rumbo por un instante cuando de repente me encuentro con la hermana Caridad, ella me abraza sin decir una palabra y yo correspondo su acto de amor.

---Salvador ---comienza hablar la hermana emocionada--- . ¡Feliz día hijo! Hoy celebraremos tu cumpleaños como a todos los chicos de aquí; pero aparte de festejar este grandioso día tenemos que darte una hermosa noticia hijo, ven la Madre Superiora y el padre Tomás te esperan en la oficina.

Al llegar a la oficina de la Madre Superiora, ella está acompañada con el padre Tomás y de pie al lado del padre se encuentra un hombre de saco negro que inmediatamente reconocí, es la persona que me trajo al orfanato y sentado en una de las sillas de espera cerca del escritorio esta otra persona que no he visto en mi vida pero me mira sin quitarme la vista y me pongo algo nervioso.

---Me recuerdas --- pregunta el Señor que me trajo a este lugar.

---Sí, claro que lo recuerdo usted fue muy amable conmigo el día que me trajo aquí.

---Hijo --- habla el padre Tomás--- . El señor es el detective Castillo y necesita hablar contigo ---se acerca y me brinda su mano en señal de saludo yo correspondo por educación.

---Salvador, no sabes la alegría que me da por fin encontrarte --- aclara el Señor Castillo ---. Te he buscado por mucho tiempo y estuve a punto de dejar este caso pero hoy después de tanto tiempo por fin te encontré.

Las palabras de este Señor me confunden no entiendo que es lo que quiere decir con que me ha buscado, porqué o para qué.

---Creo que tendré que empezar por el principio mi nombre es Gabriel Castillo, soy investigador privado al principio mi misión era encontrar a tus padres pero ellos cambiaron sus identidades y por lo tanto su caso se complicó, estuvieron en algunos países hasta que se radicaron aquí debido a que tu madre quedó embarazada. Lamento mucho la muerte de ellos. Créeme en cierto modo creo que los conocí a través de sus viajes y las personas que ellos conocían siempre los describían con gran respeto y admiración .