¿ÁNGEL O DEMONIO?

13.- Algo no encaja.

Ya al día siguiente me desperté con un mal sabor de boca por todo lo que había pasado el día anterior. Estaba cansada, enfadada pero conmigo, y tenía sensaciones extrañas pero nada agradables. Y allí estaba él. El chico que me traje aun violando tres o cuatro reglas del Instituto para que se curara y que ahora me agarraba con firmeza de la cintura a modo de abrazo y que me tenía completamente pegada a él.

Me intenté mover para salir de su agarre pero lo único que conseguí fue despertarle e hice que me abrazara más fuerte contra él. Había algo extraño. Al mirarle sentías la necesidad de estar con él, la necesidad de que te mirara, de que te tuviera. No sé si me entendéis, te seducía con la mirada de tal forma que no querías a nadie mas. Aunque te negaras tu cuerpo solo quería estar con él. Algo no encaja eso no pasa con los humanos. A decir verdad no conozco a muchos pero estoy segura de que no pasa. Sin embargo, ayer al entrar en el local los demonios que vi tenían el mismo efecto sobre ti, seductores, tanto que te quedabas embobado mirandolos. Espero que me estuviera equivocando mucho y que no me haya traído un demonio porque si no ya no estaría violando ni tres ni cuatro, sino diez u once reglas y solo de pensar la tortura que vendría con mi castigo me temblaban los huesos, sin hablar ya del incidente de la tarde anterior, solo por esas dos causas podrían crucificarme sin contradicciones.

-Buenos días ojitos.- Suspiré agotada de que me llamara eso.

-Ya te he dicho que no quiero que me llames así, y levantate, tengo que cambiarte la venda.

Alex se levantó sin rechistar y yo volví a sentirme incomoda al quitarle la venda de un sitio tan cercano a...vosotros sabéis donde. Pero sin embargo lo que mas me incomodó esque no tenía ni una sola cicatriz, nada. Debí de quedarme blanca porque el chico me llamó la atención para saber si estaba bien y nerviosa le ordené lo más tranquila que pude que hiciera la cama para variar mientras me cambiaba y me fui a entrenar. La había liado mucho. No era bueno que le dejara allí solo. Era un demonio ya seguro. Se le había curado la herida en una noche. Iba a morir seguro.

Durante mi recorrido nervioso y mareado me encontré a Ander y Amanda que iban también con mi hermana. Genial lo que faltaba para alterarme del todo. Estoy segura de que me iba a desmayar de un momento a otro. Hasta que Ander se me abalanzó en un abrazo.

-Lo siento, de verdad no sabes cuanto lo siento.- No paraba de abrazarme cada vez mas fuerte hasta quedarme sin aire pero no pude evitar no hacer lo mismo, me alegraba tanto de tenerle entre mis brazos...

-Hola...- Amanda no parecía tan contenta incluso estaba asustada de mí.

-Valeri creo que la debes una disculpa.- Yo no estaba tan de acuerdo con mi hermana, quiero decir, por ella estaba Alex aquí, por ella creo que he traído a un demonio. Pero tenía razón al fin y al cabo fui muy bruta. Así que la abracé y me disculpé, ella parecía bastante sorprendida pero me devolvió el abrazo con una gran sonrisa, incluso la había aliviado que me disculpara.

Después de pasar un rato con ellos hablando, evitando a toda costa el tema de donde fui esa noche, me percaté de que llegaba tarde por primera vez en mi vida a entrenar. Me despedí de ellos y fui corriendo al área de entrenamiento donde el Dr.K. ya me estaba esperando.

-Llegas tarde, ¿te has quedado dormida?- A simple vista no se veía que supiera lo de ayer, o no quería darle importancia, de todas forma me alivió que no lo supiera.

-No, me paré ha hablar con Elisa de más.

-Esta bien, entra hoy lucharás con el hacha, tu oponente es un ángel de alto rango, cuidado a veces le gusta jugar sucio.

Genial otro que iba a intentar matarme a toda costa, incluso creo que hacían apuestas para ver quien acababa conmigo antes.

Todo eso da igual, podía luchar con mi hacha que ya controlaba. Lo que no me hizo ni gracia era con quien tenía que luchar. Era aquel pequeño hijo de puta que me intentó matar el primer día que llegué aquí.